Hora de Córdoba |
por Eduardo Ferreyra
Mientras que las noticias hacen foco sobre la menor extensión del hielo del Ártico desde el inicio de la medición mediante satélites, el Hemisferio Sur (la Antártida) ha establecido silenciosamente un nuevo record para la extensión del hielo desde 1979.
Esto se puede ver en el gráfico más abajo, del sitio web de la Universidad de Illinois (Chapman) que es actualizado diariamente. El área de la cobertura de hielo es la más alta en el registro de los satélites, que comenzó en 1979, quebrando los récords de 1995, 2001, y 2006.
Este invierno ha sido especialmente duro en el Hemisferio Sur, con fríos y nevadas récords estable-cidos en Australia, Argentina y gran parte de Sudamérica, y África. Desde 1979 la tendencia en los registros satelitales fue creciente para la extensión total del hielo Antártico.
Aunque en 2002 hubo un frenesí de interés en los medios cuando la barrera de Larsen-B colapsó y la extensión de hielo disminuyó ostensiblemente, eso fue momentáneo.
Esa ruptura fue causada por una momentánea declinación en la extensión del hielo en el sur que no se debió al calentamiento del invernadero sino a un gran pico en las actividad solar que causó significante calentamiento en latitudes medias y bajas, una reducción de los vórtices polares en ambos hemisferios, y hasta una momentánea ruptura, por primera vez, del vórtice polar sur. Esto causó un aumento de los vientos y corrientes llevando a una ruptura del hielo. En cuanto el sol se aquietó, el hielo retornó rápi-damente y ha retomado su lento crecimiento.
La correlación inversa entre la actividad solar y la extensión del hielo Antártico es impresionante. Mientras que la Península Antártica se ha calentado en años recientes, y el hielo cercano a ella dis-minuyó durante el verano del Hemisferio Sur, el interior de la Antártida ha sido más frío y el hielo en todas partes se ha extendido y ha durado más tiempo, lo que explica el aumento de la extensión total. Esta dicotomía fue mostrada muy claramente en este blog publicado recientemente por el World Climate Report.
Nótese que las temperaturas promedio en el Polo Sur son cerca de 1º F (0,56º C) más bajas que en 1957, y que el invierno más frío registrado fue el de 2004. Este invierno pasado fue menos frío por el equivalente de lo que llamamos “bloqueo de altas latitudes” en el Hemisferio Norte que fuerza al aire frío hacia las latitudes medias. Esto explica los fríos extremos en Australia, Sudamérica y África.
Los Hemisferios Sur y Norte estuvieron fuera de sincronía, con muy calentamiento notado en los océanos o tierra del Hemisferio Sur durante el reciente calentamiento del Hemisferio Norte.
Este hecho comprobado viene a poner en duda, una vez más, las afirmaciones de la hipótesis del "ca-lentamiento global catastrófico" que postula que los polos se calentarán más que las regiones templa-das y los trópicos. Hay un error grueso en la hipótesis, y deja al descubierto que hay otros factores, como la actividad solar -despreciada por la hipótesis y no incluida en los modelos de manera adecuada- que afectan al desarrollo del clima en la Tierra.
Eduardo FerreyraVea desde donde nos leen
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