Usted o alguien que conoce puede ver a las armas de fuego como letales máquinas de matar que son las culpables de una gran cantidad de homicidios en la nación, pero una breve mirada a la historia del control de armas ofrece en realidad una perspectiva nueva en la aplicación de armas en un nivel completamente nuevo. Mientras que el “sesgo de la normalidad,” (un patrón de pensamiento que hace que un individuo subestime el potencial de cualquier evento o situación debido a que está gozando de una vida normal y acomodada) puede a menudo alejar a los individuos de la realidad de la historia; un sinnúmero de ciudadanos en todo el mundo han estado destacando la historia repetitiva que sigue a continuación del control de armas.
En este análisis examinaremos una cantidad de cifras y las extractaremos para conseguir algunas respuestas reales. Luego veremos la fuente de estos números y si en verdad, o no, las regulaciones del control de armas están reduciendo o aumentando las tasas de crimen en las zonas fuertemente controladas.
Lo primero a tocar, y quizás lo más relevante para nuestra sociedad moderna, es cuán mortales son realmente las armas de fuego. Primero que nada, examinemos los factores que son responsables por muerte dentro de los Estados Unidos. Esto pondrá en perspectiva a la cuenta de muertes y nos permitirá ir más profundamente en el análisis de las muertes relacionadas con las armas de fuego más tarde. Examinando la información del CDC sobre la principales causas de muerte e incluyendo estadísticas de muerte del FBI en relación con homicidios, encon-ptramos los siguientes números:
Principales Matadores de EEUU
De manera que tenemos la información general de muertes que viene compilada en el sitio web del CDC mezclada con la tabla del sitio web del FBI que va hasta el año 2009. Como se puede ver, las muertes generales son una 9.000 por año. Si usted estuvo siguiendo algunas de las retóricas de los medios de prensa en relación con las armas, usted podría haber pensado que el número sería de por lo menos 100.000 –quizás más grande que el de la diabetes o los suicidios. La verdad es que por lo general es bastante baja, a pesar de todo lo que le haya estado contando. Pero sigue siendo 9.146, de manera que disequemos estas cifras para obtener los factores específicos.
De las 9.146 muertes por armas de fuego:
Aquí es donde los números cortan a través de toda la información falsa enviada desde los principales medios de prensa. Los rifles y fusiles han sido demonizados como poderosas herramientas de muerte que hay que culpar por un gran número de muertes todos los años, pero resulta ser que sólo 348 personas al año resultan muer-tas usando fusiles. Ahora tenemos que preguntar, de ese número, ”¿Cuántas fueron causadas usando armas legales y sin relación con pandillas? Y además, cuántos de esos asesinatos ocurrieron en “ciudades libres de armas”? Llegaremos e eso en poco tiempo más.
Primero, quiero usar alguna estadísticas más sobre las muertes totales causadas por armas suministradas por el FBI para 2009. La cantidad, que totaliza 13.636, también se descompone en diversos componentes que serán muy chocantes cuando se los compara con la información particularizada de armas. Especialmente cuando se considera que los niveles aparente de “epidemia” de muertes por fusiles ni siquiera se compara con los apuñala-mientos, objetos duros como martillos, y aun manos desnudas o pies.
Cuchillos, martillos, manos: matan más que fusiles y escopetas
Estas estadísticas del FBI realmente desinflan al argumento de que los fusiles son la última máquina de matar, cuando se cómo las manos humanas son mucho más peligrosas en términos de números duros. De hecho, las cifras desinflan a todo el movimiento que quiere prohibir a los fusiles al comprobar que por la misma lógica, bates de béisbol, martillos, cuchillos y hasta las manos deberían ser fuertemente regulados. Guiándonos sólo por las cifras, todas las manos deberían de ser consideradas como armas letales. Por supuesto, sabemos que no todas las manos son usadas para matar inocentes, de la misma manera en que no todas las armas de fuego son usadas para matar gente.
Echemos una mirada a la información del FBI para homicidios cometidos con otras cosas (menos con armas de fuego) para tener una idea de la tasa de muertes de armas de fuego claves como fusiles y escopetas:
En este punto debemos preguntar por qué prohibir palos, martillos y cuchillos es distinto que controlar a las armas de fuego. Más allá de ello, sería estadísticamente más razonable cuando se considera la cuenta de muer-tes. Hasta manos y pies tendrían que ser considerada armas letales y exigiría su regulación cuando se examinan las 801 muertes anuales. Sin embargo, en vez de implementar legislación extrema para regular estas “armas”, por lo general lo desechamos como incidentes irregulares que son culpados más a quienes las usan que a los ítems en sí.
Un martillos es visto usualmente como una herramienta usada en la construcción, uso hogareño, u otras tareas en la construcción. Un cuchillo es visto como un instrumento de cocina. Por otro lado, una pistola es a menudo retratada como un arma de ataque y asesinato en oposición a un armas usada para defensa propia, de la familia e inocentes. Debe notarse que ambos propósitos son usados con todas estas “armas”; lo que cambia es simple-mente la percepción de lo que son. La percepción que es creada a través de informes histéricos de los grandes medios de prensa que destaca a los casos aislados de tiroteos en masa y otros eventos.
Muchos de esos tiroteos también ocurren en áreas “libres de armas” o regiones de estricto control de armas donde se supone que el acceso a un arma es difícil o imposible. Sin embargo, los ciudadanos obedientes de la ley son los que resultan afectados mientras que los tiradores inescrupulosos y los criminales pueden acceder a las armas con facilidad.
La realidad detrás de las “zonas libres de armas” y las prohibiciones
Otro ejemplo más de retórica versus realidad, zonas libres de armas y prohibiciones de armas en toda una ciudad en realidad no disminuyen al crimen violento, como verá más abajo. Nótese que más abajo estamos examinando las estadísticas, no las relaciones emocionales o las opiniones relacionadas con el control de armas. Los medios de comunicación utilizan a los tiroteos para apuntalar el concepto que la prohibición de las armas y las zonas libres de armas de fuego detendrán, de alguna manera, a un asesino chiflado que tiene respeto cero por la ley, cuando sabemos que esto no es una verdadera solución.
Los carteles pintados que dicen “Zona libre de armas” y la legislación de control de armas que sólo afecta a los ciudadanos que respetan a la ley no impide un tiroteo masivo, como hemos visto evidenciado por más de un incidente de tiroteos. Tanto el tiroteo de Aurora y el cine de Colorado conocido como el “tiroteo Batman” y el más reciente incidente de Sandy Hook en Connecticut ocurrieron en áreas de fuerte regulación de armas. Sorprendentemente, el tirador Batman realmente viajó al único cine en el área que no permitía a los ciudadanos portar armas legalmente. De acuerdo con el Dr. John R. Lott en una entrevista con Newsmax:
En ninguno de estos incidentes había personas obedientes de la ley, apropiadamente armadas para protegerse contra un criminal con un arma, y los agentes de la fuerza policial no pueden responder con tanta velocidad.
Quizás uno de los ejemplos más tristes de una “zona libre de armas” convertida en sangrienta, es la masacre de Fort Hood. Cubierta extensamente hace unos años, el extremista Islamita Mayor Nidal Malik Hasan asesinó a 12 solados norteamericanos, 1 empleado civil del ejército, e hirió alrededor de 30 a 38 más en una “zona libre de armas”. Esto ocurrió, por supuesto, dentro de una base militar de los Estados Unidos donde no se les permite a los soldados portar armas. Estos soldados, que pueden ser transportados en cualquier momento a cualquier nación del mundo para hacer la guerra contra otras tropas con armas automáticas, tanque y aviones, fueron abatidos por un único lunático en medio de una fracasada defensa desarmada. Muchos soldados más hubiesen muerto si no hubiese sido por la acción de un guardia de seguridad armado.
¿Pero qué hay de las implicancias nacionales en general de las zonas libres de armas y áreas fuertemente regu-ladas? También, ¿qué de las implicancias internacionales, ya que algunos países han instalado grandes prohibi-ciones a gran escala que son similares a las de muchas ciudades de Estados Unidos? Bueno, primero es impor-tante que comencemos por establecer la tendencia general del crimen en EEUU. Esto incluye el número total de ofensas de crímenes violentos que podemos observar usando los datos de crímenes violentos suministrados por las estadísticas disponibles en el sitio web del FBI.
Echemos una mirada al gráfico de abajo que muestra la tendencia general del total de los crímenes violentos desde 2007 a 2011 (los años en que dichas estadísticas están disponibles):
Lo que nos dicen estas estadísticas es que el crimen violento ha estado en una rápida declinación durante los últimos años y en una cantidad considerable. En otras palabras, a despecho de toda la alharaca hecha alrededor de la aparente necesidad de prohibir las armas de fuego a causa de los crímenes violentos, las estadísticas muestran que en realidad el crimen estuvo en una masiva declinación.
Ahora, para poder comparar esto con las estadísticas del crimen que siguen a la implementación de leyes para el control de armas necesitamos examinar un gráfico que demuestra esta relación. Para ello, nos volvemos hacia el Departamento de Justicia (Justice.gov) que ofrece un gráfico con las cifras que nos ayudan a comprender el nexo entre la propiedad de armas de fuego a través de los años (que ha sido muy dramática), que se sabe ha llevado a una aguda declinación del crimen violento (como se ve entre 1995 y 2003):
El gráfico del DOJ, como puede ver usted mismo, se extiende durante 40 años y muestra que el crimen violento se ha desplomado mientras el número de armas en los EEUU por cada 1000 habitantes aumentó de manera exponencial. Parecería ser que lo opuesto sería verdad si las armas fuesen realmente peligrosas en las manos de ciudadanos honestos.
Podemos ajustar más esta área examinando áreas donde las prohibiciones de armas de fuego fueron puestas en práctica y analizando los resultados. Hemos establecido que los homicidios con armas de fuego son mucho menos que lo que podría pensarse, que más armas en realidad sugieren estadísticamente menos delincuencia, y ahora es momento de calcular dónde está la concentración de muchas armas y por qué. Así es como hacemos un verdadero enfoque del problema y determinamos una solución.
Chicago es el ejemplo perfecto de una ciudad que implementó una prohibición de todas las armas de fuego de puño con la excepción de aquellas personas que tenían sus armas registradas previamente. Siendo promulgada en 1982, podemos ver cómo la tasa de asesinatos de Chicago se disparó fuera de control a continuación de las regulaciones extremas, mientras que en el resto de los Estados Unidos (como está documento en el gráfico previo) se dio una declinación en las tasas de homicidios a medida de que las armas aumentaron.
A continuación de la prohibición de armas en Chicago, el crimen aumentó 40%. Esta tendencia continuó durante décadas, con la policía revelando que el 96% de los homicidios con armas de fuego en Chicago eran cometidas con armas de puño. Las pistolas y revólveres, por supuesto, habían estado prohibidos durante décadas. Como resultó ser, los criminales estaban consiguiendo armas de fuego con la intención de cometer crímenes mientras que los ciudadanos normales no podían portar un arma para defenderse. El criminal, en este escenario, tiene una clara ventaja ya que saben que los ciudadanos honestos no pueden portar armas para defensa propia. Abajo podrá ver estadísticas muy similares en Washington, D.C. a continuación de una prohibición extrema de armas y un severo cambio después de la regulación de 2008 que las medidas de control no eran constitucionales. Durante la prohibición, la tasa de homicidios en D.C. fue un 73% más alta que antes que se implementase la ley. Nótese la comparación con las estadísticas generales para Estados Unidos.
También hallamos que el permiso para portar armas dado a los ciudadanos honestos reduce más los crímenes y coincide con las tendencias nacionales. En Texas vemos un cambio estadístico con la promulgación de la ley del derecho a portar armas que permite portar armas a los ciudadanos mayores de 21 años (18 para los militares en servicio activo), que tienen un registro de salud mental limpio, y han completado los cursos de entrenamiento requeridos. Desde el comienzo de esta ley, que está claramente marcado en el gráfico de abajo, el crimen disminuyó 30% en Texas, y la tasa de homicidios en los Estados Unidos promedió un 28% total.
Otro ejemplo de esto puede hallarse cuando se examina en profundidad las estadísticas del crimen el Gran Bretaña. Es importante que echemos una ojeada en las tasas de crímenes violentos con el entendimiento de que es casi imposible, para un ciudadano normal de Gran Bretaña, obtener un arma. Cuando comparamos las tasas de crímenes violentos en Gran Bretaña encontramos que no sólo es mayor per cápita que la de Estados Unidos (que nuevamente ha declinado en medio del creciente aumento de las armas), pero que en verdad es la mayor cuando se trata de las naciones ricas del primer mundo –fuera de Australia, donde se ha promulgado legislación similar.
La famosa masacre de la escuela de Dunblane que provocó una masiva confiscación de armas, también puede incluida en estas estadísticas. A continuación del tiroteo en la escuela, no muy diferente al de Sandy Hooks, los ciudadanos honestos entregaron sus armas. El resultado, por supuesto, fue que el crimen virtualmente se duplicó lo largo de la década siguiente. El diario Wall Street Journal informó:
Una vez más aquí vemos que desde que los ciudadanos no-criminales no pueden portar un arma para defender-se, los criminales se dieron cuenta de que sus víctimas están indefensas. Como resultado, vemos una alarmante cantidad de muertes por cuchilladas que empujaron al riesgo de ser apuñalado de ser el doble en Gran Bretaña que en Estados Unidos.
El patrón que vemos aquí es que las confiscaciones de armas, prohibiciones de armas en toda la ciudad, y 'zonas libres de armas' en realidad son imanes para el crimen violento- exactamente lo opuesto a lo que muchos indivi-duos están diciendo hoy en los medios. Hemos examinado las estadísticas y las investigaciones, sin embargo, y la respuesta es sumamente clara:
Pero lo llevaré todavía un paso más adelante. Sabemos que las ciudades con prohibiciones de armas finalmente sufren un aumento en el crimen y son culpables de una gran cantidad de muertes, pero echemos también una mirada a las cifras de defensa propia que rodea a las armas. Después de todo, es importante saber cuántos de los homicidios son el resultado de la defensa propia, que es una acción perfectamente legal y moral.
Armas de fuego y Defensa Propia
Cuando los ciudadanos están armados con armas de fuego y los criminales lo saben, vemos que suceden algunas cosas asombrosas con las estadísticas. Primero, veamos cuán prevalente es en Estados Unidos la defensa propia con armas de fuego. Para hacerlo, podemos citar una cantidad de fuentes que van desde el Departamento de Defensa de los EEUU al Journal of Quantitative Criminology.
Mirando un relevamiento de 1993 establecemos un cimiento básico para construir. Este fue un relevamiento que involucró a 4997 diferentes hogares y nos da una comprensión general de con cuánta frecuencia se usan armas de fuego en una situación de defensa lo suficientemente severa de la que los individuos declararon que si ellos no hubiesen usado al arma de fuego, ellos o alguien más en la casa habría sido asesinado. De manera que, en otras palabras, el arma de fuego salvó la vida de una o más personas amenazadas por un criminal hostil. Esta estadística excluye a los militares, a la policía y a los guardias de seguridad.
Aplicando los resultados del relevamiento de 1993 a la población de los estados Unidos, hallamos que alrededor de 162.000 personas por año son salvadas por el uso de un arma de fuego. Para ponerlo en perspectiva, eso son 152.854 más personas salvadas por una arma de fuego que las personas muertas por una –y eso no es discriminar en contra las 9.164 muertes que incluyen muchos casos de defensa propia.
¿Pero ¿qué pasa con un escenario potencialmente mortal difundido por un arma de fuego? Basado en un estudio publicado en el Journal of Quantitative Criminology los ciudadanos de Estados Unidos se defienden de estas situaciones unas asombrosas 989.883 veces al año. Como estas situaciones son disipadas antes de convertirse en letales, no se puede decir cuántas habrían resultado en homicidios a cargo del criminal. Aun si fuesen una fracción, serían todavía cientos de miles más vidas salvadas que perdidas todos los años.
Pero hay más todavía, de modo que veamos:
Cientos de miles de serios crímenes son impedidos cada años mediante el uso y la posesión de un arma, muchas más de las que crean en los homicidios anuales –muchos de los cuales son en defensa o centrados 'zonas libres de armas' mediante un uso ilegal.
Por esta razón es que a lo largo de la historia quienes desean hacer daño han temido a las armas y a la capaci-dad de las armas para impedir o prevenir crímenes, exceso de poder, y hasta la toma de rehenes. La realidad es que una población bien armada de ciudadanos obedientes de la ley, es una gran defensa contra delincuentes, bandas, y quienes causar daño a la ciudadanía. Una población desarmada, por el otro lado, no puede hacer virtualmente nada para defenderse.
Eficacia General
El gran empuje dentro de los medios de prensa para desatar legislación extrema para el control de armas en las nación necesita hacer frente a la evidencia de todos los lados del espectro. Una gran cantidad de información examinada en esta breve historia de las estadísticas del control de armas será algo totalmente nuevo para el 90 por ciento de los lectores, lo que es preocupante cuando se considera la importancia de compartir ambos lados del argumento para que los ciudadanos forme sus propias y bien informadas opiniones.
En última instancia, todo se reduce a garantizar los derechos previstos por la Segunda Enmienda de la Constitu-ción que permite la existencia de una población armada para protegerse y proteger a otros contra todos los que quieren causar daño. Actualmente, este derecho está siendo retado diariamente a través de directivas emocio-nales y opiniones. Debemos enfocar al debate no sólo en la información y la realidad, sino también en el hecho que la Constitución no puede ser alterada y que permanezca siendo la Ley del país.<(p> Usted puede ver abajo una imagen infográfica (la información se encuentra con la gráfica) que he creado resumiendo muchos de estos hechos a compartir.
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