La nueva publicación de la National Wildlife Federation, “Los Efectos Psicológicos del Calentamiento Global en EEUU,” le confiere un nuevo significado a “vida silvestre”. Citando evidencia de que muchos en la comunidad de los alarmistas de clima están “frustrados y cansados,” cita a un miembro como intentando seguir persuadiendo a la humanidad de que el Apocalipsis Climático está próximo de modo que “No podré sentir la angustia o la desesperación” del fracaso.
Durante casi 30 años ciertos activistas de EEUU, Gran Bretaña y la ONU, como James Hansen, han tratado de venderle a los gobiernos políticas económicas centralizadas draconianas supuestamente para “salvar al planeta”. Cualquiera que no esté de acuerdo con ellos –no importan ni las credenciales científicas y el razonamiento– se convierte en el blanco del terrorismo retórico. Pero la resistencia escéptica es tan fuerte y crece con tanta rapidez, no sólo entre el público sino también entre los científicos, que los alarmistas están mostrando señales de desesperación y la pérdida del auto control.
En su reciente artículo en Forbes, el alarmista Steve Zwick inspirado aparentemente en las diatribas de Hansen, quiere que los científicamente no convencidos sean cazados y sus hogares quemados. Daniel Souweine, del Citizen Engaement Lab financiado por George Soros, demanda que los pronosticadores del tiempo de la TV que disienten con que el hombre es la principal causa del cambio climático sean perseguidos hasta que se arrepientan.
Una persona racional pensaría que sería necesaria una intervención psicológica para un comportamiento así. Pero no. La National Wildlife Federation (NWF) clama ahora para que el gobierno financie una inter-vención masiva de la comunidad psicológica para enfrentar hasta unos 200 millones de casos de estrés causado por un proyectado “eventos e incidentes relacionados con el clima.”
Luego, en lenguaje reminiscente a los campos de educación de Mao Tsé Tung para los disidentes, la NWF anticipa con entusiasmo cómo los expertos psiquiátricos pagados por el gobierno destruirán a la negación y traerán “pensamiento racional a las decisiones que se hagan.” Tales expertos solamente extenderán la actual autoridad para informar sobre el abuso de niños a informar sobre el escepticismo climático! El profesor Kari Norgaard, de la Universidad de Oregon, ya está argumentando que el disenso científico sobre a causa del cambio climático es un comportamiento social aberrante que debe ser tratado.
Estas llamadas estridentes a poner fin al pensamiento libre están basadas, según el NWF, en “conocer totalmente bien lo que la ciencia nos está diciendo.” ¿Qué es lo que la ciencia nos está diciendo? ¿Dónde? ¿En los conjuntos de datos de temperatura de superficie reajustadas? ¿En la falta de acuerdo entre las reales temperaturas globales y las proyecciones de los modelos? ¿En el limitado efecto de la duplicación del CO2 de 1ºC? ¿En el calentamiento global del período medieval y otras eras del pasado debido a causas naturales todavía no bien conocidas? Causas que misteriosamente han dejado de suceder de modo que ahora “conocemos totalmente bien” que el calentamiento actual tiene que deberse al hombre…
La verdadera fuente de “lo que la ciencia nos está diciendo” es un fenómenos sociológico del que el presidente Eisenhower nos advirtió en 1961 –un fenómeno fácilmente reconocible en el caso de los militares pero aparentemente ignorado en el caso de la ciencia. La mayoría de los estudiosos del gobierno están alertados de su advertencia contra el mal ubicado poder del complejo militar-industrial.
Sin embargo, pocos han leído los párrafos más adelante donde Ike también advirtió, “la perspectiva de dominación de la nación por los académicos mediante el empleo en el gobierno tiene que ser mirado con gravedad. … Debemos estar alertas… de que la política pública también podría convertirse en cautiva de una elite científica-tecnológica.”No son necesarios los psiquiatras para curar a la enfermedad imaginaria de un extendido desacuerdo científicamente basado. Si ellos quieren un proyecto, ¿por qué no estudiar la dinámica de la elite climática que suprime la publicación de estudios y 'papers' contrarios a la ortodoxia calentadora, restringe los fondos a las investigaciones políticamente incorrectas, y demandan exige conformidad del currículo educacional con su agenda política del globalismo?
Ah! Y mientras ellos están en eso, ¿por qué no chequear el silvestre comportamiento humano de ciertos alarmistas?
Charles Clough, M.S., Jefe Retirado de Meteorología del Equipo de Efectos Atmosféricos del US Army en el Centro de Pruebas Aberdeen, MD, donde estuvo enfocado en tecnologías de mediciones de la atmósfera.
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