El sábado 29 de abril Sergio Elguezábal y su TN Ecología salieron al aire con una nueva arremetida en contra de la energía nuclear y su uso pacífico para la generación de electricidad, que en poco tiempo más dejará de ser producida por los derivados del petróleo (odio llamar “combustible fósil” al petróleo –aunque la hulla sí lo es).
El domingo 30 hizo de las suyas el inefable catastrófico y sensacionalista Discovery Channel con su informe sobre Chernobyl. La diferencia de recursos económicos con TN Ecología son abismales, por cierto, pero no así el sensacionalismo apocalíptico de ambas emisiones. La emisión del Discovery es más prolija, y ello se explica porque es una documental mucho más extensa –con mucho tiempo hay mayo-res posibilidades de enviar un mensaje más catastrófico.
En TN Ecología hubo varios gruesos errores que, con toda seguridad, pasaron desapercibidos para la gente común. Claro, no tienen ni idea de qué es la radioactividad o cuáles son los reales riesgos y los cuidados que hay tener con ella. Como cualquier otra cosa en este mundo, la mayor parte de las cosas útiles y poderosas hay que tenerles respeto y manejarlas con el cuidado necesario.
Cada vez que salimos con el auto a la calle tenemos bajo nuestro control una verdadera arma de destrucción masiva. Las estadísticas por lo menos muestran que los automóviles han causado (y lo seguirán haciendo) más muertos, heridos y lisiados que todas las muertes, heridas e incapacidades causadas por la radioactividad en la historia de la humanidad, incluidas las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
La Radioactividad es Mortal
Esto es lo que dicen las organizaciones ecologistas de todo el mundo, y Greenpeace no se cansa de repetirlo. Afirman que cualquier exposición a ella es suficiente para causar un daño irreparable en los seres vivientes. Basan esta tontería en la llamada Teoría Lineal Sin Umbral, o LNT –por sus inglesas de “Linear No-Treshold.” Esta teoría es algo absurdo, por cierto, dado que a cuando fue inicialmente expresada no tuvo en cuenta al hoy conocido efecto Hormesis. La Hormesis es el efecto benéfico para la salud de los seres vivientes de pequeñas dosis de sustancias tóxicas o radiaciones. El mejor ejemplo de Hormesis son las vacunas.
La LNT está siendo puesta en duda con mayor insistencia por miles de científicos dedicados a la radiología y a la protección radiológica, entre los que nuestro frecuente, colaborador el Dr. Zbigniew Jaworowski, del Laboratorio Central de Protección Radiológica de Varsovia, Polonia y ex presidente del UNSCEAR (Comité Científico de las Naciones Unidas sobre Efectos de las Radiaciones Atómicas) tiene numerosos trabajos publicados en prestigiosas revistas científicas. Al final de este artículo se hallarán links a algunos estudios de Jaworowski sobre el tema, y sobre la verdadera historia y efectos de Chernobyl.
Dice la teoría LNT que cualquier cantidad de radiación es dañina para la vida. Quienes se aferran a esta sonsera no han podido explicar por qué la vida sobre la Tierra ha tenido el éxito que es más que evidente, cuando la Tierra es, de por sí, un planeta bastante radioactivo: está bombardeado de manera constante por rayos cósmicos y radiación solar, los suelos de todo el planeta contienen elevadas cantidades de torio, uranio y otros materiales radioactivos, y el gas radón penetra en nuestros hogares a través de fisuras en los pisos.
En muchas partes del mundo existen zonas como Kerala, en la India o varias regiones de arenas negras de Brasil, o de Noruega, que tienen una radioactividad natural de fondo que es mayor que la que hay actualmente en la central de Chernobyl –para no hablar de los alrededores de la central. Sin embargo, esas regiones del mundo están pobladas por personas con notables índices de longevidad y bajas tasas de cánceres –aunque de acuerdo a los cánones de Greenpeace y la teoría LNT tendrían que ser evacuadas de manera urgente.
El origen de la tontería
Los enamorados de esta teoría experimentan con animales administrándoles dosis de radioactividad cada vez más elevadas hasta que se observan los primeros daños a las células o al ADN. Anotan esa cifra (roetgen, curies, becquereles, etc) y las trasladan a un gráfico de coordenadas cartesianas, y determinan en el eje de las Y el nivel de la dosis administrada y en el eje de las X el tiempo de exposi-ción observado. Una vez determinado el punto en el gráfico trazan una línea recta hasta el cero de ambas coordenadas y dicen: “¿Ven? cualquier dosis de radiación es perjudicial en el tiem-po. La radioactividad es mortal en el largo plazo.”
Esta afirmación será respondida con una carcajada por todos aquellos que han experimentado un trata-miento de radioterapia y se han curado de algún cáncer –entre ellos quien escribe esto, que recibió en Noviembre de 1995 un tratamiento de 30 días de duración mediante un acelerador lineal Siemens para tratar un cáncer maligno de próstata. Poco más de 10 años más tarde, el antígeno prostático indica un valor de 0,8 (lo normal para la edad sería de 6 a 10) lo que indicaría que el cáncer ha sido eliminado totalmente. De acuerdo a la teoría LNT la radioactividad debería haberme matado como a uno de los liquidadores de Chernobyl. Hay algo que no nada con la LNT.
El informe de TN Ecología se basa en una buena filma-ción por el camarógrafo que le acompañó (otro sobre-viviente!), la actuación siempre eficiente de Elguezábal, algunas entrevistas con respuestas traducidas al caste-llano y texto sobre la pantalla, y bastante material pro-visto por varias fuentes, entre ellas la inefable Green-peace. También hay material tomado del sitio web de la bella motoquera Ucraniana Elena Filatova Vladivirovna, conocida también como Kid of Speed, cuya página web contiene fotos y videos tomados por ella en un reciente viaje a la central.
La página relativa a Chernobyl comienza diciendo: “Mi nombre es Elena. Yo mantengo este sitio web y no tengo nada para vender.” Bueno, dije, en algo nos parecemos. Yo tampoco vendo nada, y como ella, colecciono reliquias de la Segunda Guerra Mundial, de manera que quizás sea sincera y creíble.
“Por una donación de 25 dólares o más, le enviaré un CD y un DVD a la dirección que usted especifique. El CD contiene más de 230 fotos alta resolución de Chernobyl y áreas aledañas, desde 1986 hasta 2005. Se incluyen muchas fotos raras e interesantes que no están en mi sitio web. El DVD contiene dos horas de documentales en video tomadas por mi, del accidente de Chernobyl. Producidas en diferentes años, narradas en inglés. Los discos serán enviados a todo el mundo, al siguiente día desde Ucrania. Haga clic en el símbolo para hacer un pago vía Pay Pal.
El sitio web de Elena ha sido sumamente criticado y atacado por mucha gente, incluso en Wikipedia, pero yo no lo haré. Ella vende su CD y su DVD, y dada la inmensa cantidad de gente que acude a su sitio web, no dudo que podrá cambiar de moto cada tres meses. Chernobyl, lo mismo que el Ché Guevara, es una vaquita que da leche de manera inacabable. Algo de magia tiene que haber en la palabra “Che” que provee tanto éxito durante tanto tiempo: hasta Chespi-rito Gómez Bolaños está en el club de los Che.
Un poco desilusionado con mi motoquera Elena me puse a analizar las fotos obtenidas del programa de Sergio Elguezabal, TN Ecología y compararlas con el mensaje que se nos estaba enviando a los argentinos.
El mensaje era claro por demás: la radioactividad caída en los alrededores de Chernobyl había convertido a la región en una zona mortal por miles de años por delante, y la gente de regio-nes más alejadas como Bielorrusia, Rusia, o Polonia, también sufrirían espantosas consecuencias. La prue-ba? La ciudad de Prypiat está desierta, abandonada, nadie puede entrar sin permiso. La muerte ronda por las calles.
Algunas contradicciones evidentesQuienes (como yo) hemos trabajado alguna vez en una central nuclear y, por necesidades del cargo tuvi-mos que ingresar alguna vez al Edificio del Reactor, (o edificio contenedor), estábamos obligados a hacerlo siguiendo una serie de normas sumamente estrictas: si el reactor estaba fuera de servicio (apagado) teníamos que vestir un guardapolvo especial, cofia, y calzar encima de nuestros zapatos unas fundas de tela. Esas prendas eran devueltas a un recipiente especial luego de pasar por el examen de contaminación, y serían lavadas y descontaminadas a posteriori. Sobre el pecho, a la altura del corazón, nos prendían una tarjetita que contenía un dosímetro para llevar la cuenta de la radiación que recibiríamos durante nuestra permanencia en el sector crítico. No se puede jugar con el dosímetro, no se lo puede cambiar de lugar; no se puede meterlo al bolsillo, por ejemplo.
Si se tiene que ingresar dentro del edificio contenedor mientras el reactor está en funcionamiento, las con-diciones son muy diferentes. Hay que usar trajes especiales de protección contra la radioactividad, forrados con plomo, con cascos y antiparras especiales y máscaras de respiración con filtros.
Grande fue mi sorpresa (como lo habrá sido la de todos quienes trabajan en las centrales nucleares y sitios que manejan radiactividad), cuando se ve a Sergio Elguezabal caminado con gran tranquilidad, sin temor alguno, por el “foco radioactivo” de la ciudad de Prypiat, en mangas de camisa, y sin ningún dosímetro a la vista. (Ver foto de más arriba). Entonces, la conclusión es que no es necesario usar dosímetros en Prypiat porque la radiación es tan baja que no es necesario hacerlo.
Sí lo hace Sergio Elguezábal durante su visita a la oficina del director de la planta de Chernobyl, donde luce su dosímetro celeste colgando del cuelo de una tira azul. Lo mismo hace el Director de la planta, que le explica a Sergio la historia del accidente mostrando una gran maqueta de la central. ¿Por qué en la oficina sí se usa dosímetro, y en el exterior de la planta no?
En una de las tantas tomas en “zona cero”, a unos 40 o 50 metros del sarcófago del Reactor No. 4, separados por una verja de hierro, se ve conversar a Elguezabal con Bruno Rebella, un italiano represen-tante de Greenpeace Italia, y ninguno de los dos usa un dosímetro ni ropas especiales de nin-guna clase. Entiéndase bien: están a 40 metros del reactor destruido que, según ellos, está filtrando radioactividad al ambiente, en mangas de camisa, como si estuvieran de pic-nic en Carlos Paz!
¿Cómo creer, entonces, que la radioactividad ha hecho imposible vivir en la región de Chernobyl, cuando dos de los más ardientes atacantes de la energía nuclear y la radioactividad nos están demostrando que ni siquiera al lado del Reactor No. 4 hay un nivel de radioactividad que pueda ser perjudicial para la salud? Ni Rebella ni Elguezabal son suicidas, estoy seguro –lejos de eso! Pero sus paseos por la región han sido largos, continuos y meditados, sin que parezca haberles preocupado mucho la peligrosa cercanía con tamaña fuente de radioactividad. ¿O no es para tanto?.
Personalmente, yo hubiese usado un dosímetro para saber cuando hay que alejarse del lugar. Por supues-to, si la radiación ambiente fuese más alta de lo que muchas normas de protección radiológica indican, yo tomaría muchas precauciones. Por la actitud de ambos San Jorges de las Centrales Nucleares, los niveles de radiación no parecen ser peligrosos.
Y se remata la nota de TN Ecología con una entrevista a una aldeana muy simpática que ha retornado con su marido a vivir en la región cercana al reactor, cultivan toda clase de vegetales y verduras para subsistir, y hasta venden las papas que cosechan a los pobladores cercanos, quienes les compran un producto que debería estar espantosamente contaminado con radioactividad –al decir de Greenpeace, por supuesto.
Entonces, qué está pasando realmente en los alrede-dores de Chernobyl, y en el patio de la misma central? Lo que la actitud indolente y despreocupada de Elguezábal y Rebella se contradice con todo el mensaje apocalíptico que ellos están enviando a gente que no sabe nada del tema. Lo que muestra es que detrás del cuento de la radioactividad hay algo sumamente extraño, que convendría seguir investigando –tal como lo han hecho miles de científicos que se reúnen en Viena para los congresos sobre Chernobyl y donde se analizan todos los estudios que se han hecho hasta la fecha sobre la población expuesta y sus descendientes.
Aquellas personas que están desconcertadas con las contradicciones que existen entre nuestras afirmaciones y las de TN Ecología y Greenpeace, deberían seguir investigando por su cuenta –pero en sitios confiables donde los estudios científicos están a disposición de quienes deseen estudiarlos. Un punto de inicio de la investigación sería ir a la página web de la INTERNATIONAL CONFERENCE: ONE DECADE AFTER CHERNOBYL Summing up the Consequences of the Accident, Vienna, Austria 8-12 April 1996 (en Inglés), http://www.iaea.org/worldatom/Programmes/Safety/Chernobyl/concls17.html
¿Radioactividad a Largo Plazo? No parece tan mala...Unas 10.000 personas que vivieron en edificios de apartamentos altamente radioactivos en Taiwán durante 9 a 20 años, tienen tasas de muerte por cáncer que son una fracción (3%) de las tasas de mortalidad por cáncer de la población en general. El acero reciclado usado para construir unos 180 edificios en 1983 fue contaminado accidentalmente con fuentes descartadas de cobalto-60, lo que no fue descubierto hasta 1992.
Un artículo publicado en el Journal of American Physicians and Surgeons Vol. 9, No. 1 (Primavera 2004), informa de un extenso estudio hecho sobre la población afectada por un equipo de científicos conducido por el Dr. W.I. chen, jefe del Departamento de Protección Radiológica de la Comisión de Energía Atómica de Taiwán (AEC, Atomic Energy Commission).
Aunque muchos residentes recibieron muy altas dosis totales de radiación, "los exámenes médicos no revelaron la presencia de ningún síndrome de enfermedad por radiación," dice en su estudio Chen et al. Todavía más, no se detectaron aberraciones cromosómicas en los análisis de sangre. En efecto, el artículo declara: "La conclusión general del AEC es que los estudios de aberraciones cromosómicas indicaron que los grupos que habían recibido dosis más altas parecen tener menores niveles de aberraciones en sus cromosomas."
El artículo científico concluye diciendo que "La tasa de mortalidad por cáncer observada en la población expuesta es apenas del 3% de la mortalidad por cáncer de la población en general… es particularmente impactante, y consistente con el modelo de hormesis de radiación. Esta evaluación sugiere que la irra-diación crónica podría ser una efectiva profilaxis contra el cáncer."
Los autores del estudio hicieron notar que sus hallazgos son un enorme alejamiento de aquellos esperados por las actuales normas de protección radiológica, que se basan en el modelo Lineal Sin Umbral, y que ellos recomendaban una “reevaluación de estas normas…" Ver en Las Tasas de Cáncer Caen Abrup-tamente en Residentes de Edificios Radioactivos
Los autores sugieren también que la exposición a largo plazo de dosis de radiación a unos 5 rem (50 mSv) anuales “reduce grandemente la mortalidad por cáncer …” y pide a los científicos médicos y organizaciones que “evalúen seriamente esta y otras evidencias” que muestran la existencia de la hormesis por radiación.
Las cifras estadísticas oficiales de Taiwán son:En niveles excesivamente altos la radiación ionizante resulta mortal (causa de muerte de los 32 liquidadores y pilotos de helicópteros rusos) a causa de "enfermedad aguda por radiación."
A dosis medias causará un aumento del cáncer de tiroides en adultos, dependiendo de la cantidad del isótopo Iodo-131, especialmente en niños (que son más sensibles a la radiación), pero no tiene una tasa elevada de mortalidad y es fácilmente curable,
A bajas dosis se comprueba un fuerte efecto "hormético", es decir, altamente beneficioso para la salud, evidencias obtenidas de numerosos experimentos con animales y observaciones en seres humanos, corroboradas por los habitantes de los edificios Coreanos mencionados más arriba,
se puede llegar a la conclusión que el nivel de radioactividad que existía en Prypiat y cerca del Reactor No. 4 de Chernobyl (la Bomba Dormida), era tan bajo, tan dentro de lo aceptado por las normas de seguridad internacionales, que no era necesario ni obligatorio el uso de los odsímetros ni de ropas especiales anti-radiación. Pero todo el tiempo nos estuvieron hablando de los horribles efectos de la radiación y de todos los muertos que había causado (200.000 según Greenpeace) y de lo contaminado que estaba que nadie podría volver a vivir allí durante varios siglos por venir. Greenpeace y TN Ecología nos han querido engañar con el más viejo de todos los cuentos del Tío, el de "si no hace lo que le digo se muere" que es lo que dicen los asaltantes cuando nos ponen la navaja al cuello y la mano en la billetera.
Eduardo Ferreyra
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