Por Steven Milloy
[Del sitio: JunkScience.com]
Octubre 8, 2008
Hágase a un lado, Al Gore. Ha llegado a la ciudad un charlatanismo ostentoso más grande que el suyo, en la forma de un ultra lujoso viaje eco-turístico del WWF llamado, “Alrededor del Mundo: Una Expedición en Jet Privado.”
“Únase a nosotros en un notable viaje de 25 días en un lujoso jet privado,” invita el WWF en un folleto para su viaje a “algunos de los lugares más asombrosos del planeta para ver vida silvestre del más alto rango, incluyendo gorilas, orangutanes, rinocerontes, lemures y tucanes.”
Por un precio que comienza en los $64.000 dólares por persona, los viajeros se encontrarán en el Ritz Carlton Hotel en Orlando, Florida, el 6 de abril, 2009, y luego viajarán a “remotos rincones” del mundo en “un jet especialmente equipado que lleva sólo 88 pasajeros en un confort 'business class'.”
“Expertos de clase mundial –incluyendo al director de Conservación de Especies del WWF- darán conferencias durante el viaje, y un staff profesional estará dedicado a hacer que su aventura global sea ininterrumpida y memorable.”
Los viajeros visitarán la selva Amazónica en Brasil, la Isla de Pascua, Samoa, Borneo, Laos, Nepal, Madagascar, Namibia, Uganda, Ruanda, y terminarán en el lujoso Hotel Dorchester en Londres.
Este es el mismo WWF [World Wide Fund for Nature, cuya filial en Argentina es la fundación de Vida Silvestre] que dice “el actual aumento de las emisiones de dióxido de carbono deben ser detenidas lo más pronto posible” y que culpa a los norteamericanos por emitir el 21% de las emisiones globales de CO2 aun cuando los Estados Unidos son sólo el 5% de la población. En diciembre 2005 el WWF lanzó su campaña “La Hora de la Tierra”, una iniciativa global en donde ciudades y comunidades apagarán simul-táneamente sus luces durante una hora “para simbolizar su liderazgo y compromiso para hallar solucio-nes para el cambio climático.”
Entonces, ¡cómo se encuadra este viaje de fantasía dentro de la retórica alarmista del WWF?
Usando el calculador de “huella de carbono” del sitio web del WWF, el viaje de 59.211 km en un Boeing 757 quemará unas 400.000 litros de combustible JP-1 para producir unas 1,231 toneladas de CO2 en 25 días –el equivalente de poner 1560 4x4 en las rutas durante esas tres semanas, y ello no incluye las emisiones relacionadas con los viajes aéreos, transporte terrestre de pasajeros, equipos y agua, y otras amenidades.
El WWF lamenta en su sitio web que el americano promedio produce anualmente 19,6 toneladas de CO2, que es casi cinco veces más que el promedio mundial de 3,9 toneladas por persona. Eso es el 75% de la huella de carbono del americano promedio y 360% del promedio global de la huella de carbo-no en apenas tres semanas y media. Pero, ¿quién cuenta las toneladas de CO2 cuando “usted estará en 19 filas de espaciosos asientos tapizados en cuero con total apoyo ergonómico”, gozando de “co-midas gourmet, champagne helado, y su propio chef”?
Creo que esas son las reglas cuando usted es uno de los millonarios donantes del WWF, pero ahora compare eso con la manera en que el WWF dice que el resto de nosotros deberíamos vivir nuestras vidas. El sitio web del grupo declara que “Es tiempo de que todos los Americanos se arremanguen para tomar medidas para la reducción de las emisiones, para prepararnos para el cambio climático, y para alentar a otros a que hagan lo mismo.”
Nosotros, las masas, deberíamos –perdón! TENEMOS que- usar lamparitas fluorescentes, reducir el uso del agua caliente, bajar los termostatos en invierno y subirlos en el verano, y usar regaderas de duchas y grifos de bajo flujo. Deberíamos asegurarnos de viajar al trabajo en autos grupales, o en transporte público, cambiarnos a la energía verde, y usar automóviles que usen el combustible con más eficiencia. Tenemos que hacer nuestras vidas más caras y menos convenientes para las Elites Verdes no se sien-tan muy culpables mientras vuelan en jet privado a lugares exóticos.
Quizás usted esté pensando que el WWF planea hacer que su viaje sea “carbono neutral” comprando bonos de “compensaciones de carbono” –después de todo, el grup WWF ofrece una calculadora de compensaciones de carbono en su sitio web bajo el título “Únase al WWF en nuestra misión de salvar la vida en la Tierra.” Pero ni el folleto del viaje ni el sitio del WWF mencionan nada sobre que se comprará alguna comensación- y parece que hay una buena razón para no hacerlo.
De acuerdo con la calculadora del WWF, costaría unos $44.000 dólares para compensar las emisiones de CO2 –sólo las del vuelo del avión. Luego está el informe de Septiembre 2008 de la Oficina General de Contabilidad de los EEUU donde concluyen en que el mercado de bonos y compensaciones de carbono carece de credibilidad. El líder republicano del comité del Congreso que requirió el informe, comentó que “la falta de estandarización de compensaciones y los problemas fundamentales que surgen al evaluar y verificar la credibilidad, dejan a los consumidores en la oscuridad y expuestos a derroche, fraude y abuso.” El ex funcionario de Clinton, Joseph Romm escribió en su blog que, “la gran mayoría de las compensaciones son, en alguna medida, simplemente estafas.”
Los Verdes parecen ser reticentes a caer en sus propias trampas.
Si usted no puede hacer la expedición en jet privado del WWF, el grupo ofrece una amplia variedad de otros costosos tours, emisores de carbono. Quizás se interese usted en el viaje del WWF a las Islas Galápagos a las Islas Fiji, donde es menos probable que se encuentre con molestos e irritantes turistas baratos. El WWF ha exigido que se pongan límites al turismo local en las Galápagos y Fiji diciendo que causa un mayor daño ambiental que las “operaciones turísticas más grandes” –como las del WWF, claro.
Estuve pensando que el oso panda con antifaz y aspecto de bandido era un logotipo apropiado dada la promoción que hace el grupo de las “estafas de compensación” [“rip-offsets”, en el original]. Pero ahora creo que un nuevo logo es más adecuado: quizás un "hipo-crita"?
Steven Milloy publica el sitio web JunkScience.com.
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