Comentario de Eduardo Ferreyra: el texto que sigue más abajo tiene su mérito para ser publica-do: porque está bien escrito, con humor y con una gran ironía lindando con el sarcasmo; y porque lleva la atención del público a algo que es de una gran importancia para la gente, no sólo de Estados Unidos sino del mundo entero –porque no creemos que esa práctica se limite sólo a Harvard o a los Estados Unidos.
La deshonestidad académica –que es la resultante de la práctica que denuncia este artículo- es hoy un problema que vemos como grave porque los profesionales deshonestos son comprados, alquilados o tomados en préstamo por organizaciones de toda clase y usados para conseguir sus propósitos, sean económicos o políticos, pero que siempre irán en perjuicio de la sociedad entera y, en última instancia, de toda la humanidad.
OK, todos juntos ahora: No sorprende que no pudimos ingresar a Harvard. No éramos tramposos.
Resulta ser que "C" no es sólo por "Crimson".
Nota de FAEC: Crimson es en inglés el color borravino claro, el color del escudo emblema de la Universidad de Harvard, como se ve al lado. Harvard Crimson es el nombre del periódico de los estudiantes de la universidad y también el nombre de los equipos atléticos de la universidad, cuya rivalidad con los de la universidad de Yale es legendaria.
El juego de palabras "C no es sólo por Crimson" hace referencia a la palabra: "cheater" o tramposo.
El jueves pasado Matt Pearce escribe en el Times: “De acuerdo con una encuesta por email de más de 1300 recién ingresados estudiantes a Harvard, como informa el Harvard Crimson, el 10% de los nuevos estudiantes hicieron trampas en las pruebas y el 42% hicieron trampas en sus tareas."
Lo que significa dos cosas: a) Esta genta está corta de ética, y (b) ellos son tan estúpidos y/o petulantes que incluso mienten en una encuesta sobre el asunto para el periódico de la escuela.
No puedo esperar hasta que uno de ellos sea presidente.
También significa, creo yo, que algunos de estos estudiantes hallarán, bueno, algo complicado cumplir con la política de Harvard sobre deshonestidad académica, que declara: "Se espera que todos los trabajos presentados para obtención de créditos tiene que ser el propio trabajo del estudiante," u que “el plagio o falsificación de los resultados de una investigación ordinariamente darán por resultado en un requerimiento de renuncia o expulsión.”
Sin embargo, note usted las palabras “se espera” y “ordinariamente darán por resultado” en esas frases. Con toda seguridad, una persona lo bastante lista para ingresar a Harvard –tramposo o no- podría manejar un camión (mejor un Mercedes) a través de esos huecos dialécticos.
Sin embargo, usted puede preguntarse por qué esto es importante para usted, Oh Harvard del Medio Oeste del Graduado (Drake, Universidad de Nebraska, Universidad de Kansas - haga su elección, prácticamente todas las escuelas de Grandes Planicies de los Estados Unidos reivindica ese apodo). Bueno, piensa en este pequeño bocado de la historia: "El 80% de la clase entrante espera obtener puestos de trabajo en el sector financiero."
Oh.
O como a la gente joven le gusta decir: OMG. Oh, Dios mío!
Mejor ponga a seguro su declaración de réditos 401(k) mientras puede, compañero americano. En unos cuatro años los Antiéticos Hombres y Mujeres de Cambridge vendrán por sus activos. Y no espere que ellos antepongan sus ahorros de toda su vida (los de usted!) antes que el derecho de ellos a un penthouse en el Upper West Side, un BMW y veranos en los Hamptons.
Por supuesto, podría haber una Trampa-22 funcionando: Porque muchos de ellos trampearon su ingreso a Harvard, ¿a quién trampearán una vez que estén allí? Sí, apuesto a que no pensaste en eso, ¿eh, Beanie Boy?
Tal vez, sin embargo, sólo podemos recurrir al viejo dicho de "los tramposos nunca prosperan."
Excepto que, asumineod que hacer trampas le ayudó a usted a ingresar a Harvard, eso no es muy “veritas”.
O como también le gusta decir a los jóvenes: LOL.
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