Nueva documental de NatGeo es propaganda alarmista y promueve la ciencia basura

Nueva documental de NatGeo es propaganda
alarmista y promueve la ciencia basura

Mike Nasi

Climate Change Dispatch
Enero 4, 2019

Al anunciar la retirada de Estados Unidos del acuerdo climático de París el año pasado, el presidente Donald Trump declaró: "Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no a París".

Una compañía llamada RadicalMedia y Bloomberg Philanthropies intentó contrarrestar al presidente esta semana con el lanzamien-to de un documental titulado "París a Pittsburgh" en el National Geographic Channel.

Tomando una increíble libertad con los hechos y jugando con temores y falsas esperanzas, el documental proyecta una visión catastrófica del clima extremo, y lo atribuye a la energía fósil a lo largo del camino.

Este es un triste recordatorio de cuán mal informado se ha convertido el debate energético nacional. Difunde propa-ganda alarmista y promueve una propuesta de ciencia basura de que el mundo estaría de alguna manera mejor sin energía fósil, mientras que nunca revela cómo esa misma energía ha hecho que nuestro mundo sea más resistente al clima.

Lo peor de todo es que la película ignora por completo la trágica continuación de la pobreza energética que las políticas miopes y centradas en las energías renovables infligen a los miles de millones de seres humanos en este planeta.

Se les está privando de electricidad asequible porque los fanáticos del medio ambiente abogan por restringir nuevos proyectos de energía fósil en naciones que simplemente no pueden permitirse electrificar a sus naciones a escala con cualquier otra cosa.

La película tampoco podría ser más inoportuna o mal titulada.

Invocar a París como una especie de faro de política energética inteligente es irónico, dado que París se está que-mando a manos de manifestantes de la clase trabajadora que se oponen a las políticas de cambio climático que aumentan intencionalmente los precios del combustible. Vea: Las protestas en chalecos amarillos se extienden por toda la UE, dejan sin palabras a los activistas del clima. Mientras tanto, el alcalde demócrata de Pittsburgh, por motivos políticos, afirma que las políticas similares a las de París son la razón por la que Pittsburgh ha limpiado su ley. Pero los hechos en el terreno cuentan una historia muy diferente.

Pittsburgh es un faro de cómo se puede limpiar el medio ambiente con energía fósil, no a pesar de ello. Cualquier persona que visitó Pittsburgh hace décadas no puede dejar de notar qué tan claros están sus cielos ahora, y los datos respaldan esa observación. Pero esas ganancias no provinieron de las políticas miopes de energía antifósil.

Por el contrario, como muchas otras grandes ciudades de Estados Unidos, el entorno de Pittsburgh mejoró gracias a la tecnología, no a la ideología. A pesar de las implicaciones de la película, los mineros del carbón, los perforadores de petróleo y gas y los trabajadores del acero todavía están en Pennsylvania. Solo están haciendo su trabajo más limpio y más fino que nunca.

La reducción del 90 por ciento en la contaminación del aire y el agua en Pittsburgh se produjo porque encontramos una forma más limpia de aprovechar la energía fósil a través de centrales eléctricas de alta eficiencia y tecnologías mejoradas de fabricación de acero como los hornos de arco eléctrico (EAF).

Solo es necesario hacer un seguimiento de la dramática caída de la contaminación del aire en todo el país a lo largo de los años 80, 90 y 2000 para ver que el despliegue de estas y otras tecnologías de control de la contaminación produjeron un aire más limpio, no una ideología de combustibles fósiles o un aumento marginal de las energías renovables.

Aparte de la ironía de su título, la película "París a Pittsburgh" representa el peor tipo de ciencia basura y de terror. La premisa fundamental de la película es: a menos que Estados Unidos tome medidas agresivas para reducir las emisiones de CO2, veremos un impacto desastroso del aumento del nivel del mar en el orden de tres, seis e incluso 20 pies. (Vea: Climatólogo contrarresta las predicciones de clima y desastre con el informe del nivel del mar)

Pero una vez que se revelan los hechos reales, la premisa de la película es ridícula.

Estos son los hechos: si las emisiones de Estados Unidos se eliminaran por completo en 2020, el modelo RCP4.5 estándar del IPCC, que merece ser criticado por derecho propio, predice que la concentración atmosférica de CO2 sería 2.1% más baja en 2050.

Un cambio inmediato a 100 por ciento de electricidad renovable (que es el tema principal de la película), incluso si se lograra el año próximo, reduciría los niveles de 2050 CO2 en sólo un 0,7 por ciento.

Por lo tanto, los datos de los fanáticos del clima muestran que eliminar y mucho menos reducir las emisiones de los Estados Unidos contribuirá poco o nada a evitar las supuestas consecuencias catastróficas que la película usa como el llamado a los Estados Unidos a dejar de usar combustibles fósiles.

Los patrocinadores de esta película deberían pasar menos tiempo jugando con modelos de la ciencia del clima y más tiempo practicando matemáticas básicas. Mientras tanto, las políticas requeridas para reducir las emisiones de CO2 de una manera significativa harían un daño real a este país y las sociedades de todo el mundo. El último informe del IPCC exige impuestos al carbono que aumenten el combustible desde $ 1.20 hasta $ 49 por galón para 2030.

Los parisinos se están amotinando por un aumento de sólo 25 centavos por galón, imagine el potencial para el caos creado por un aumento de $ 49 por galón. La explosión del costo energético de estas políticas paralizaría la mayoría de las economías, incluida la nuestra.

Sin mencionar cómo será la vida sin acceso a una energía confiable y abundante para miles de millones de ciudada-nos del mundo en desarrollo que tienen problemas más grandes que sentirse culpables por la forma en que cargan su iPhone.

Cambios de clima. Cambios climáticos. La verdadera historia sobre el clima y el clima de los últimos 100 años es cuán increíblemente resistentes se han vuelto los humanos debido al acceso a energía fósil asequible y confiable.

Pittsburgh y Estados Unidos han demostrado que se puede aprovechar la energía fósil, hacer los bloques de construcción de la sociedad moderna y limpiar el medio ambiente.

Y, no, no necesita miles de millones de dólares en subsidios renovables para que esto ocurra. Sólo necesitas ciencia, tecnología y libertad económica. Esa es la base sobre la cual se construyó nuestro país.

Mike Nasi es el director ejecutivo de Life: Powered , un proyecto de la Fundación de Políticas Públicas de Texas y socio de Jackson Walker LLP. Mike tiene 25 años de experiencia en regulación ambiental y energética.

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