La debacle financiera mundial ha tomado desprevenidos a muchísima gente, pero no a estos dos exce-lentes comediantes ingleses que la vieron venir en Septiembre del año pasado. Son un dúo actoral de altísima calidad, John Byrd y John Fortune, que comentan la actualidad económica, política, o sucesos de la vida cotidiana en Inglaterra. Esta vez montan una entrevista a un banquero de la "City" de Londres para hablar sobre lo que en Agosto y Septiembre del año 2007 consituyó el primer sacudón del terremoto financiero que luego provocó el tsunami de las bolsas de comercio, el derrumbe de las hipotecas "sub prime" en los Estados Unidos, esquema financiero que venía reforzado desde la gestión de Bill Clinton y Al Gore!
Ahora todo el mundo le cae a la administración de George Bush como la responsable de la catástrofe, algo que en principio no resulta nada difícil de creer, luego de vista la manera en que condujo muchos asuntos en su gestión. ¿Pero cuántos saben que el fondo de la cuestión es una herencia que se remon-ta al gobierno del Presidente James Carter, en la década de los 70, el mismo que provocó el abandono de la energía nuclear en los Estados Unidos?
En 1977, el Presidente Jimmy Carter firmó el Acta de Re-Desarrollo Comunitario (CRA - Community Re-development Act), que en retrospectiva fue la cuña que abrió paso a lo que hoy podría convertirse en el embargo por el gobierno de casi todas las casas privadas de los Estados Unidos -o por lo menos de quienes se dejaron engañar por los banqueros que ofrecían buen dinero en hipotecas por propiedades sin valor y cuyos dueños sabían (y también los bancos!) que no podrían devolver. ¿Por qué ofrecían los banqueros dinero a quienes no podían devolverlo? Los comediantes se lo dicen de manera muy gráfica y sin tapujos.
Aunque el asunto de la debacle de las hipotecas "sub prime" fue tomado entonces con un humor deso-pliante, los personajes revelan de manera brillante el patético trasfondo que significa el nefasto juego en "la Bolsa de Valores", donde los banqueros y corredores de bolsa cobran honorarios fabulosos y a veces cometen equivocaciones espantosas como la que llevó a la quiebra del antiquísimo banco britá-nico Baring Brothers -quien hiciera ya en 1830 un préstamo al tirano argentino Juan Manuel de Rosas, a nombre de la Provincia de Buenos Aires- y que terminaron pagando todos los argentinos unos ciento y pico de años más tarde -intereses incluidos, of course!
Vean el video, con subtítulos en castellano, y aprendan la lección. ¿Piensa invertir en la Bolsa? Mejor hágalo en ladrillos o en el campo que produce riqueza tangible y distribuible, y no en la galera del mago que produce dinero de la nada y se lleva la mayor parte de los sueños de los ingenuos. Manténgase alejado de los bancos y ganará en tranquilidad, salud y también dinero...
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