Durante el mes de junio y a instancias del diario “Página 12” se ha iniciado una campaña de presión política, donde diversos gremios estatales, activistas pseudoambientales y grupúsculos politizados, descollando entre ellos el premio Nobel de la Paz, Sr. Pérez Esquivel y el premio Nobel “Alternativo” (?) biólogo Raúl Montenegro (Facultad de Psicología de la Universidad de Córdoba), plasmada en diversos documentos bajo el título “Vergüenza académica”.

El objetivo es que las Universidades públicas renuncien a la participación en las ganancias de Minera Alumbre-ra-YMAD (UTE), que les corresponden por la Ley nacional  14771-58, por considerar que dichos dineros tie-nen origen “depredador del medio ambiente, contaminante comprobado (?), violador de los derechos huma-nos (?), origen espurio, finalidad imperialista y dinero sangriento”, amén de lindezas similares. Se hace notar que esos fondos equivalen aproximadamente al 6.0 % de las ganancias netas de la empresa después de impuestos y van destinados a las Universidades Nacionales de todo el país.

Como consecuencia el Colegio de Geólogos de Tucumán ha enviado la siguiente nota de respuesta a los distinguidos galardonados “Nobel” y “Nobel Alternativo” (aunque en realidad, este último nada tiene que ver con la Fundación Alfred Nobel y por lo tanto cabría preguntarle por qué razón está haciendo uso de un título honorífico inexistente).

Nos dirigimos a Uds. a fines de acercarles nuestro punto de vista en relación al tema planteado por Uds. relacionado a la distribución de utilidades de fondos provenientes del emprendimiento minero Bajo de la Alumbrera, de Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD) entre las Universidades Nacionales hemos tenido la oportunidad de leer los documentos remitidos bajo el titulo general de Vergüenza Académica. El punto central de ese documento se encuentra en el origen indigno de esos fondos. En ese sentido y más allá de las decisiones que tomarán cada una de las universidades, dentro del marco de la autarquía con que cuentan, entendemos que vuestros argumentos son muy interesantes. Plantean la inmoralidad que representa la recepción de dineros legalmente otorgados por ley 14.771/58, pero manchados de sangre producto de la actividad minera en general.

Esta opinión cobra especial relevancia y trascendencia cuando la exponen dos personas que fueron galardo-nadas con la máxima distinción internacional como son los premios NOBEL de la Paz y el Premio Nobel Alterna-tivo del Sr. Montenegro.

Es decir se encuentran a la altura y dignidad de eminencias tales como los Doctores Housay, Leloir y Millstein.

Si bien no queda claro a los ojos ignorantes nuestros, suponemos que el Premio Nobel Alternativo del Sr Mon-tenegro [1] se puede deber, entre otros logros, al descubrimiento de la mina de Polonio 210 de Los Gigantes (conocida también como Mina Dr. Otto Shlagenweit) en la Provincia de Córdoba el 6 de diciembre de 2006 (La Voz del Interior).

Yendo al fondo de la cuestión entendemos que como estímulo a su trabajo y reconocimiento ambos han reci-bido entre 2 y 10 millones de coronas suecas o sus equivalentes en euros o dólares americanos otorgados por la fundación Alfred Nobel de Suecia en uno de los casos y el Parlamento sueco en el otro. Estos títulos que serian motivo de orgullo para cualquier país, después de vuestro dignísimo planteo ético, podrían conver-tirse rápidamente en un baldón vergonzoso (Vergüenza Nobel, deberíamos llamarlo tal vez?) ya que como seguramente conocen, Alfred Nobel fue el descubridor e inventor de la dinamita y precisamente fue minero. Con su patente ganó una gran fortuna y por lo tanto se trataría también de un premio de dinero manchado de sangre, más allá del póstumo arrepentimiento del mismo Alfred Nobel a causa de los estragos de la guerra y de la dinamita.

Vuestro caso es distinto, porque como dignos hombres de bien, una vez percatados de vuestra involuntaria equivocación u omisión, entendemos sería demasiado hipócrita e incongruente de vuestra parte continuar usufructuando esos fondos o lo que es peor aún, subvencionando obras de bien.

Como toda equivocación, existe una noble reparación y ésta sería, a nuestro criterio justamente devolver ese dinero, de origen indigno según se puede desprender de los conceptos por ustedes vertidos, a la Fun-dación Sueca y al Parlamento de esa nación haciendo expresa renuncia al honor con que los premiaron en su momento y por qué no, precisando los motivos de la decisión.

Como hombres íntegros y públicos que son no dudamos que esa coherencia entre su discurso y sus actos los llevarán a hacer pública esta decisión al conjunto de la sociedad argentina.

Finalmente, como augurio de su entrega por fines nobles, esperamos se continúen esclareciendo los orígenes primarios de otros dineros ensangrentados de un conjunto de actividades lícitas e ilícitas que se vuelcan a diferentes objetivos y que seguramente deberán ser rechazados.

No queremos despedirnos sin reiterarles nuestro fraternal saludo y además deseamos que la honorabilidad, la satisfacción del deber cumplido, el amor y la paz de conciencia sea para con vosotros.

COMENTARIO DE FAEC: El llamado Premio Nobel Alternativo recibido por el biólogo Raúl Montenegro se llama en realidad Right Livelihood Award, o “Premio a la Manera Correcta de Vivir”. Fue fundado por el millonario sueco-alemán Jakob von Uexkull, y de acuerdo con su página web: “El Right Liveli-hood Award (o RLA) fue fundado en 1980 para “honrar y sostener a personalidades que propo-nen soluciones concretas y ejemplares a los retos del mundo actual”. Se le conoce como “Premio Nobel Alternativo” y se otorga todos los años durante una ceremonia que se cele-bra en el Parlamento de Suecia.”

Para hacer honor a la verdad, el premio no debería llamarse el Nobel “Alternativo” sino el ANTI Nobel. La idea de von Uexkull era la de premiar lo que el verdadero Nobel no premia, de allí lo de “alter-nativo”. Pero, ¿qué es lo que premia el Nobel verdadero para saber cuál es la alternativa? De acuerdo con la voluntad original de Alfred Nobel (posteriormente modificada por los nobles suecos que se apoderaron del control de la fundación Nobel), su premio debía premiar a quienes durante el año anterior se hubiesen destacado por sus esfuerzos o logros en pos del desarrollo o progreso de la industria y de la ciencia –menos en el campo de las matemáticas.

A la muerte de Nobel, su Fundación fue copada por miembros de la nobleza sueca –que había sido siempre despreciada por Alfred Nobel, quien se refería a sus miembros como “emblemáticos des-perdicios de un asilo mental”- y modificaron las condiciones y requisitos, eliminando la cláusula del “año anterior” y la extendieron a trabajos y experiencia que podrían remontarse a varios años en el pasado. Cada vez menos premios a quienes desarrollaban y hacían progresar a la industria y a las tecnologías industriales y mineras; cada vez más premios teñidos de intencionalidad política. Los del "asilo de dementes" se habían tomado su tardía revancha.

De un estudio de los ganadores de este Premio Anti-Nobel se comprueba que todos tienen una fuerte actividad política que usa al ecologismo, conservacionismo o indigenismo como herramienta para el freno del desarrollo de las actividades industriales y el progreso de las naciones en el Tercer Mundo. Una lista de los ganadores del RLA se encuentra en este enlace: Ganadores del premio, y esta es la página dedicada al biólogo Montenegro, de donde hemos extractado algunos de los méritos que le hicieron acreedor a esa distinción “anti-industria”:

• Anti Nuclear: esta ha sido probablemente el campo más grande de las acti-vidades de Montenegro, que han incluido: una exitosa campaña de seis años para cerrar la mina de uranio Los Gigantes; campañas contra los pla-nes para basureros nucleares; envíos de residuos nucleares y liberaciones nucleares; una exitosa campaña para detener la construcción de una plan-ta de reprocesado/MOX y una planta de irradiación de Cobalto 60; una exitosa campaña para detener la prospección de uranio en el Valle de Traslasierra; promoción, con sustancial aceptación, del concepto de zonas municipales no-nucleares; campañas contra la privatización de las dos plantas nucleares de Argentina (una tercera en construcción), en contra de las construcción de una cuarta, y en contra de la importación de reac-tores canadienses CANDU en Argentina y Guatemala. Todas estas campa-ñas han sido exitosas hasta ahora. Montenegro fue también el presidente de una campaña contra el Plan Nuclear Argentino, con muchas demostra-ciones, encuentros y artículos, y la exposición de filtraciones nucleares y accidentes y ensayos nucleares ilegales.

La fundación de Jakob Uexkull le concede a Montenegro y a FUNAM más crédito del que realmente merece. La exitosa campaña para cerrar la mina de uranio de los Gigantes tiene como responsable a madre naturaleza, porque el rendimiento del material de uranio no hacía rentable la explotación, y por ello se decidió el cierre de la cantera –que no era mina. Sin embargo hay que reconocer que FUNAM se hizo popular con sus constantes denuncias por vuelco de efluentes a la cuenca del Río San An-tonio que desagua finalmente en el bello Lago San Roque.

La campaña para detener la construcción de una planta de reprocesado/MOX se trata del sonado caso de la planta de Dioxitek, instalada entonces en el barrio Alta Córdoba, en la ciudad de Córdoba, y que emplazada por el gobierno municipal para trasladarse a otra parte, inició tratativas con la localidad de Despeñaderos, a unos 40 km al sur de la ciudad, donde podría usar las aguas del Río Segundo (o Xanaes). Finalmente el traslado quedó en la nada, pero en la página de su fundación Montenegro se ufanaba con la obtención :

Luego, en su página de “Acciones y Logros”, FUNAM tiene esta entrada: "Fábrica de dióxido de uranio - 1987-Campaña para lograr el cierre del Complejo Fabril Córdoba de CNEA dedicado a la fabricación de dióxido de uranio. El cierre fue dispuesto para agosto de 1999."

Fin del cuento: El Complejo Fabril Córdoba de CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) Dioxitek sigue en Alta Córdoba, no hay vecinos muertos ni enfermos por metales pesados, uranio, radón o radio, o la terrible radioactividad cuyo efecto es letal a cualquier nivel, según el ecologismo a ultran-za, porque afirman que “No hay nivel seguro –el único nivel seguro es cero.” Desconoce esta gente el concepto de Hormesis, adelantado ya en abril de 1994 por el UNSCEAR, la Comisión Científica de las Naciones Unidas para los Efectos de las Radiaciones Atómicas, sobre los efectos benéficos de la radiación a bajos niveles. La longevidad y potencia del sistema inmunológico de las poblaciones que viven en ambientes de elevada radioactividad de fondo es la prueba del efecto Hormético y alta-mente benéfico de la radioactividad de bajo nivel. Para no hablar de las terapias de radiación para curar el cáncer que han demostrado su eficacia a lo largo de décadas.

• La polución por químicos y líneas de alto voltaje: Montenegro ha expuesto liberaciones de contaminantes de fábricas y combatido exitosamente para hacer que líneas de alta tensión fuesen localizadas lejos de los asentamientos poblacionales.

En 1996 convencieron a gente en Ezeiza para oponerse al tendido de líneas de alta tensión para que modificasen el recorrido; lo mismo en Don Bosco, Bs. As, en 1997, se modificó otro tendido. El único problema es que no se consiguió “localizarlas lejos de asentamientos poblacionales,” como dicen los del Premio Alternativo. En la densidad urbana de Ezeiza y el Gran Buenos Aires no hay manera de evitar áreas pobladas. Por otra parte, la campaña que hizo FUNAM para hacer lo mismo en el Barrio Poeta Lugones de Córdoba no tuvo éxito. Las líneas están allí y todos contentos. Quizás por haber fracasado rotundamente esta historia no figura en el inventario de las campañas de FUNAM.

• Representación Internacional: Montenegro ha sido miembro del comité Ejecutivo del Centro Internacional de Enlace del Ambiente en Nairobi (ELCI, 1988-91), vicepresidente de Greenpeace (1987-1989). Él es ahora Director de la International Biomass Users Network, y el principal representante de FUNAM en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC).

Analizando la trayectoria de Raúl Montenegro vemos que es un digno merecedor al Premio Right Livelihood –o “Manera Correcta de Vivir” –según su filosofía maltusiana, cuya finalidad es detener la mayor cantidad posible de actividad industrial a nivel global, pero especialmente en los países subdesarrollados. Por ello, y considerando que el Premio Nobel instituido por Alfredo Nobel era para premiar avances en la industria, la ciencia y el progreso humano hacia un mundo pacífico y sin guerras, el famoso “Alternativo” debe calificarse como ANTI-NOBEL” por ir en contra de los deseos y esperanzas de Alfred Nobel.

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