Artemisia annua impide la transmisión
de la malaria de hombre a mosquito
Por Pierre Lutgen
Junio 25, 2011
El parásito de la malaria inyectado por el mosquito en el torrente sanguíneo de los humanos sufre una transformación desde el plasmodio asexual a los gametocitos sexuales que son los que el mosquito “levantará” durante su comida de sangre. El efecto letal de la Artemisinina sobre los gametocitos se conoce desde hace unos 20 años y fue mencionado en ensayos in vitro en la Universidad Johns Hopkins. Estos resultados se confirmaron en 1993 por investigadores en China e India y mencionados en el documento WHO/MAL98.1086. El Malaria Journal publicó una revisión en forma de artículo [1] en 2008, describiendo estudios similares que involucran a miles de personas en muchos países.
Tomando regularmente una taza de té de Artemisia annua no sólo puede reducir fuertemente al plasmodio sino que también a la carga de gametocitos en la sangre. Hemos recibido numerosos informes anecdóticos de este tipo de nuestros socios Africanos, pero el efecto merece una bien diseñada serie de ensayos clínicos en diferentes ambientes humanos y geográficos.
Están planeados varios ensayos in vitro y in vivo en cooperación con BELHERB (Asociación belga-luxem-burguesa para la promoción de hierbas medicinales). Los niños parecen constituir la mayoría de los por-tadores de gametocitos como lo demostró un estudio en Kenya [2]. Parece ser que el mosquito anofeles es atraído preferentemente por los niños y de manera especial por quienes son portadores de gametoci-tos. Por consiguiente los esfuerzos deberían de concentrarse en los niños de las escuelas.
Otras drogas antimaláricas como la cloroquina y la amodiaquina, carecen de este efecto letal para los gametocitos. La Piremetamina Sulfadoxina (SP) hasta aumenta la densidad de los gametocitos en sangre.
El té de Artemisia annua tomado durante 7 días tiene la ventaja sobre las píldoras de ACT tomadas durante 3 días porque los gametocitos generalmente se desarrollan después del 5º día de la infección.
Además, aceites esenciales presentes en el té, como el 1.8 cineol [3] y limonene [4] son conocidos como antimaláricos. Ellos frenan el desarrollo del parásito en una etapa temprana e inhiben así la formación de los gametocitos. Su presencia en la sangre puede tener un efecto preventivo contra la malaria al refor-zar al sistema inmunológico.
El sueño de la erradicación de la malaria podría volverse realidad.
Pierre Lutgen
Luxemburgo
Miembro europeo de FAEC
Abstracto de la información presentada en la Conferencia sobre “Salud y Educación en África: Comba-tiendo la Malaria y la Disentería” en el Parlamento Europeo en Bruselas el 16 de junio, 2011. El texto completo en francés está disponible a pedido en:
Referencias:
- LC Okell et al, Malaria Journal, 2008, 7(125)
- LC Gouagna et al., East Afr Med Journ., 2003, 80 (12) 627-634
- Vanessa Su et al., Flavour Fragr. J. 2008; 23: 315–318
- IC Moura et al.,Antimicrobial Agents and Chemotherapy, September 2001, p. 2553-2558, Vol. 45, No. 9