Hielo Marino
Temperatura Polo Norte
Cada vez que defiendo a los “toffs” ["pituco", persona rica y bien vestida en la jerga inglesa], uno de los principales puntos que quiero hacer es cuán grandes conservadores que son. Porque ellos han sido los dueños de grandes porciones de Gran Bretaña, a menudo durante varias generaciones, ellos comprenden la importancia de su rol como depositarios y cuidadores del paisaje. Por cierto, esto coincide con sus hobbies – cercos de ramas y muros de piedra en lugar de alambradas de púas porque uno no quiere que la barriga de su montura sea herida cuando uno anda cazando zorros; bosquecillos donde emboscarse para cazar patos, y así por delante –pero sin embargo, yo creo que nuestra clase dueña de la tierra generalmente tuvo una profunda comprensión de qué hace a la campiña inglesa al más hermoso de la Tierra, y que en gran medida hizo mucho para mantenerlo así.
Es decir, hasta que llegaron las granjas eólicas.
En el Sunday Times, Jonathan Leake -uno de los pocos periodistas en los medios masivos de prensa, y muy probablemente el único que un corresponsal ambiental que ha aventurado escribir algunas críticas de la gran estafa del calentamiento global- ha dado los nombres de los ricos terratenientes que están a punto de hacerse mucho más desagradablemente ricos permitiendo que sus tierras sean alfombradas con turbinas de viento.
Entre los mayores beneficiarios potenciales está el Duque de Roxburghe, cuyo esquema proyectado de 48 turbinas en su propiedad Escocesa le generará unas estimadas £30 millones de libras al año, compartidas con los desarrolladores. Alrededor de £17 millones provendrán de subsidios de los consumidores.
Otros que procuran capitalizarse en la nueva quimera del oro eólica es el Duque de Beaufort, Sir Reginald Sheffield, padre de Samantha Cameron, y Michael Ancram, el Grande de los Conservadores del Parlamento.
Quizás hubo un tiempo, en los primeros días de las granjas eólicas, cuando estos hombres pudieron haber alegado ignorancia sobre lo nocivas e inútiles que son las granjas eólicas. Ya no más. Ha surgido ya tanta evidencia del daño que las granjas eólicas causan a las aves, como retorno de ningún beneficio para nadie más que los fuertemente subsidiados dueños de esas granjas, que la única manera de alguien pueda ignorar la evidencia es tapándose las orejas, cerrando los ojos y decir: “No, no, no. No me importa. Mi administrador me dice que me dará cántaros y más cántaros de adorable oro, de modo que 'fuck' los campesinos que tendrán su paisaje arruinado, y también los la gente pequeña que tienen que pagar mis adorables vacaciones en Mustique con el aumento de sus eco-impuestos e infladas facturas de electricidad.”
El papá de Samantha Cameron también, no? Normalmente no soy de la clase tipo guerrero. Pero historias como estas me enferman y comienzo a preguntarme si no deberíamos comenzar a afilar nuestra guillotinas.
Nota de FAEC: Samantha Cameron es la hija de Sir Sheffield, y esposa de David Cameron, el jefe del Partido Conservador inglés (los "Tory"), a quien se lo considera el próximo candidato a Primer Ministro de Gran Bretaña, pero a diferencia de su suegro, es de una Corrección Política notable. Sir Reginald Sheffield, por el contrario, podría ser lo menos políticamente correcto que hay en Inglate-rra, y es un personaje que debería haber vivido durante la época de Robin Hood y Juan Sin Tierra, pero en el papel del perverso Sheriff de Nottingham, que tan mal se llevaba con los campesinos de la región y con los alegres bandidos del Bosque de Sherwood. Pero esas son leyendas, y estos Sires de hoy no parecen haber cambiado mucho desde entonces. Muchos ingleses están algo cansados de su realeza y por eso Dellingpole habla de afilar guillotinas. Será para alquilar balcones.
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
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