Por Eduardo Ferreyra
Ban Ki-moon sigue el ejemplo de Kofi Anan, y va en camino a convertirse en uno de los peores Secretarios Generales de las Naciones Unidas. Bah!, total, para lo que sirven…
Esta vez sus asesores le jugaron una mala pasada con los pingüinos de la Antártida, demostrando que una banda de incompetentes no valen lo que un solo experto con cerebro. En su reciente visita a una base Chilena en la Antártida, emitió las usuales declaraciones alarmistas en relación al calentamiento global y añadió, para apuntalar sus argumentos, algunos serios errores relacionados con la ciencia.
En el informe del evento, aparecido en el sitio web de las Naciones Unidas, se dice que las temperatu-ras en aumento en la Antártida muestran los crecientes peligros del cambio climático y la necesidad de una acción para enfrentarlo.
Como fiel empelado de nuestro conocido G·300, Ban Ki-moon sigue sus instrucciones y continúa alar-mando a los incautos sobre el cambio climático. Como una contradicción a su pensamiento, el Secreta-rio General está “galvanizando” voluntades para apoyar esta pretensión en la próxima reunión del IPCC en diciembre sobre el calentamiento global, en una isla que no es precisamente fresca: Bali, en pleno trópico. Parece que los funcionarios, aterrados por el futuro calor les encanta reunirse en países cálidos. Por supuesto, en hoteles 5 estrellas pagados por nuestros gobiernos –por usted.
Dijo que los paisajes de la Antártida son “raros y maravillosos”, pero también “profundamente per-turbadores a medida de que el hielo continúa derritiéndose a un ritmo acelerado". Sus asesores debieron avisarle que en 2007 la banquisa de hielo de la Antártida marcó su record histórico de extensión –nunca antes hubo tanto hielo alrededor de ella. Si ello tiene que interpretarse como “derretimiento”, hagamos la valijas, y que el último en salir apague la luz.
Avisó que “La Antártida está al borde de una catástrofe –para el mundo.”
Dicen que ofreció duras cifras para ilustrar su punto, notando que los glaciares de la Isla King George se han retraído un 10 por ciento, mientras que algunos en la Admiralty Bay lo hicieron 25 kilómetros. Como siempre, de manera muy conveniente para los argumentos del G300 y su legión a asalariados, se olvidó de decir que la Isla King George esta a 120 km al norte de la Península Antártica, el único lugar de la Antártida que ha visto un calentamiento en los últimos años. Y, por supuesto, se “olvidan” de decirle a la gente que el calentamiento se debe a un cambio del patrón de los vientos que ahora vienen de regiones al noroeste, más cálido, como se puede observar en el estudio siguiente:
También, entre sus numerosos “olvidos” y “omisión de los datos científicos”, está el hecho que la ente-ra Península Antártica es nada más que el 2% del continente blanco –que está marcando récords de enfriamiento. Este año la base rusa Vostok marcó el récord mundial histórico de frío con 81,3ºC bajo cero en la superficie.
En cuanto a la barrera de hielo Larsen-B, ya sabemos que su colapso (no derretimiento!) lo hizo por causa de su gran crecimiento. El exceso de peso rompió su anclaje con tierra firme y toda la barrera, que era como un balcón suspendido de sus extremos en tierra firme, cayó al mar de un solo golpe. Los científicos afirman que en el pasado, la barrera Larsen ha sufrido periódicamente esta clase de colapso.
Luego comete el eterno error de ignorar la diferencia entre las consecuencias para el nivel del mar del hielo flotante y el hielo de tierra firme. Dijo: “Se trata de hielo flotante, un quinto de todo el continen-te. Si se rompe, el nivel del mar crecerá 6 metros, o 18 pies” Se nota que el libreto se lo escribió Al Gore. También hizo notar que “cada años se pierden 138 toneladas de hielo.” ¿Nada más? Es una gota en el Océano! El hielo de la Antártida pesa varios billones de toneladas. 138 toneladas alcanzan para el whiskey de las reuniones del IPCC en sus hoteles 5 estrellas...
Por otro lado, y más grave todavía, es su ignorancia (y la de sus asesores “científicos”) de que los hielos que flotan no contribuyen al ascenso del nivel cuando se derriten! Las leyes de la física nos juran por todos los Evangelios que el hielo, al derretirse, devuelve al mar el mismo volumen tomado durante el congelamiento. Vaya con la metida de pata! Suena como una verdadera AlGoreada…
Y entonces llegamos a la parte de los pingüinos –nada que ver con los amigos de Kirchner- diciendo que “señales profundamente preocupantes” eran la disminución de la población de pingüinos en Chabrier Rock (parte de la Isla King George) “que ha caído un 57% en los últimos 25 años.” Añade su clásico toque emocional: “Qué pasará con la marcha anual de pingüinos en el futuro? ¿Habrá siquiera una?”
A todas luces, los datos de Ban Kin-moon fueron extraídos del estudio: “Reciente disminución de los pingüinos barbijo (Pygoscelis antarctica) en dos islotes de la Admiralty Bay de la Isla King George, Islas Shetland del sur, Antártida,” de Martin Sander, Tatiana Coelho Balbão, Michael John Polito, Erli Schneider Costa y Ana Paula Bertoldi Carneiro, donde dicen, entre otras cosas:
Abstracto: Examinamos las poblaciones de pingüinos de barbijo (Pygoscelis antarctica) en Chabrier Rock y SAG Island dentro de la Admiraltyu Bay, Isla King George, islas Shetland del Dur, Antártida, desde2002 a 2004. cuando comparamos nuestros resultados con los datos históricos de 1979, hemos encontrado una declinación del 57% en os últimos 25 años, en espejo con la tendencia de población de esta especie en otras regiones de la Península Antártica.
Me destroza el corazón. Pero, con el corazón destrozado, acudí a la lista de especies en peligro de extin-ción de la UINC, la llamada Lista Roja de Especies en Peligro de Extinción, una agencia de las Naciones Unidas, y encuentro, oh, sorpresa! que las cosas no son tanto ni tan poco. Veamos:
La variedad Ygoscelis papua en las Islas Georgia del Sur, y las Islas Sándwich del Sur (GB), las Islas Malvinas (GB), las islas Orcadas del Sur y Shetland del Sur, Prince Edgard y Marion (Sudáfrica), Cro-zet y Kerguelen (Territorios franceses del sur), Heard Island (Islas Heard y McDonald) [Australia]), y Isla Macquaire (Australia), y la Península Antártica.
La población total (mínima) ha sido estimada en 314.000 pares. Las poblaciones en la Península Antár-tica (25% del total) están aumentando en la mayoría de los sitios, algunos (por ej.: Isla Signey) se ha duplicado en los últimos 20 años.
Por el contrario, las poblaciones de las islas sub-antárticas (75 del total) podrían haber disminuido sustancialmente. … Relevamientos más recientes en las Islas Malvinas mostraron que la población aumentó de 65.000 pares en 1995-96, a 113.000 pares en el años 2000, mientras que un aumento sugerido en Macquaire necesita ser confirmado. Las amenazas incluyen perturbación por los humanos, polución local, y potencial interacción con las pesquerías.
“Al mismo tiempo, el césped está creciendo por primera vez en la Isla King George, donde llueve con mayor frecuencia de la que nieva.”
Creo que nadie le dijo del actual récord de hielo en la Antártida y el sostenido crecimiento del hielo en el 98% del continente. Como las comparaciones se hacen con los registros obtenidos por los satélites a partir de 1979, es muy posible que el frío haya sido mayor en las décadas del 60 y 70, como ya hemos visto que así fue, y el tamaño de los hielos fuera mayor que, por ejemplo, en la década más caliente de los años 30. Esto nos recuerda al pronosticador del tiempo que predecía tiempo soleado mientras llovía a cántaros. Si hubiese mirado por la ventana antes de hacer su predicción, no habría parecido tan estúpido.
Cuando alguien hace declaraciones que están obviamente alejadas de la realidad, realmente hiere su credibilidad. Lo hace a uno marcar sus palabras de manera permanente como algo que se puede seguir repitiendo. En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso. Ban Kin-monn, váyase a su casa y juegue con los Play Station coreanos.
¿No se ha preguntado, acaso, cuánto ha fluctuado la población de pingüinos durante los últimos 150 años? ¿Estaba la población en un máximo histórico hace 25 años, y ahora está retornando a un nivel “normal”? No se disponen de los datos necesarios para poder afirmar que esto sea algo preocupante. Lo más probable es que la fluctuación sea completamente normal.
En cuanto al césped de la Isla King George: la isla fue descubierta en 1819. Nos preguntamos, de mo-lestos que somos, si hubo alguna vez césped creciendo en la isla en los últimos 100, 200 o 1000 años. Una rápida búsqueda en Google nos muestra que la Deschampsia antarctica es una variedad indígena de la Isla King George. Es oriunda de allí! No es nada extraño que todavía siga creciendo y asom-brando al coreano ignorante dado que siepre estuvo allí!. Entonces, cada vez que usted escuche decir “Por primera vez en la historia”, le autorizo a que permanezca escéptico ante esa afirmación. Evitará que le metan la mano en el bolsillo.
Si alguien le interesan los estudios en inglés, y quiere darse cuenta de que no le estamos mintiendo, este estudio de 1995 le dará una buena visión del balance de energía de la isla King George. Pero, por desgracia, las precipitaciones no han sido clasificadas en lluvia y nieve por separado. Pero peor es casarse.
Por último, parece que Ban Kin-moon cree que los pingüinos se extinguen porque no resisten el calor. En Argentina está la mayor pingüinera del mundo, Punta Tombo, en Chubut, cerquita de Puerto Madryn. Si quiere divertirse viendo a los pingüinos mezclándose con los guanacos, vaya a esta página y lo verá. O si alguna vez estuvo en Mar del Plata, o hasta en Rio de Janeiro, habrá visto pingüinos muy contentos con el calorcito.
Última reflexión: Ban Kin-moon viene a ser de lo más sabio que hay en las Naciones Unidas. Por algo lo eligieron Secretario. Me pregunto cómo serán los más brutos.
Por todo esto, señor Secretario, perdóneme si no puedo sentir el menor respeto por usted. Quien ocupa un cargo de tanta importancia para los habtantes del mundo tiene la obligación de ser más pru-dente en sus declaraciones y, más aún, en las decisiones que impulsa porque podrían tener gravísimas consecuencias para todos quienes aún absurdamente confiamos en nuestras "autoridades".
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