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Exageraciones Verdes,
o Metiendo la Pata Hasta la Nuca

por Eduardo Ferreyra

Refiriéndose a la futura emisión y contaminación de las plantas que se están construyendo en Fray Bentos, la nueva Secretaria del Medio Ambiente de Argentina, la Dra. Romina Picolotti declaró a la prensa, tal como lo publica la edición OnLine de LaNación.com:
"La producción de las dos plantas, combinadas, será de 1,5 millón de toneladas de celulosa al año. Y el río Uruguay recibirá 1500 millones de metros cúbicos de agua contaminada; es decir, el equivalente a 2000 edificios como el Empire State de Nueva York (de 102 pisos) llenos de líquido", dijo la actual secretaria Medio Ambiente, Romina Picolotti.

Un rápido cálculo dice: contaminación CERO + contaminación CERO = contaminación CERO. Pero en verdad, hay que reconocerlo, el tema no es tan así –pero no es muy diferente tampoco. Las emisiones en los efluentes líquidos de este tipo de plantas, es decir, las que ya existen en Finlandia y propiedad de la firma Botnia, le añaden al agua de los ríos y lagos una cantidad de más o menos 1 microgramo de dioxina por litro de agua.

Este cálculo ya se hizo muchas veces y siempre da el mismo resultado: 86.000 metros cúbicos diarios (cantidad que usará Botnia) equivalen a 86.000.000 de litros de agua. Un microgramo de dioxina por litro de agua = 86 millones de microgramos de dioxina por día. O simplificado, 86 gramos de dioxinas diarias, diluidas en 86 millones de litros de agua, lo que nos devuelve, en una salto mortal hacia atrás, al mismo punto de partida al microgramo de dioxina por litro.

Es importante aclarar que las dioxinas producidas por estos procesos no son las tetracloradas como la TCDD sino mono o bicloradas, cuya capacidad cancerígena no ha sido probada hasta la fecha –y eso que lo han intentado por todos los medios. Por ello, si la Cancillería pretende probar en La Haya que las dioxinas mono y bicloradas causarán cáncer o daños a la salud en estas cantidades, va a tener que reunir pruebas que no están en ninguna parte. Una posibilidad es que se animen a presentar estudios falsos, que no son demasiado difíciles de conseguir. Con dinero hoy se consigue cualquier cosa. Pero cuidado... ya hemos podido comprobar la manera en que el Tribunal de La Haya reacciona cuando se le quiere tomar el pelo: 14 a uno.

Pero la planta de Ence producirá la mitad de pulpa de celulosa, por lo tanto usará la mitad de agua, y contaminará la mitad que Botnia. Ergo, la cantidad de dioxina que se emitirá al Río Uruguay será de 1,5 microgramos de dioxinas mono o bicloradas. Recordemos, antes de que sea demasiado tarde, que el agua potable que sale por las canillas de nuestros hogares contiene 120 microgramos de dioxinas por litro, por lo que 1,5 microgramos más de dioxinas no tienen más importancia que “una mancha más al tigre.”

Pero lo importante y lo más grave viene ahora: Vamos a poner las cifras en palabras para evitar confusiones:

1500 millones = mil quinientos millones (no 1.5 = uno-punto-cinco, ni 1,5 = uno-coma-cinco) sino MIL QUINIEN-TOS MILLONES DE METROS CÚBICOS ANUALES.

Botnia insume 86.000 metros cúbicos por día = 31.390.000 m3 al año. Ence produce el 50% de Botnia = 31.390.000 / 2 = 15.695.000 m3 Ambas plantas juntas = 31.390.000 + 15.695.000 = 47.085.000 m3

Picolotti dice: 1.500 millones de m3, pero los datos técnicos dicen que ambas plantas emplea-rán 47,085 millones de m3.

Es decir, 47 millones 85 mil metros cúbicos de agua.

Picolotti le ha errado por: 1.500.000.000 - 47.085.000 = 1.452.915.000 de m3, o también: 1452 millones 915 mil metros cúbicos


La Dra Picolotti, o su equipo de asesores científicos (recordemos que ella no es una técnica o profesional en gestión ambiental, sino una abogada con los correspondientes conocimientos –o la falta de ellos) dice que las plantas usarán y verterán al río 1500 millones de metros cúbicos, cuando los datos técnicos de este tipo de planta, declarados por las empresas indican un uso anual de 47 millones –no 1500 millones de metros cúbicos. Nuevamente: el cálculo está errado en 1452 millones de metros cúbicos.

Viendo esta garrafal equivocación en un cálculo muy elemental, nos preguntamos si aquí hubo:
1) Un error de cálculo del equipo asesor de Picolotti,
2) Un lapsus linguae de Picolotti,
3) Un error de interpretación del cronista de La Nación,
4) Un error de tipeado del redactor de la nota de LaNación.com.
5) Un alegre macaneo de allegados a Picolotti (Greenpeace, et al)

Dado que el entredicho con la hermana República Oriental del Uruguay no es materia para tomarlo a risa, sería muy importante que la Secretaria del Ambiente aclarase este tan notorio error en sus expresiones para que el tema de las plantas de celulosa se encare, de una buena vez y para siempre, dentro del ámbito científico adecuado y se lo saque del terreno de las exageraciones emocionales que tanto daño han causado ya al Uruguay, a las relaciones entre ambos países y, sobre todo, a la ya muy escasa credibilidad y seriedad que le queda a nuestro país en el terreno internacional.

Seria un verdadero problema si la verdad resultara ser la probabilidad No 1: error de cálculo del equipo de asesores o de la misma Dra. Picolotti. Estremece pensar si este error de cálculo se podría repetir en el cálculo del presupuesto para la limpieza y remediación del Riachuelo. Si se equivocan por algunos miles de millones de metros cúbicos, ¿qué garantía tenemos que no podrían equivocarse en algunos miles de millones de dólares?

Como la adjudicación de los presupuestos se harán ahora mediante poderes omnímodos de algún funcionario con privilegios absolutos que los anteriores no tuvieron jamás (gracias a que la Constitución así lo prohibía), es decir, no serán auditados ni revisados ni aprobados por los miembros del Congreso de la Nación (el Pueblo ausente, dejado de lado como de costumbre), sería muy, pero muy conveniente para las arcas públicas y la tranquilidad de la gente que los cálculos en el futuro se hagan bien y se actúe con una seriedad que estuvo ausente hasta la fecha. Es lo menos que el Pueblo se merece.

Pero…

Sin embargo, creemos que las opciones 1 a 4 del cuadro de probabilidades no funcionan, y los cálculos hechos en el entorno de la Dra. Picolotti están bien hechos y no hubo un error de coma corrida o cero de más. Veamos.

Parece que Picolotti calculó que el edificio del Empire States tiene 50 x 50 x 300 metros, lo que no está nada desencaminado, aunque es un cálculo a ojo de buen cubero que vamos a aceptar porque rinde, efectivamente, el volumen mencionado en las declaraciones:
50 x 50 x 300 (altura) = 750.000 m3 x 2000 = 1.500.000.000 m3

Donde se comprueba que el cálculo ha sido bien hecho, usando una comparación de ex profeso, y que no hay ninguna coma o cero fuera de lugar. La exageración ha sido premeditada. Con toda la intención de impactar fuertemente en el ánimo de la gente. Me temo que la vieja técnica de Greenpeace está por detrás de este cálculo (la exageración es lo único que funciona), y levantado luego por sus amigos y/o infiltrados en el entorno de la Dra. Picolotti para seguir desinformando a la población sobre un problema artificialmente creado, artificialmente mantenido, y realmente inexistente. Los motivos son claros para algunos, y nada claros para el resto. Pero los responsables de aclararlo no lo hacen, ni parecen estar dispuestos a hacerlo. Esto, señores, es grave.


Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC


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