por Zbigniew Jaworowski, M.D., Ph.D., D.Sc.
(Texto completo del artículo en la edición Winter 2000-2001)
Culpar a la LNTEl reciente informe del Comité Científico de las Naciones Unidas sobre Efectos de la Radiación Atómica (UNSCEAR), está en total desacuerdo con las opiniones ampliamente propagadas por los medios de internacionales de prensa, por los Verdes, y por los gobiernos de Bielorusia y Ucrania, de que han ocurrido decenas de miles de muertes por cáncer y epidemias de desórdenes genéticos, presuntamente causados por el accidente de Chernobyl.
Por el contrario, el UNSCEAR declara que, aún entre los descendientes de los sobrevivientes de los ataques atómicos de Hiroshima y Nagasaki, que recibieron dosis de radiación cientos de veces más elevadas que las recibidas por los habitantes de las regiones contaminadas por el accidente de Chernobyl, no se han hallado perturbaciones radiogénicas sobre la salud.
La obra magna del UNSCEAR, de 1220 páginas de extensión, "Fuentes y Efectos de las Radiaciones Ionizantes," subtitulado El Informe UNSCEAR 2000: Informe a la Asamblea General, con Anexos Científicos," fue publicado en Septiem-bre 2000. El informe a la Asamblea General en sí es corto, sólo 17 páginas, y sirve como un resumen técnico de los 10 Apéndices técnicos.
Estos 10 Anexos presentan una revisión en profundidad del actual estado de investigación sobre niveles de radiación y sus efectos, basada en 5.400 referencias.[1] El informe completo representa el trabajo de 146 miembros del comité científico, de 21 delegaciones nacionales al UNSCEAR, y de los 15 científicos y consultores permanentes del comité durante los últimos 6 años.
El accidente de Chernobyl permanece todavía rodeado de mentiras antinucleares y miedos. Aquí, el reactor dañado, fotografiado en 1992.
P. PellerinLos dos puntos más importantes que el Informe hace notar a la Asamblea General son:
Primero: una comparación de las dosis de radiación que un habitante promedio de la Tierra recibe a partir de todos los tipos de fuentes de radiación naturales y causadas por el hombre; y
Segundo: Una estimación de los efectos sobre la salud causados por el accidente de Chernobyl, posiblemente la catástrofe más grande que haya ocurrido en una planta nuclear. Esta yuxtaposición ofrece al lector una manera realista de comparar los riesgos de radiación causados por el hombre, como Chernobyl, con la cosntante y ubicua radiación natural.
Ambos temas son "calientes". La comparación entre las dosis puede influir a los cimientos futuros de los principios de la protección radiológica y las regulaciones. El Apéndice del informe que trata sobre Chernobyl (115 páginas y 558 referencias) obviamente es políticamente incorrecto: Niega las afirmaciones sobre un desastre masivo de la salud causado por la radiación en las áreas más contaminadas de la ex Unión Soviética.
A escala global, como lo demuestra el informe, la radiación natural promedio es de 2,4 mSv por año, con un "rango típico" llegando hasta los 10 mSv. Sin embargo, en el Anexo sobre Radiación Natural, el UNSCEAR presenta datos indicando que en algunas regiones este rango de dosis es varias decenas y centenas de veces más elevado que la dosis natural promedio global, o que los límites de la dosis actualmente aceptada para la población en general (1 mSv) y la dosis para gente ocupacional expuesta (20 mSv).
"Jamás se han observado efectos adversos sobre la salud relacionados con la radiación entre poblaciones expuestas a tan elevados niveles de dosis naturales." Esto sugiere poderosamente que las actuales normas de radiación son excesiva, sino innecesariamente restrictivas.
En 1986, unas 116.317 personas fueron evacuadas de las regiones contaminadas de Bielorusia, Rusia y Ucrania. Después de 1986, se reubicaron a unas 220.000 personas adicionales, y la reubicación ha continuado hasta 1992. En total, se relocalizaron a 336.000 personas, incurriendo en enormes costos para el país, y trayendo enorme sufrimiento a la población involucrada. Realmente hubo planes de reubicar a 850.000 personas, lo que afortunadamente no se llevó a cabo.
Las bases para la reubicación fue, primero, la posibilidad de que la gente que vivía en las áreas más contaminadas podrían absorber una dosis de cuerpo entero para toda un vida (es decir, la dosis total absorbida durante 70 años) superior a los 350 mSv, que es alrededor del doble de la dosis natural global. Más tarde, este límite para una vida fue rebajado a 150 mSv, y luego a 70 mSv (1 mSv por años).
De acuerdo con el Profesor Leonid Ilyin, el científico Soviético que fue miembro del grupo que supervisaba las operaciones de rescate, probablemente fue necesaria una reubicación temporaria para unas 50.000 personas, además del caso especial de los 49.360 habitantes de la ciudad de Pripyat, muy cercana a la planta. En realidad, la decisión de evacuar a Pripyat no se basó en la verdadera contaminación en la ciudad (el "fallout" letal cubría 0.5 km2, en dos parches que se extendían a 1800 metros del reactor - y que no llegaba a Pripyat).
La decisión se tomó basada en la sospecha de que el núcleo ardiente del reactor podría derretir al piso de concreto en el que se apoyaba y caer a los sótanos inferiores, que podrían haberse llenado de una gran cantidad de agua. En este caso, una enorme explosión de vapor podría haber enviado vastas cantidades de radionucleidos a la atmósfera, poniendo en peligro a los habitantes de Pripyat. Por fortuna, como se supo más tarde, no había agua en los sótanos.
Así, en el caso especial de Pripyat, se podría decir que la decisión temprana de evacuar a los habitantes de la ciudad estuvo bien concebida y bien realizada. Pero la mayor parte de las demás evacuaciones fueron innecesarias, erróneas y perjudiciales.
La causa "in extremis" de estas evacuaciones y reubicaciones innecesarias fue el principio de la relación "Lineal, Sin Umbral" (LTN por las siglas inglesas: Linear, No-Threshold) entre la dosis de radiación y los efectos sobre la salud, que es aceptado como el Evangelio de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP, en inglés).
Al contrario de las historias de miedo sobre un desierto nuclear, la región más contaminada alrededor de Chernobyl es ahora una magnífica reserva natural, con abundante flora y fauna.
Fotos cortesía del Dr. Ronald Chesser
El ICRP basa sus recomendaciones para la protección del público en accidenes de radiación en la teoría LNT. Estas recomendaciones — los límites para una vida de 350 mSv y 150 mSv — fueron usados por quienes tomaron las decisiones en Rusia, aún cuando esos límites son inferiores entre 4 y 40 veces las dosis naturales para vida entera en muchos países del mundo, que han estado habitados durante miles de años.
Las personas que fueron evacuadas en 1986 recibieron, en promedio, una dosis de cuerpo entero de 20 mSv, y una dosis a la tiroides (del iodo-131) de 470 mSv. Los habitantes de las partes más contaminadas de Bielorusia, Rusia y Ucrania, donde la deposición de cesio-137 era superior a los 555kBq por m2, recibieron una exppsición de cuerpo entero de 47 mSv, 36 mSv, y 83 mSv respectivamente. Las dosis promedios para la tiroides en las regiones más contaminadas fueron de 177 mGy en el distrito de Gomel (Bielorusia), 37 mGy en el distrito de Bryansk (Rusia), y 380 mGy en los 8 distritos más contaminados de Ucrania.
El Fraude del Cáncer de Tiroides
En sus conclusiones finales sobre los efectos en la salud del accidente de Chernobyl, el informe del UNSCEAR declara los siguiente:
"La cantidad de cánceres de tiroides (unos 1.800) en individuos expuestos durante la niñez, en particular en las áreas severamente contaminadas de los tres países afectados, es considerablemente más grande que la que se podría esperar basado en conocimientos previos. Esta elevada incidencia con un período de inducción tan corto son desusados. Otros factores pueden estar influenciando al riesgo."
Uno de esos factores son los llamados "cánceres ocultos de tiroides", aquellos detectados en autopsias y estudios histológicos, y que no causan perturbaciones clínicas visibles durante la vida de la persona. Estos cánceres de tiroides ocultos ocurren en masa en todas partes del mundo. Por ejemplo, en Canadá su incidencia es de 6.000 sobre 100.000 personas; en Polonia es de 9.000; en los EEUU 13.000; y en Finalandia es de 35.000. La mayor incidencia de cáncer de tiroides encontrada en Rusia, antes del accidente de Chernobyl, era de 26.6 por 100.000; en Bielorusia, 17.9; y en Ucrania, 4,9. De tal manera, el potencial para el descubrimiento del "exceso" de cánceres de tiroides, después del intenso rastrillado de salud que se realizó después del accidente, es inmenso.
Según los datos del UNSCEAR, el aumento de cáncer de tiroides diagnostcado en niños menores de 15 años, comenzó a verse ya en 1987 en Rusia, y en 1990 en Bielorusia — es decir, tan sólo un año y cuatro años después del accidente. Sin embargo, el período de latencia de los cánceres sólidos inducidos por la radiación, tal como el de tiroides, es de unos 10 años. De acuerdo con los datos presentados en el informe UNSCEAR 2000, no existe ninguna relación (o peor, una relación inversa) entre la incidencia registrada de los cánceres de tiroides en niños, y las dosis de radiación recibida en la tiroides de la población en las áreas contaminadas.
Figura 1:
MÁXIMA INCIDENCIA DE CÁNCER DE TIROIDES EN NIÑOS DE LAS REGIONES ALTAMENTE CONTAMINADAS, COMPARADAS CON LA DOSIS DE RADIACIÓN RECIBIDA.
Se muesta aquí la máxima tasa de indicencia de cáncer de tiroides en niños de las regiones fuertemente contaminadas en Rusia, Ucrania y Bielorusia, que tenían menos de 15 años al momento del diagnóstico, comparado con las dosis promedio de radiación en la tiroides, Como se puede observar, el área con la dosis de radiación más baja es la que tienen la incidencia más alta de cáncer de tiroides.
Los cánceres de toriodes son curable en un 90%. Al momento de escribir esto, solamente UNO de estos niños ha muerto.Fuente: Adaptado de UNSCEAR 2000, Anexo J, Tablas 40 y 57
Finalmente, el UNSCEAR concluye: "Aparte del aumento de cáncer de tiroides después de la exposición en niños, no se ha observado ningún aumento de la incidencia de cáncer en general o de la mortalidad, que pudiese ser atribuido a la radiación ionizante. El riesgo de leucemia, una de las mayores preocupaciones (la leucemia es el primero de los cánceres en aparecer después de la exposición a la radiación, debido a su corto período de latencia de entre 2 y 10 años), no parece ser elevado, aùn entre los operarios encargados de la recuperación. Tampoco hay ninguna prueba de algún otro desorden no-maligno que sea relacionado a la radiación ionizante. Sin embargo, hubo una extendida reacción psicológica al accidente, que se debió a miedo a la radiación - y no a las verdaderas dosis de radiación."
"Finalmente," continúa el informe, "tiene que enfatizarse que . . . la vasta mayoría de la población no tiene que vivir con temor a serias consecuencias para su salud a causa del accidente de Chernobyl. En su gran mayoría, ellos fueron expuestos a niveles de radiación comparables a, o poco más, que los niveles de radiación naturales . . . Hay vidas que han sido perturbadas por el accidente de Chernobyl, pero desde el punto de vista radiológico, y basados en la evaluación de este Anexo ('Exposición y Efectos del Accidente de Chernobyl'), deberían prevalecer prospectos generalmente positivos para la futura salud de la mayoría de la población."
El futuro dirá cuál prevalecerá: el diligente, y objetivo juicio científico del UNSCEAR, que es el cuerpo científico más competente del mundo en materia de radiación, o la propaganda de miedo ideológica y políticamente motivada.
Zbigniew Jaworowski, ex presidente y actual miembro del UNSCEAR, es un famoso experto en los efectos de la radiación. Es profesor en el Laboratorio Central de Protección Radiológica en Varsovia, Polonia.
Notas
1. Los 10 Anexos discuten metodologías de evaluación de dosis; exposición a fuentes naturales de radiación; exposición de la población general a las fuentes causadas por el hombre; exposiciones médicas y ocupacionales; reparación del ADN y mutagénesis; efectos de dosis de radiaciones de bajo nivel; efectos combinados de la radiación y otrs agentes; epidemiología de cánceres inducidos por la radiación; y exposición y efectos del accidente de Chernobyl.
2. Para más detalles ver Z. Jaworowski, "A Realistic Assessment of Chernobyl's Health Effects," 21st Century, Spring 1998, pp. 14-25.
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Los científicos que han monitoreado el status del área contaminada alrededor de Chernobyl, han argumentado sobre la base del desarrollo allí, de que las normas regulatorias para la exposición de animales y plantas deberían ser más altas que para los seres humanos. Aquí, cisnes de Chernobyl (izq.) y cigüeñas.
Courtesy of Dr. Ronald Chesser
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