Una escuela en Florida, EEUU, aprendió una dura lección sobre las tecnologías verdes y la matemática verde. El plan era ahorrar agua, y de paso al planeta, instalando orinales sin agua en el baño de los varones. Cada orinal verde le ahorraría al colegio $100 dólares al año en facturas de plomería y servicio de agua.
Pero el asunto salió mal. terriblemente mal.
Los estudiantes de una secundaria de Boca Raton, Florida, tienen que caminar por ríos de orina y soportar el hedor de desperdicios rancios después de que un plan de llevar orinales “verdes” sin agua a los baños resultó un tiro por la culata. Los funcionarios de la escuela en la Escuela Española de River High pensaron que habían descubierto una solución amigable con el ambiente y de ahorro de costos para los baños cuando instala-ron orinales Falcon Waterfree en el baño de los varones.
Pero sin agua moviéndose a través de la cañería de cobre de la escuela para enjuagar y barrer la orina al sistema de cloacas, los residuos produjeron gases nocivos que corro-yeron el metal dejando cañerías con pérdidasque dejaron que la orina gotease por las paredes y fluyese por los pisos.
“Fue muy desagradable,” le dijo al South Florida Sun-Sentinel, el director de la escuela. “Las niñas tenían que caminar sobre un río de orina. Yo podía olerlo no bien ingresaba al hall de entrada.”
El costo de reparar los daños ascendió a $500.000 dólares y la escuela instalará 200 eficien-tes orinales tradicionales en su lugar.
No es fácil ser “verde”. Sobre todo cuando no se usa el cerebro y ciencias como la química.
¿Y los verdes nos dicen que ellos entienden completamente la química de la “acidificación” de los océanos –que todavía parecen no haberse enterado que son alcalinos?
Oh, si! Seguro.