El segundo robo involucró la admisión de las severas limitaciones de su ciencia, pero convenciendo al público de que estaba resuelto. Ellos producen “Las Bases de la Ciencia Física” sabiendo que muy pocos lo leen o compren-den. Es completado y dejado a un lado mientras escriben una Informe Síntesis o Resumen Para Hacedores de Políticas, y publicado en una orquestada conferencia de prensa meses antes del Informe Científico. Los dos son marcadamente diferentes.
El tercer robo involucra las afirmaciones del Resumen de que los modelos computados son científicamente válidos. De manera invariable, los medios hacen foco sobre las proyecciones de temperaturas poniendo en los titulares a los aumentos más grandes. Estas proyecciones han sido predeterminadas, y siempre están equivoca-das. El Informe Científico explica por qué no pueden ser correctos. Aquí van 17 citas del Capítulo 8 del Informe Científico AR4 de 2007:
Sin embargo, los modelos todavía muestran errores significativos. Aunque estos son mayores a escalas más pequeñas, aún permanecen importantes problemas a gran escala.
Debido a las resoluciones limitadas de los modelos, muchos de estos procesos no están adecuadamente resueltos por la grilla de los modelos y en consecuencia tienen que ser parametrizados. La diferencia entre parametrizaciones son una razón importante del por qué difieren los resultados de los modelos.
Desde TAR [3er Informe del IPCC, 2003] hubo muy pocas evaluaciones de la capacidad de los modelos climáticos de simular a la humedad del suelo observada. A pesar de los tremendos esfuerzos para recoger y homogeneizar las medidas de la humedad del suelo a escalas globales (Robock et al., 2000), permanecen discrepancias entre las estimaciones a gran escala de la observada humedad del suelo.
El proyecto de Modelo Aerosol de Intercomparación, AeroCom, también fue iniciado para mejorar la comprensión de las incertezas en las estimaciones de los modelos, y para reducirlas (Kinne et al., 2003).
Nuestra evaluación es que aunque permanecen los problemas, los modelos del clima están mejorando en sus simulaciones de ciclones extra tropicales.
Desafortunadamente, los flujos totales de calor de superficie y del agua (ver Material Suplementario, Figura S8.14) no están bien observados.
Estos errores en la toma del calor oceánico también tendrán un gran impacto en la confiabilidad de las proyecciones del aumento del nivel del mar.
La evaluación del componente de la superficie de tierra en los modelos acoplados está severamente limi-tada por la ausencia de observaciones adecuadas, Permanecen grandes discrepancias en el albedo de las áreas forestadas bajo condiciones nevosas, debido a las dificultades en la determinación de la extensión del enmascarado de la nieve por la vegetación (Roesch, 2006).
La evaluación del componente hidrológico de los modelos climáticos ha sido mayormente conducido en desacople de los AOGCMs (Bowling et al., 2003); Nijssen et al., 2003; Boone et al., 2004). Esto se debe en parte a las dificultades para evaluar las simulaciones de escorrentías a lo largo de un rango de modelos climáticos debido a variaciones en lluvias, derretimiento de nieve y radiación neta.
A pesar de considerable esfuerzos desde el TAR, en los modelos permanecen las incertezas en la repre-sentación de la radiación solar (Potter and Cess, 2004). Muchos otros grupos han evaluado el impacto del acoplamiento de modelos específicos de carbono a los modelos climáticos, pero resultados claros son difí-ciles de obtener por los inevitable sesgos en los módulos terrestres y los atmosféricos (por ej.: Delire et al., 2003).
Los eventos de bloqueo son una clase importante de los regímenes sectoriales del tiempo (ver Capítulo 3), asociados con inversiones locales de los vientos del oeste en latitudes medias. También hay evidencia de conexiones entre bloqueos del Pacífico Norte u Sur y la variabilidad de ENSO… pero estas conexiones no han sido exploradas sistemáticamente en los AOCGMs.
A pesar de este progreso, persisten serios errores sistemáticos en el clima medio simulado y la variabilidad natural.
Debido al costo computacional asociado con los requerimientos de una estratosfera bien resuelta, los modelos empleados para la actual evaluación en general no incluyen a la QBO [Oscilación Cuasi Bianual].
En breve, la mayor parte de los AOGCMs no simulan de manera precisa a la variación intra-estacional de la precipitación de los mozones.
Para que los modelos puedan simular con precisión el patrón de variación estacional de la precipitación, ellos deben simular correctamente una cantidad de procesos (por ej.: evapotranspiración, condensación, transporte) que son difíciles de evaluar a una escala global.
Esto sugiere que las mejoras en curso en la formulación de los modelos, impulsada de manea primaria por las necesidades del pronóstico del tiempo podría conducir también a predicciones climáticas más confia-bles. La resolución espacial de los modelos acoplados océano-atmósfera usados en las evaluaciones del IPCC no es, en general, lo suficientemente alta para resolver los ciclones tropicales, y especialmente para simular su intensidad.
Muchos no entenderán los comentarios, que exactamente el punto. Algunos de estos, por sí solos, son suficien-te para invalidar a lo modelos. De manera colectiva, ellos son un desastre, pero ilustran la acusación de Robo a la Luz del Día. El IPCC puede decir “nosotros le dijimos de los problemas; no es culpa nuestra si usted no lo ha entendido.”