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Un idiota critica un film sobre malaria

Por Steven Milloy
GreenHellBlog.com
Septiembre 16, 2010

¿Qué piensa un conocedor de películas eróticas para gays de una documental que está tratando de salvar la vida de millones de niños?

El productor de películas Dr. Rutledge Taylor estrena el viernes próximo en el Quad Cinema de Nueva York su documental “3 mil millones y contando”, que llama a tomar acción sobre las muertes que causa la malaria en los niños del mundo.

Tristemente, los medios de izquierda están ya atacando esta iniciativa con su típica estrategia de anti humanos “ad hominems”. Por ejemplo, el crítico de cine del Village Voice Aaron Hillis abre su comentario sobre el film como sigue:

“La cosecha de muertes está creciendo,” chilla el anuncio de este documental histérico que bien podría haberse llamado “Cada 12 segundos un niño muere de malaria, y ¿por qué usted no hizo nada todavía?”.

El valiente proyecto ecologista de Colin Beavan comenzó en el otoño de 2006 –para expurgar su huella de carbono renunciando al consumo de materiales, electricidad, comidas no locales, y básicamente todos los placeres en Manhattan durante un año- estuvo siempre destinado a que algún negacionista clamara que era una “trampa publicitaria”.

De modo que, para Hillis, la auto flagelación ecologista es “valiente,” mientras que intentar salvar millones de vidas de niños reales de una muerte real, causada por una enfermedad prevenible, es “histérico.”

Hillis critica a “3 mil millones y contando” porque:

“…se basa sólo en los hallazgos de Rutledge Taylor.”

Aparte del hecho que cualquier productor de documentales sólo puede presentar “sus” hallazgos, Hillis omite mencionar las numerosas oportunidades en las que Taylor le da en el film a los ecologistas y otros opositores al DDT la oportunidad de defender su postura. En la mayor parte, los opositores al DDT no aceptan la oferta de Taylor porque no desean defender sus indefensibles acciones en cámara.

Hillis objeta de manera agresiva la manera en que Taylor vilipendia a William Ruckelshaus [jefe de la EPA responsable de la prohibición del DDT] y a Rachel Carson mientras que dice que Taylor dice erróneamente que la malaria es responsable de “millones de muertes cada año.” [la Tierra a Hillis: las muertes por malaria en el mundo están anualmente entre 2 y 3 millones de personas. Si hubiese prestado atención al film no habría cometido semejante equivocación.]

Aaron Hillis es demasiado estúpido para darse cuenta de la suerte que tuvo de haber crecido para convertirse en crítico de cine en Manhattan, en lugar de haber muerto antes de los 5 años de edad, que es lo que le sucede a un millón de niños africanos, todos los años, atacados por la malaria. Peor, quizás, es que una vez que se le presentaron los hechos incontrovertibles sobre esta tragedia cons-tante, Aaron Hillis es demasiado curtido como para que le importe.

Hasta que pueda completar algún curso en “compasión/humana/empatía” quizás Hillis debería limitarse a criticar películas más acordes con él, como películas de zombis gays.



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