New York Times, Enero 8, 2005
Es Tiempo de Rociar DDT
por NICHOLAS D. KRISTOF
COLUMNISTA OP-Ed
Si los Estados Unidos quieren ayudar a los países golpeados por el tsunami como Sri-Lanka e Indonesia – para no mencionar otros países pobres de Asia – hay un paso que no nos costaría nada y salvaría cientos de miles de vidas.
Sería permitir que se use DDT en los países asolados por la malaria.
Estoy entusiasmado de que estemos vertiendo cientos de millones de dólares en esfuerzos para aliviar el desastre, pero el tsunami fue apenas un destello en la mortalidad del tercer mundo. Los mosquitos matan 20 veces más gente cada años que lo que mató el tsunami, y en la larga guerra entre los humanos y los mosquitos parece que los mosquitos están ganando.
Una razón es que los Estados Unidos y otros países ricos están tomando partido por los mosquitos en contra de los pobres del mundo – al oponerse al uso del DDT.
“Es una tragedia colosal,” dice Ronald Roberts, un profesor de salud pública tropical de la Universidad de Servicios Uniformados de las Ciencias de la Salud. “Y está embrollada en políticas ecologistas y burocracias incompetentes.”
En los años 50, 60 y principios de los 70, el DDT era usado para reducir a la malaria en todo el mundo, y eliminándola en lugares como Taiwán. Pero el creciente reconocimiento del daño que el DDT puede causar al ambiente – amenazando la extinción del águila calva, por ejemplo – llevó a que el DDT fuese prohibido en Occidente y estigmatizado en todo el mundo. Desde entonces, la malaria estuvo creciendo.
Los países pobres del mundo que pudieron mantener a raya a la malaria parecen ser los pocos que siguieron usando al DDT, como Ecuador. De modo similar, la malaria en México creció y disminuyó con el uso del DDT. Sudáfrica trajo al DDT de vuelta en el 2000, después de que un cambo a otros pesticidas hizo regresar a la malaria, y ahora la enfermedad está nuevamente bajo control.
Pero la mayoría de las agencias de ayuda en Occidente no pagarán ningún programa para combatir la malaria que use DDT, y se aseguran, por otro lado, de que el DDT no sea usado nuevamente. En vez de ello, las naciones Unidas y los donantes de de occidente alientan el uso de redes mosquiteros tratadas con insecticidas y medicinas para curar la malaria.
Los mosquiteros y las medicinas son herramientas críticas para combatir a la malaria, pero no son suficientes. La actual estrategia antimalárica es un fracaso poco financiado, dando por resultado que la malaria mate entre 2 y 3 millones de personas todos los años.
El DDT no funciona en todas partes, No fue tan efectivo en las sabanas del África Occidental como lo fue en África del Sur, y es difícil de aplicar en aldeas remotas. Y en algunos países, como Vietnam, se ha conseguido disminuir la malaria sin DDT.
Pero en general, una de las mejores maneras de proteger a la gente es rociar con DDT el interior de una choza, una vez al año. Esto emplea cantidades insignificantes de DDT – 450.000 personas pueden ser protegidas con la misma cantidad que se aplicaba en los años 60 en una sola granja norteamericana de algodón de 500 hectáreas.
¿Es seguro? El DDT fue aplicado en Norteamérica en los años 50 mientras los niños jugaban bajo el rociado, y hasta unas 80.000 toneladas anuales se aplicaban a los cultivos norteamericanos. Existen algunas investigaciones que sugieren que podría provocar nacimientos prematuros, pero los humanos estarían mucho más seguros expuestos al DDT que a la malaria.
Llamé al World Wildlife Fund, pensando que hallaría guerra. Pero Richard Liroff, su experto en toxinas, dijo que él podría aceptar el uso de DDT cuando fuese necesario en la lucha contra la malaria. “Sudáfrica estuvo bien al usar al DDT,” dijo, “Si las alternativas al DDT no están funcionando, como no lo hacían en Sudáfrica, entonces uno tiene que usarlo. En Sudáfrica previno decenas de miles de casos de malaria y salvó muchas vidas.”
En Greenpeace, Rick Hind notó razones para preocuparse por el DDT, pero añadió: “Si no existe otra cosa, y va a salvar vidas, todos estamos a favor de él. Nadie es dogmático sobre el asunto.”
¿Entonces por qué la ONU y las agencias donantes, incluyendo a la Agencia de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID) por lo general evitan financiar programas con DDT? El principal obstáculo parece ser la precaución y la inercia burocrática. El Presidente Bush debería cortar a través de todo eso y conducir un esfuerzo para combatir a la malaria usando todas las herramientas necesarias –incluyendo al DDT.
Uno de los momentos de mayor alborozo con mis hijos se produjo cuando estábamos acampando juntos y divisamos a un águila calva. Fue una tragedia de que casi permitimos que el DDT aniquilase a tan magníficas aves, y deberíamos seguir prohibiendo el uso del DDT en los Estados Unidos.
Pero es también trágico que nuestro remilgo sobre el DDT está matando mucha más gente en los países pobres, todos y cada uno de los años, que un tsunami cada cien años.
Comentario de FAEC: Estamos de acuerdo con Kristof en un 90%. Por supuesto, discrepamos con él en cuanto a que el DDT amenzaba con la extinción a las águilas calvas (y otras aves), con que el DDT no era efectivo en todas partes por igual, y con la opinión de Rick Hind, de Greenpeace, de que "nadie es dogmático sobre el asunto.". Los lectores de este sitio que hayan leído nuestros artículos sobre el DDT, ya saben que la culpabilidad del DDT sobre la extinción de aves - de cualquier tipo - era nula, como es nula también su relación con el adelgazamiento de las cáscaras de los huevos, con los cánceres de mama en humanos, o de cualquier tipo, vistos sus notables efectos preventivos del cáncer, observados en estudios realizados en su momento.
En cuanto a que nadie es dogmático sobre el asunto DDT, nada más alejado de la verdad. Sólo ver la cerrada negativa de los funcionarios del USAID, y de muchas organizaciuones de las Naciones Unidas, a emplear el DDT para combatir a los mosquitos, demuestra que el dogmatismo es la norma en este campo.
Pero es saludable que se vean opiniones como las de Kristof - nada menos que en el New York Times, ardiente adalid del ultraecologismo. Ya van dos artículos OP ED que han aparecido en este diario en los últimos meses, exigiendo que se tome conciencia que es imperioso el retorno del DDT para combatir a los mosquitos causantes de decenas de enfermedades parasitarias en los trópicos y los países pobres.
¿Será cierto aquello de que "no hay mal que dure cien años"? La prohibición del DDT ya lleva 32 años. Tendremos que esperar todavía por otros 68? A tres millones de muertes por año serán 204 millones más - que tendremos que sumar a los 96 millones que ya han muerto desde 1972 - SÓLO a causa de la malaria!
¿Sabía usted que las muertes humanas causadas por el DDT fueron mayormente suicidios? Pero el respecto, cuando se comparan las estadísticas, las hojitas de afeitar y las píldoras para dormir son 500.000 veces más peligrosas que el DDT.
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