La recuperación del clima de la Tierra de la Pequeña Edad de Hielo comenzó hace unos 200 años, pero la concentración del dióxido de carbono en la atmósfera comenzó a aumentar de manera significativa recién en la década de 1950, probablemente debido al rápido crecimiento del uso de los combustibles fósiles.
La recuperación del clima es un proceso que todavía continúa. Una tasa de calentamiento natural de aproximadamente 0,5ºC por siglo ha sido la línea de base durante más de 100 años, pero tanto las fluctuaciones cortas (pocos años) y largas (20 años) alrededor de la línea de base han ocurrido por causas naturales, pero altamente especulativas, por ejemplo un rápido calentamiento en los años 30 seguido de una período de enfriamiento, y recientemente un nuevo calentamiento hasta 1998.
Según el panel climático del IPCC, este último período de calentamiento ha sido forzado por las concen-traciones crecientes de dióxido de carbono en la atmósfera. Sin embargo no existen pruebas de ello, y la teoría de cómo el dióxido de carbono influencia la temperatura media global es complicada y no es confiable. Y si la temperatura global vuelve otra vez a aumentar más lentamente que la tendencia na-tural de largo plazo de 0,5º C por siglo, o si comienza a enfriarse, podemos estar seguros de que el reciente y más rápido calentamiento ha sido también natural.
Se ha discutido ampliamente si las mediciones de la temperatura derivadas de los satélites que mues-tran sólo un pequeño calentamiento deberían ser más confiables que las temperaturas obtenidas en tierra que muestran un calentamiento más alto. Pero después de 1995 ambas fuentes de dato muestran casi lo mismo (ver los gráficos de abajo obtenidos del Centro Hadley (tierra) y de la NASA (satélites).
Una buena razón para comenzar el diagrama en 1995 es que desde ese año ningún volcán grande (en-friador) ha perturbado a las tendencias de las temperaturas. En contrario a la común creencia, hubo poco o ningún calentamiento desde 1995 y esto está mostrado por dos conjuntos de datos completa-mente independientes.
Las curvas se ven muy normales y parece probable que la recuperación natural desde la Pequeña Edad de Hielo ha seguido sin significantes desaceleración o aceleración causadas por la actividad humana.
Es imposible decir qué sucederá en el futuro. Pero hasta ahora, las mediciones reales de la temperatura no proporcionan una base para preocuparse por un calentamiento catastrófico en el futuro.
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