James Lovelock, el científico creador de Gaia, dice:
“Estaba equivocado y fui alarmista acerca del clima”
Andrew Orlowski
The Register
Abril 24, 2012
“Yo juré que la Tierra debería estar friéndose ahora.”
La luminaria ambiental, el Dr. James Lovelock, ahora dice que lamenta haber sido “alarmista” acerca de sus predicciones climáticas.
Hablando con MSNBC Lovelock admitió haber sazonado sus libros con predicciones apocalípticas merecedoras de titulares.
En 2006 el Dr. Lovelock predijo que la Tierra “contraería un fiebre mórbida” que destruiría a seis mil millones de personas –“las pocas parejas con capacidad de reproducirse que sobrevivan estarán en el Ártico donde el clima permanece tolerable,” predijo Lovelock. En 2009 le estaba diciendo al The Guardian que “podríamos enfrentar una devastación a escala planetaria peor que una guerra mundial irrestricta entre superpoderes.”
“Cometí una equivocación,” dice ahora el científico de 92 años.
“Se suponía que ahora deberíamos estar a medio camino en dirección de un mundo frito,” reflexiona el Dr. Lovelock. “El mundo no se ha calentado mucho desde el milenio. Doce años es un tiempo razonable. La tem-peratura estuvo casi constante, cuando debió haber estado creciendo –el dióxido de carbono está creciendo, de eso no hay dudas.”
“El problema es que no sabemos lo que está haciendo el clima. Hace 20 años creíamos saberlo. Eso condujo a algunos libros alarmistas –incluyendo al mío– porque se veía muy claro, pero no ha sucedido.”
Esto pone a Lovelock en el mismo territorio que científicos como el profesor del MIT, Richard Lindzen. “Una duplicación del CO2 contribuye sólo con cerca de 1º C al calentamiento del efecto invernadero,” explicó el profesor Lindzen. [pdf]
La realimentación positiva del vapor de agua y las nubes está postulada (y programada en los modelos del clima) para proveer el calentamiento “desbocado”. Pero esto está muy pobremente comprendido, y la evidencia obser-vacional sugiere que esta realimentación ha sido salvajemente exagerada. Lindzen encuentra que un 0,8ºC de calentamiento es consistente con una duplicación del CO2.
Lovelock piensa ahora que “Tendremos calentamiento global, pero ha sido diferido un poco.”
El Dr. Lovelock es famoso por haber creado la metáfora Gaia –ver a la vida en la Tierra como un sistema auto-reparador. Sus libros incluyen 'Gaia: la Ciencia Práctica de Medicina Planetaria'; 'Las Edades de Gaia'; 'Curando a Gaia'; 'La Desvaneciente Cara de Gaia'; y 'La Venganza de Gaia'.®
Comentario de Eduardo Ferreyra: Es cada vez más numeroso el número de científicos que comen-zaron dudando de la validez de la hipótesis del cambio climático causado por el hombre y luego fueron pasán-dose a las filas de quienes dudaron desde un principio del efecto que tiene sobre el clima una duplicación del CO2 atmosférico.
El ritmo a que los antiguos partidarios de la hipótesis AGW –o calentamiento global antropogénico, por sus siglas en inglés– se ha ido incrementado de manera exponencial, y ahora es común leer declaraciones de científicos de la NASA que exigen que esa organización del gobierno deje de publicar noticias alarmistas y desinformadoras sobre el clima, en especial las del Sr. James Hansen, astrónomo actuando como climatólogo que ha perdido casi todo contacto con los datos científicos que miles de otros científicos han venido aportando desde muchos países del mundo. James Hansen ha renunciado a la metodología científica para convertirse en un activista político generosamente recompensado con honores y dinero.
¿Por qué el mito del calentamiento global antropogénico llegó a casi comprometer el desarrollo y progreso de las naciones pobres del mundo? Una idea de cuáles serían las razones que hay por detrás de la ingente cantidad de estudios científicos inválidos y hasta fraudulentos –como el Palo de Hockey de Michael Mann- que estuvieron dictando irracionales y anticientíficas políticas ambientales y de uso de la energía, se pude encontrar en partes del discurso de despedida de la presidencia de los Estados Unidos que pronunció el 17 de enero de 1961 el Gral. Dwight Eisenhower, advirtiendo sobre el peligro del avance una nueva corporación científicos-fabricantes de armas que comenzaba a mostrarse:
”Al igual que sucede, y en gran parte es responsable de los cambios radicales en nuestra postura militar-industrial, ha sido la revolución tecnológica de las últimas décadas. En esta revolución, la investigación se ha convertido en parte central, también se volvió más formal, compleja y costosa. Una proporción cada vez mayor se lleva a cabo para, por, o bajo la dirección de, el gobierno federal. Hoy, el inventor solitario, haciendo retoques en su taller, ha sido ensombrecido por las fuerzas de tarea de científicos en laboratorios y campos de ensayos.
”Del mismo modo, la universidad libre, históricamente la principal fuente de idea libres y descubri-mientos científicos, ha experimentado una revolución en la conducta de la investigación. En parte por los altos costos involucrados, un contrato con el gobierno virtualmente se convierte en un sustituto de la curiosidad intelectual. Por cada pizarrón existen ahora cientos de nuevas computa-doras electrónicas.
El prospecto de dominación de los científicos de la nación por el empleo federal, las asignaciones de dinero para proyectos, y el poder del dinero está siempre presente –y es algo que debe ser grave-mente vigilado.
Y considerando a la investigación científica con respeto, como deberíamos hacerlo, también tenemos que estar alertas por el igual y opuesto peligro que la política pública podría volverse cautiva de una élite científica-tecnológica.”
Y hoy vemos que sus palabras fueron proféticas. El complejo militar-industrial se mantiene intacto, y cada vez más poderoso. Y el otorgamiento de fondos para una investigación científica que ha sido y sigue funcional a geopolíticas que hoy consisten en la instauración del Gobierno Único Mundial, o la “Gobernanza Mundial” reclamada y propuesta claramente en la Agenda 21 y la Carta de la Tierra de las Naciones Unidas, es algo que no deja lugar a dudas porque ha sido declarado hasta el cansancio por las más relevantes personalidades políticas de la Tierra.
Y el mito del calentamiento global ha sido –y lo sigue siendo– una herramienta fundamental para conseguirlo.
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
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