Al Gore le hace pésimo servicio a la ciencia al
exagerar nexo entre el cambio de clima y el tiempo
Myle Allen
The Guardian
Octubre 76, 2011
Afirmar que estamos causando eventos meteorológicos que no habrían ocurrido sin la influencia humana está simplemente equivocado
Una pareja vadea a través del centro de la inundada ciudad de Uckfield,
en East Sussex, en Octubre 2000. Foto: Tim Ockenden/PA
Cuando la semana pasada Al Gore dijo que los científicos tienen ahora “clara prueba de que el cambio climático es directamente responsable de las extremas y devastadoras inundaciones, tormentas y sequías que han desplazado a millones de personas este año,” mi corazón se me paralizó. Habiendo sugerido la idea de “atribución de eventos” en 2003, y siendo coautor de un estudio publicado a principios de este año sobre el origen de las inundaciones en Gran Bretaña en el otoño de 2000, yo sospecho que podría uno de los científicos que Al Gore se refiere.
Gore está en lo cierto de que es posible, en principio, cuantificar el rol de la influencia humana en el clima en eventos específicos del tiempo, y que esto tiene que involucrar probabilidad: ¿cuánto ha cargado la influencia humana al dado del tiempo para hacer a un evento en particular más probable? Tales cuestiones pueden ser respondidas y, porque los impactos del cambio climático se sienten sobremanera a través del cambio en los riesgos de tiempo extremo, las respuestas tienen importancia. La gente merece saber cuánto será afectada por el cambio climático y no ser engañada con banalidades como: “esta es la clase de eventos que podríamos esperar que se haga más frecuente.”
Pero el hecho de que existe un método para establecer si una declaración es o no verdadera, no significa que sea verdadera, dado que menos que ninguno ha hecho el estudio para descubrirlo. En mi conocimiento, los análisis formales de probabilidades de atribución han sido publicados en dos eventos específicos: la ola de calor de 2003 y las inundaciones del otoño 2000 en Gran Bretaña. Ambos estudios encontraron que la influencia humana había muy probablemente aumentado el riesgo del evento en cuestión, pero en el caso de las inundaciones de 2000 nosotros encontramos que había una chance en 10 de que el aumento fuese un modesto 20% o menos. Y un estudio que le siguió, < a href=http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0022169411004033 >recién publicado en el Journal de Hidrología por Alison Kay et al., usó la misma información para ver factores que afectan al riesgo de una hipotética inundación en la primavera de 2001. Ellos descubrieron que las emisiones de gases invernadero habían en realidad disminuido el riesgo de tal inundación: comprensiblemente, ya que las inundaciones de primavera en Gran Bretaña tienden a ser el resultado de la nieve derretida, y gracias al calentamiento del invernadero ahora hay menos nieve.
Esto ilustra un punto importante: la influencia humana sobre el clima está haciendo algunos eventos más probables, y otros menos probables, y es una cuestión científicamente desafiante dilucidar cuál es cuál. Randy Dole y sus colegas no encontraron ninguna evidencia de que una influencia humana aumentara el riesgo de la ola de calor de 2010 en Rusia, y el jurado está todavía deliberando en las inundaciones en Pakistán, y han roto en disgusto con el Huracán Katrina. De manera que, cuando Gore dice “ha cambiado el ambiente donde todas las tormentas se forman,” él no está en realidad mintiendo, sino que está rogando ser mal comprendido.
La afirmación de que “le estamos pintando más puntos al dado,” causando eventos del tiempo que simplemente no podrían haber ocurrido en la ausencia de una influencia humana sobre el clima, simplemente está totalmente equivocada. Dada la escasez de registros confiables y sesgos en los modelos del clima, es bastante imposible decir si un evento observado podría haber ocurrido en un clima hipotéticamente prístino. Nuestra investigación hace foco en la cuantificación de la manera en que han cambiado los riesgos, que es una proposición mucho más fácil, aunque enfrentar todas las incertezas todavía sigue haciendo el asunto de elucidar a estos “riesgos relativos” algo muy laborioso.
El entusiasmo por hacer algo sobre el clima parece haber dejado paso a la resignación de que simplemente tendremos que adaptarnos. Para el futuro previsible esto quiere decir, de manera abrumadora, enfrentar a eventos perjudiciales del tiempo que fueron causados probablemente por la influencia humana sobre el clima. Lo que no podemos decir ahora es cuáles son esos eventos, y por lo tanto quién está siendo perjudicado y en cuánto.
Pero esta pregunta puede ser respondida: en principio, usando exactamente los mismos modelos que son usados para pronosticar el tiempo, no las variantes de baja resolución tan ridiculizadas que se usan para predecir el clima de 2200. Y merece ser respondida de manera adecuada: el estudio de las inundaciones de 2000 nos llevó 5 años y decenas de miles de simulaciones detalladas, todas realizadas usando una capacidad de computación amablemente donada por el público.
Tenemos la esperanza de ser más rápidos en el futuro, pero es frustrante cuando Gore afirma que sabe la respuesta antes de que siquiera le hayan hecho la pregunta.
Escriba su comentario o inicie un debate sobre el artículo: