por Eduardo Ferreyra
10 de mayo, 2008
Al Gore ha perdido completamente la vergüenza. Nada nuevo, por otra parte. Se sabía desde fines de la década de 1980 que se trataba de un mentiroso compulsivo, que se atribuía la responsabilidad por la creación de la Internet; de que su mentor en ciencias era el respetado científico y ecologista Roger Revelle –mientras que en ese momento Revelle escribía junto al famoso escéptico Profesor Fred Singer un libro donde ponía en duda la responsabilidad del hombre en el calentamiento global y consideraba al asunto como un fraude científico. También fue sorprendido en Argentina mintiendo sobre la ceguera que el agujero de ozono de la Antártida le había causado a las liebres y ovejas de la Patagonia.
Más tarde, su carrera como mentiroso profesional siguió con su papel principal como modelador del Protocolo de Kioto y su acción conjunta con la petrolera Enron (la del gigantesco fraude y escándalo financiero que terminó con sus directivos condenados a 25 años de cárcel –Gore se salvó de ser complicado en el asunto) para diseñar el esquema del comercio o “tráfico” de bonos de carbono, o “permisos a la industria para seguir contaminando”, como algunos ecologistas bautizaron más tarde.
Siguió luego con su gran campaña promocionando su fraude de fantasía científica llamado “Una Ver-dad Incómoda,” y la afirmación de que el huracán Katrina había sido causado por el calentamiento global. No importa que casi todos los climatólogos y meteorólogos del mundo hayan desmentido esta falta de seriedad científica, Al Gore persiste con su machacona mentira, culpando al calentamiento y al CO2 de cualquier tontería que ocurra en el mundo.
Claro que no podía desaprovechar la oportunidad que el reciente ciclón Nargis, que azotó las costas de la antigua Birmania, hoy Myanmar, le brindaba para seguir promocionando su desinformación y su gran negocio de venta y tráfico de bonos de carbono –los permisos para seguir contaminando. En una entrevista en la Radio Pública Nacional (NPR) del 6 de mayo pasado, dijo:
”Y mientras estamos hablando hoy, Terry, la cuenta de muertos en Myanmar por el ciclón que golpeó allí ayer se ha elevado desde 15.000 a un número mucho más alto que ahora se está especulando. Y el año pasado una tormenta catastrófica cayó el otoño pasado sobre Bangladesh. El año anterior, el ciclón más poderoso en 50 años en China –y estamos viendo consecuencias que los científicos han predicho desde hace tiempo que podrían estar asociadas con el continuo calentamiento global.”
Gore afirmó que el calentamiento global está forzando la elevación de las temperaturas de los océanos, lo que está causando que se intensifiquen las tormentas, incluyendo ciclones y huracanes.”
Es importante notar que en el creciente consenso entre los científicos del clima es que, aunque ninguna tormenta puede ser individualmente atribuida al calentamiento global –siempre hemos tenido huraca-nes,” dijo Gore, “Sin embargo la tendencia hacia más tormentas de categoría 5 –las grandes y la tenden-cia hacia tormentas más fuertes y destructivas parecen estar ligadas al calentamiento global y específi-camente al impacto del calentamiento global sobre las mayores temperaturas en los primeros 60 me-tros del océano, lo que empuja a la energía de convección y humedad hacia esas tormentas y las hace más poderosas.”
Pero ¿Qué hay de cierto detrás de todo lo que Al Gore dice sobre el ciclón Nargis y la tendencia a un aumento de los huracanes, ciclones y tormentas? ¿Podría ser cierto?
Este gráfico de las tormentas registradas en el Atlántico nos dice que el asunto parece ser al revés: después de las apocalípticas predicciones que si hicieron a consecuencia del huracán Katrina de 2005, de que los huracanes aumentarían su número, frecuencia y potencia, las dos temporadas siguientes -2006 y 2007- fueron decepcionantes para Al Gore y sus amigos alarmistas: En esas temporadas apenas se registraron 5 huracanes de categoría 1 y mayores.
Pero ¿Qué hay de cierto detrás de todo lo que Al Gore dice sobre el ciclón Nargis? ¿Podría ser cierto?
Gore dice que el calentamiento global está causando el calentamiento de las aguas de los océanos, y que los científicos le han dicho que la diferencia de temperatura entre el agua del mar y la atmósfera es la causante de la formación de los huracanes, ciclones y tifones en el mundo. Entonces lo mejor será echar una mirada a los hechos observados y a las evidencias científicas disponibles.
Primero miremos la manera en que baja troposfera se estuvo enfriando durante 16 meses:
Figura 1: La traducción del texto dice: Los satélites de la NASA miden enfriamiento global de la tro-posfera baja desde Enero 2007 a Abril 2008. La línea verde es la temperatura global; la línea azul son los océanos; y la línea roja los océanos tropicales, de los cuales el Índico es uno de ellos.
A continuación nos fijamos en el mapa que el Earth Observatory de la NASA nos proporciona sobre el lugar de formación del ciclón Nargis y la ruta que siguió hasta Myanmar. Se formó al este de la costa de la India el 28 de abril pasado, y entre el 2 y el 3 de mayo tocó la costa como categoría 4, bajando de inmediato a 3, 2, 1, terminando como tormenta tropical a fines del 3 de mayo.
Vemos que el ciclón se formó al Noreste de Sri Lanka, en una zona del mar Índico que se identifica en el mapa que sigue abajo, con un color verde claro, mostrado por una flecha roja. Este mapa corres-ponde a las temperaturas que había sobre los océanos del mundo entre el 27 de abril y el 3 de mayo de 2008, durante la formación y desarrollo del Nargis. El color verde claro corresponde a una anomalía de disminución de la temperatura del mar. El mar estaba más frío que lo normal!
Pueden los lectores ir al siguiente sitio de los archivos del NOAA para obtener mapas de las anomalías de temperaturas del mar durante las semanas previas y no hallarán anomalías relevantes. De modo que, si el mar estaba más frío que lo normal, y la baja troposfera se había enfriado, ¿por qué se produjo el ciclón? Dado que la diferencia entre las temperaturas del mar y la de la troposfera es la causante de la formación de las tormentas, la explicación que queda es que la troposfera se había enfriado más que la superficie del mar y el gradiente (o diferencia de temperatura) era mayor que de costumbre.
Ahora bien: si el mar se había enfriado, y la troposfera también se había enfriado bastante más, ¿cómo queda la teoría del calentamiento global ante un doble enfriamiento? Todo parece indicar que los astrofísicos están ganando la partida y el debate del calentamiento, ya que la baja actividad del sol y el aumento de la nubosidad parecen estar enfriando al planeta a pesar del aumento constante del dióxido de carbono en la atmósfera.
Pero el enfriamiento de los océanos, hecho registrado y confirmado por las 3000 boyas Argos desple-gadas en todos los océanos del mundo desde 2003 es un hecho establecido sin sombra de duda que aumenta la capacidad de absorción de CO2 de los océanos y disminuye la liberación (o desgasificado) del CO2 disuelto en los mares del mundo. De tal forma, el Observatorio del Monte Mauna Loa ha registrado una disminución en la acumulación de CO2 en la atmósfera en lo que va hasta marzo 2008, como lo muestra el gráfico, apoyando nuestras afirmaciones de más arriba:
Entonces Sr. Al Gore, sería muy conveniente para no seguir apareciendo como mentiroso, o como un ignorante total de los hechos científicos, que antes de hacer afirmaciones alocadas y faltas de bases científicas se informara un poco más sobre el planeta en el que está viviendo y tenga más respeto por la inteligencia de la gente que tiene que sufrir sus declaraciones.
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