La respuesta, mi amigo,
no está soplando en el viento
por Richard Littlejohn
DailyMail.co.uk
Junio 10, 2011
A continuación de la revelación que estamos pagando un impuesto secreto para subsidiar a las llamadas energías renovables, parece ser un buen momento para comprobar exactamente qué estamos recibiendo a cambio de nuestro dinero.
A mediodía de ayer la energía del viento estaba contribuyendo con el 2.2% de toda la electricidad de la red nacional. Usted podría pensar que eso es un retorno muy pobre por los miles de millones de Libras Esterlinas gastadas en Gran Bretaña en el gran desfile del ejército de molinos de viento.
Pero en realidad es una mejora significativa sobre la última vez que comprobé a toda la industria de la electri-cidad en su página web oficial. A mediados del año la cifra era 1.6%. Durante la ola de frío del invierno las turbinas tuvieron que ser calefaccionadas para impedir que se congelaran y estaba en realidad consumiendo mucha más electricidad que la que producían.
¿Valen la pena? La energía eólica contribuye hoy con apenas al 2.2% de la electricidad total de la red nacional.
Aun en un buen día, las turbinas raramente operan un cuarto por encima de su capacidad teórica. Durante días de vientos fuertes tienen que ser desconectadas para impedir su destrucción. Las 3.426 turbinas de viento de Gran Bretaña no producen más electricidad que una simple planta de electricidad alimentada con gas natural.
Cualquier persona cuerda llegaría a la conclusión que la generación de energía por turbinas de viento es ineficiente sin esperanza y horriblemente cara, y dejaría de arrojar dinero a la basura de inmediato. Pero… ¿Cuándo tuvo que la cordura algo que ver con las políticas de gobierno?
Más locura
Los ministros están planeando instalar otras 12.500 de estas peor que inútiles turbinas, algunas de ellas tendrán un tamaño tres veces más grande que las monstruosidades ya existentes. Todos estamos pagando por todo esto a través de cargos ocultos que ahora constituye una quinta parte de todas las facturas de gas y electricidad. Los hogares promedios tienen que pagar £250 libras extras por años. Eso porque el gobierno obliga por la fuerza a las compañías para que compren electricidad de las fuentes renovables que es mucho más cara que la producida por las estaciones convencionales. El costo, por supuesto, es pasado directamen-te al consumidor.
Los ministros saben que habrá una fuerte protesta si elevasen los impuestos para financiar a las turbinas de viento, de manera que esconden los subsidios en las facturas de gas y electricidad, y esperan que las compañías eléctricas carguen con las culpas.
Energía de Escocia acaba de anunciar que está subiendo el precio del gas en un 19% y la electricidad en 10%. Aunque hay muy poco que las compañías pueden hacer sobre el aumento de precios mundiales de los commodities, nuestras facturas están siendo infladas artificialmente como resultado directo de las insanas políticas gubernamentales del “cambio climático.”
¿Qué es lo que viene? La pregunta es ¿qué hará el gobierno cuando nuestras estaciones generadoras de electricidad lleguen al final de su vida útil?
En momentos en que el precio de todas las cosas, desde el petróleo hasta los alimentos básicos atraviesa el techo, es indignante que los ministros estén apoyándose en la miseria al forzar a todo el mundo a pagar muy por encima de lo razonable por el combustible doméstico.
Aquí está lo loco que esto es
A principios de este año la Red Nacional fue forzada a pagar £900.000 en compensación a los dueños de 6 granjas eólicas que fueron forzados a cerrar durante una noche ventosa –porque estaban produciendo demasiada electricidad y no había capacidad para almacenarla.
De modo que están produciendo poca o ninguna electricidad o sino tienen que desconectarse porque están produciendo demasiado. De cualquier manera los que pagan somos nosotros –siempre.
No se trata sólo de molinos de vientos, tampoco. A los granjeros se les está ofreciendo £50.000 para cubrir sus campos con paneles solares, que son inútiles cuando el sol no brilla.
Dado que se nos dice que muy pronto podríamos estar enfrentando escasez de alimentos, uno creería que tendría mucho sentido que se alentara a los granjeros a cultivar sus campos para tener cosechas de alimentos. Pero, con un retorno anual garantizado (que pagamos nosotros –no los políticos) mucho más alto que si cultivasen trigo, uno no puede culpar al granjero Jones por llegar a la conclusión de que no vale la pena ensuciarse las manos y doblar el lomo durante 18 horas al día, y prefiera aceptar el dinero y quedarse descansando en su casa.
Los generosos subsidios para las energías renovables también están haciendo que los más ricos terrate-nientes del país más ricos aún –a expensas del dinero de los contribuyentes.
Mientras tanto, la industria manufacturera enfrenta un aumento del 70% en sus facturas de combustible –sin relación con el nivel de precios a escala mundial- a causa de un exagerado impuesto sobre la emisión de de carbono impuesto por el domesticado conductor de carreras de la Coalición de gobierno. Algunos dicen que él huyó con una ex lesbiana y que persuadió a su ex mujer para que cargara con la culpa de una multa por exceso de velocidad. Todo lo que sabemos es: se llama Chris Huhne.
¿Vale la pena? Se ven bien, pero ¿en qué posición estamos hoy de usar la energía solar al máximo?
El Secretario de Energía del partido Liberal Demócrata epitomiza a la obsesión del establishment político con el “calentamiento global antropogénico”. El cambio climático les ha dado la excusa perfecta para adquirir más poder y elevar los impuestos.
No me crea a mí. El antiguo Secretario del Gabinete de Tony Blair, Lord Turnbull, ha condenado a los miem-bros del parlamente y funcionarios civiles por castigar a las familias que trabajan duro, y poner en peligro el crecimiento económico en nombre de “salvar a los osos polares.” Turnbul dijo: “Necesitamos mayor amplitud de mentes, más racionalidad, menos emoción, menos religiosidad y poner fin a la propaganda alarmista y a los intentos de asustarnos a nosotros y a nuestros niños.”
Amén a eso.
¿Por qué debería Inglaterra tener las metas más estrictas del mundo para recortar las emisiones de carbono, especialmente cuando China está inaugurando todas semanas una nueva central quemadora de carbón? Alcanzar esa metas extraerá de la economía –y de sus bolsillo, amigo- £13.000 millones de Libras Esterlinas.
¿Por qué solamente los hogares de Gran Bretaña tienen que ser forzados a pagar mayores precios por sus facturas de electricidad y gas para desfigurar nuestros hermosos paisajes con horribles molinos de la Guerra de los Mundos, simplemente para que políticos como Huhne puedan pavonearse en conferencias internacio-nales del “calentamiento global.”
Es suicida poner innecesarias cargas sobre los negocios británicos, que están tratando de competir con productos Chinos de descuento producidos con electricidad barata generada por carbón.
Ni siquiera hay decenas de miles de trabajos creados en Gran Bretaña por la “economía verde”. Las turbinas de viento están siendo todas construidas e instaladas por firmas extranjeras. Los contribuyentes británicos están subsidiando a la compañías en Alemania, España y Japón.
Hace pocos días mi esposa fue a almorzar a un hotel en Norfolk que estaba repleto de técnicos Escandina-vos, viviendo a lo grande, plantando granjas eólicas en el mar en el Mar del Norte y Wash.
Los políticos están poniendo en peligro nuestra recuperación económica al adoptar posturas sobre el “calen-tamiento global” y arrastrando sus pies sobre las soluciones obvias y urgentes de construir más centrales nucleares, más limpias y seguras.
A consecuencia de esta locura, Gran Bretaña enfrentar la verdadera posibilidad de extensos cortes de ener-gía en todo el país, a medida de nuestras estaciones generadoras de electricidad más viejas vayan saliendo de servicio cuando lleguen al fin de su vida útil.
Olvídense de los osos polares. A menos de que los políticos vuelvan a recobrar el sentido, las facturas electricidad y gas que suben como cohetes, serán el menor de nuestros problemas.
COMENTARIO DE FAEC: A pesar de toda la experiencia que se viene recogiendo de países como Dinamarca, España, Alemania, donde la economía de las energías alternativas han causado más problemas que soluciones; donde cada puesto de trabajo verde creado por ellas ha destruido ente 2,4 y 5,2 puestos de trabajo tradicionales; o el reconocido encarecimiento de las tarifas eléctricas y de gas natural en países como Alemania, Holanda, Austria, y otras más de la Unión Europea, demostrando que las ventajas y promesas de estas energías son una ficción, o mejor: una falacia, en Argentina hay grupos que siguen promoviendo la instalación de molinos de viento como la panacea universal.
Nada dicen de los subsidios que deberán darse a esas granjas eólicas o solares, que deberán ser pagados por millones de argentinos que ni siquiera recibirán el 1% de la energía producida, y deberán pagar la que usan con aumentos que pueden –y lo harán, no lo dude- subirá hasta un 30 a 50% de las tarifas que están pagando ahora.
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Escriba su comentario o inicie un debate sobre el artículo: