por Pierre Lutgen
Doctor en Ciencias
Luxemburgo
La artemisinina, la sustancia contenida en esta planta demostró tener mucha más eficacia que los medi-camentos usados en la quimiprofilaxis o en los tratamientos curativos, tales como la cloroquina o la mefloquina [2]. Ella actúa entre 10 y 100 veces más rápido que todos los otros medicamentos desarro-llados hasta ahora y destinados al tratamiento de la malaria. Los chinos han utilizado a esta planta durante milenios como medicina contra toda una serie de enfermedades, incluida la malaria.
Los estudios chinos han demostrados una eficacia del 100% cuando las hojas de la artemisia son pulve-rizadas y usadas directamente, ya sea en polvo o mezclada con aceites, o aún concentradas en alcohol. Los estudios hechos en Etiopía, Tanzania, Camerún, y el Congo han permitido tratar a miles de pacien-tes víctimas de la malaria con una tasa de éxito del 80 al 100% sólo mediante el tratamiento con té de artemisia.
No hay que olvidar el hecho de que la artemisinina contenida en el té de artemisia ayuda a aumentar la inmunidad [3] Numerosos pacientes que sufren de otras enfermedades muy diferentes como tifus, SIDA, reumatismo, bronquitis han visto una mejoría en su estado de salud. Los chinos lo saben desde hace siglos.
La única precaución a tomar por los enfermos es mantener el tratamiento con la tisana de artemisia durante 5 a 7 días, y de beber varias dosis durante el día ya que la vida media de la artemisinina en el cuerpo humano es de apenas unas pocas horas.
El té es usado en China desde hace unos 2000 años y no se ha observado el desarrollo de ninguna resistencia por los parásitos. Los mosquitos se han adaptado a los demás remedios como la quinina o la cloroquina. Los otros son demasiado caros. El Lariam (mefloquina) cuesta 25 más que la cloroquina, y las píldoras compuestas de artemisinina y de mefloquina son 50 veces más caras. Las tisanas de base de artemisia, cuando son hechas por los mismos consumidores, no cuesta nada.
El Ministerio de la Salud de Canadá desaconseja a la mefloquina porque este tratamiento puede conducir a problemas neuropsiquiátricos graves (convulsiones, depresión, alucinaciones auditivas y visuales [4] encefalopatías) en 1 caso en 215. También la sociedad farmacéutica Hoffmann-Laroche reconoce que no se debería prescribir el Lariam a las personas psicológicamente frágiles. [5]
La negligencia de la OMS
Que se haya descubierto una planta, un medicamento que bajo la forma de un té de artemisia cura la malaria, no podría dejar indiferente a las sociedades farmacéuticas. Ellas fabrican y venden píldoras. Ellas reconocen, sin embargo, que hasta la fecha no se ha probado ningún fracaso terapéutico con la artemisinina.
El periódico Science & Vie de junio 2006, en un dossier especial sobre los mosquitos “La gran amenaza” ignora totalmente a la Artemisia como un remedio. Esta publicación que se llama a sí misma científica ¿estará pagada por las sociedades farmacéuticas para darnos miedo y hacernos comprar las píldoras?
Tampoco le va bien a la Revista GEO (edición alemana) de junio 2006: ella publica un artículo de fuerte entusiasmo sobre el potencial de cura que tiene la Artemisia annua para el paludismo. Pero al seguir la lectura vemos en le artículo que lo único que hace es recomendar las píldoras obtenidas al extraer la artemisinina sólo de las flores de la planta. El resto puede ser usado como paja para los establos. Esta recomendación que es bien contraria al hecho bien conocido de con las hojas secas de la Artemisia annua se puede hacer una tisana muy eficaz para el tratamiento de la malaria, es una recomendación bien criminal. ¿Cui bono? ¿Quién lucra?
A pesar de los resultados probatorios obtenidos con la tisana de Artemisia, la OMS (Organización Mundial de la Salud) en un comunicado en enero, desaconseja a esta tisana y recomienda la toma de artemisinina en píldoras en combinación con otros antipalúdicos (Tratamiento ACT).
Que la OMS en Washington se preste a tal absurdo puede asombrar, pero cuando se conoce que dos tercios de su financiamiento proviene de las sociedades farmacéuticas: 1.180.000.000 € contra 650.000.000 € de la contribución de los estados miembros en el 2003 –entonces no nos asombra más. Mientras tanto se puede preguntar ¿adónde va a parar este Maná? ¿A los salarios y viajes de los funcionarios de la OMS, a los edificios lujosos en Ginebra?
La OMS ha declarado ella misma en 1998 que con 5 € por persona se podría salvar para el 2006 la vida de 10.000 de personas [6] que mueren todos los años a causa de la diarrea, la malaria, la tuberculosis, el SIDA. Eso es apenas el 5% de su presupuesto anual –pero eso no ha sido hecho todavía.
El tráfico de medicamentos
Los medicamentos de artemisinina traficados o falsificados son muy numerosos. Un relevamiento hecho en Camboya mostró que hasta un 79% de aquellos vendidos en este país eran ineficaces o sino peligro-sos. [7] Cada año mueren 100.000 personas a causa de la malaria en el Sudeste de Asia muertes provo-cadas por estos medicamentos ineficaces. Esto fue confirmado por un estudio hacho por el Prof. Paul Newton de la Universidad de Oxford. Él califica de asesinos a los fabricantes de esas píldoras.
Y Newton desaconseja comprar tales medicinas en la Internet o en las farmacias de los países del Sur. Por el contrario, el té de la artemisia posee un sabor totalmente característico que, hasta el presente, no se ha podido detectar ninguna falsificación. Sin embargo, la OMS pone en guardia contra el consumo de esta tisana –pero no contra los medicamentos falsificados y traficados.[8]
A nivel mundial existe un déficit extremo de artemsinina. Los precios explotan, los fabricantes no pue-den producir lo suficiente. Es por esto que es criminal extraer la artemisinina solamente de las flores de la planta y desechar el resto. Se ha demostrado ya repetidas veces que los restos de las plantas que no contienen artemisinina son igualmente eficaces en la lucha contra la malaria.
Los principios activos contenidos en la planta que son eficaces contra la malaria son, por ejemplo, la artemetina, la casticina, la crisoplenetina, el crisosplenol-D, el cirsilineol. La cantidad de artemisinina en una muestra bien seca puede permanecer estable durante 3 años. El investigador Dr. Pedro Mellilo, de la Universidad de Campinas, Brasil, ha demostrado que en una muestra secada correctamente, la tasa de artemisinina aumenta con la duración del almacenado (gracias a la tranformación de los precursores).
Y aún si esta tisana “gratis” producida a nivel local condujese a un acostumbramiento dejemos que los pobres africanos afectados por la malaria puedan salvar su vida, hoy, mientras esperan por el polvo de prilimpinpin que las multinaciones y la OMS les prometen.
Pierre Lutgen
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