Hora de Córdoba |
Por Eduardo Ferreyra
La batalla política sobre el cambio climático ha sufrido una escalada en la cantidad de desinformación distribuida por agencias noticiosas y por "serias" revistas científicas como Science y Nature. Parece que los medios están compitiendo entre ellos para ver cuál presenta los infor-mes más histéricos y catastróficos en relación al inminente Apocalipsis a manos del calentamiento global provocado por el hombre.
Después de que la cadena ABC de EEUU publicara un ensayo fotográfico con imágenes generadas por computadora mostrando ciudades de ese país inundadas hasta el segundo piso, seguido del informe de la cadena NBC del Lunes pasado acerca de que la capa de hielo de Groenlandia se derrite tan rápido que “podría encender un desastre mundial,” la agencia de noticias Associated Press advierte el sábado 22 de septiembre de que “En apenas un siglo, algunos sitios que hacen a Norteamérica lo que es podrían ser lentamente borrados.”
Parecería ser que estuviesen jugando al juego “¿Pueden Igualar Esto?Por desgracia, como lo demuestran algunas de las afirmaciones de este verdadero ejercicio de irres-ponsabilidad periodística, los medios están impulsando a toda máquina una campaña para asustar a la nación Norteamericana y al resto de mundo y hacerles creer que el mundo llegará muy pronto a su fin si no comenzamos a hacer exactamente lo que Al Gore dice que hagamos -pero no lo que él hace..
“Muchos científicos del clima dicen que el ascenso de los niveles del mar muy probablemente inundarán al primer asentamiento en América en Jamestowm Virgina, como también al sitio de lanzamiento de cohetes que puso al primer Norteamericano en órbita.”
Es una hermosa manera de iniciar un artículo alarmista, es verdad. Pero apenas si fue el comienzo:
“La subida de las aguas lamerán los cimientos de la vieja calle del dinero en Wall Street y las nuevas torres del dinero en Silicon Valley, California. Las aguas inundarán los aeropuertos y las principales autopistas interestatales.”
Con perdón de los editores del absurdo periodístico, Silicon Valley no está siquiera cerca del Océano Pacífico, sino entre montañas, por ello el nombre de “valle del silicón”. La afirmación carece por lo tanto de toda base fáctica. Los periodistas ni siquiera se molestaron en mirar los mapas –como tampoco lo hicieron con los estudios científicos que desmienten su catastrofismo.
Con el proyectado ascenso de las aguas la inundación de los subterráneos de Nueva York podrían convertirse en algo más regular, aún hasta ocurrencias diarias. […] Florida enfrenta un serio riesgo de salud pública por el aumento de la sal del mar contaminado las reservas de agua dulce, dijo Joel Scheraga, el director de la EPA para la investigación del cambio climáti-co. Y la rica región de granjas del Delta de San Joaquín en California enfrenta serios proble-mas de salinización por inundaciones, afirman otros expertos.
Honestamente, este nivel de alarmismo irracional e irresponsable por parte del principal servicio de noticias del mundo es totalmente inexcusable, y a su autor, Seth Borenstein debería exigírsele que también comparta con sus lectores la opinión de cientos o miles de científicos de otras partes del mundo que refutan de manera absoluta las histéricas predicciones que ha ofrecido en su panfleto. Se presume que los medios de información debería ser imparciales en la información que presentan al público, porque al ocultar la información de otros expertos que desmienten sus afirmaciones alarmistas es cometer el imperdonable pecado de la desinformación periodística: distribuir inexactitudes sabiendo que los son. En una palabra: mentir.
Sin embargo, en ninguna de las informaciones que las agencias y los medios han venido presentando al público como la “verdad revelada”, no hubo ni una sola mención a las opiniones en contrario de científicos tanto o más capacitados que los nombrados en sus partes de prensa. El resultado es que lo que los medios nos están entregando como información fidedigna está muy lejos de serlo, y hoy el periodismo sobre el clima y el ambiente ha dejado de ser periodismo para convertirse en propaganda de agendas geopolíticas que todos los verdaderos periodistas deberían deplorar en lugar de imitar.
Esto hace surgir la pregunta: ¿Hasta dónde puede empeorar esta situación?El investigador independiente inglés Richard S. Courtney, revisor registrado oficialmente de los Informes del IPCC, me envió un email esta tarde (23 de septiembre, 2007) en respuesta a mi pedido de comentarios acerca de ese artículo de la AP y, en general, sobre el tema ascenso del nivel del mar. Dice lo siguiente:
Raramente he leído tal sarta de tontería alarmista y sin fundamentación. El nivel global de los océanos estuvo creciendo desde hace 10.000 años, desde el final de la última edad de hielo, y no se ha observa-do recientemente ninguna tendencia significativa en el ritmo de crecimiento de los niveles del mar. Los estudios reales y los modelos del cambio de nivel del mar niegan las falsas afirmaciones del artículo
Y hay demasiados, tantos estudios al respecto que yo no puedo citarlos a todos. De modo que daré los siguientes ejemplos:En las referencias de más arriba, Church et al., dicen que sus “mejores estimaciones del ritmo de crecimiento del nivel del mar, promediado globalmente, durante la última mitad del Siglo 20 fue de 1,8 ±0.3 mm al año". Además, ellos hacen notar que “se observa una variabilidad decadal en el nivel del mar, pero a la fecha no hay detectado ningún aumento secular en la tasa de subida del nivel durante el período 1950-2000.” Más todavía, ellos informan que no se ha detectado ningún aumento en la tasa de crecimiento durante todo el siglo 20, citando los trabajos de Woodworth (1990) y Douglas (1992).
Un aumento continuado de 2 mm/año para los próximos 100 años elevaría el nivel del mar en 20 cen-tímetros tal como lo hizo durante el siglo 20. Y es muy difícil de ver alguna justificación para la afirma-ción de Andrew Weaver de que “Vamos a tener un aumento de un metro y no hay nada que poda-mos hacer al respecto,” a menos de que esté hablando de los próximos 500 años.Cazenave et al., estimaron que “Se sabe que la tasa geocéntrica del aumento del nivel del mar durante la última década (1993-2003) es sumamente exacta, +2.8 ± 0.4 milímetros anuales, como lo determinó las mediciones del TOPEX/Poseidon y los altímetros Jason,” y que este ritmo de ascenso del nivel "es significativamente más grande que el histórico ritmo de cambio del nivel del mar medido por los medidores de mareas durante las últimas décadas (en el rango de 1 a 2 mm anuales).” Sin embargo, ellos atribuyen este aparente reciente aumento a una “variabilidad deca-dal” (resultante, por ejemplo, de la “Oscilación Decadal del Pacífico) y a la “variabilidad geográfica” que sesgan a los resultados de los medidores de mareas que ellos comparan a las mediciones satelitales de TOPEX/Poseidon. De manera que ellos no encuentran ningún aumento significativo en la tasa de crecimiento del nivel del mar de 1 a 2 mm anuales.
El trabajo de Lombard et al., confirma los descubrimientos de Cazenave et al. Lombard et al., investi-garon los cambios del nivel del mar inducido por la temperatura (es decir, termostéricos) en los últi-mos 50 años usando la información de las temperaturas oceánicas globales de Levitus et al. (2000) y de Ishii et al. (2003). Ellos encontraron que las variaciones termostéricas del nivel del mar son domi-nadas por oscilaciones decídales de las mayores perturbaciones climáticas océano-atmósfera (El Niño/ENSO, la Oscilación Decadal del Pacífico y la Oscilación del Atlántico Norte).
En términos de la media global, como ellos lo describen, las tendencies termostéricas computadas en una ventana de 10 años “muestran grandes fluctuaciones en el tiempo, con valores positivos (en el rango de 1 a 1,5 mm/años para la década centrada en 1970) y valores negativos (-1 a -1,5 mm/año para la década centrada en 1980).”
Jevrejeva et al., también dicen que “el crecimiento global del nivel del mar es irregular y varía enormemente a lo largo del tiempo.” Destacan como importante que “es aparente que las tasas de crecimiento en el período 1920-1945 son probablemente tan grandes como las actuales.” Y ellos dicen que su “estimación de la tendencia del aumento del nivel del mar de 2,4 1.0 mm/año para el período desde 1993 al 2000 se ajusta al aumento de nivel de 2,6 0.7 mm/año descubierto por los datos del altímetro del TOPEX/Poseidon.”No sólo los estudios reales no muestran un aumento en el ritmo del crecimiento del mar, el artículo que usted me envía da razones para preocuparse que no tienen sentido. Son muy pocos los glaciares que son monitoreados para una evaluación de sus pérdida o ganancia total de masa. Algunos están dismi-nuyendo, y otros están creciendo. En promedio, ellos han estado disminuyendo (con períodos de crecimiento) desde el final de la última edad de hielo hace 10.000 años. El agua adicional ingresada al ambiente por el derretimiento de los glaciares estuvo aumentando el nivel del mar durante esos 10.000 años.
No existe ninguna amenaza de un aumento del nivel del mar por la “desaparición de las capas de hielo”; nada, ninguna, CERO.
Los hielos del Ártico flotan y, en consecuencia, su total derretimiento no tendría ningún efecto sobre el nivel del mar (como cualquiera puede comprobarlo derritiendo un cubo de hielo en un vaso repleto de agua hasta el borde y viendo que no se derrama ni una gota). El hielo dfe la Antártida está aumentando y, en consecuencia, se podría esperar que el nivel del mar se reduzca al llenarse la masa de hielo de la Antártida con hielo que, de otra manera, sería agua que iría al mar.
Además, Näslund et al., usaron datos de la base de la capa de hielo y de la topografía de la superficie de la Tierra Occidental de Dronning Maud en la Antártida Oriental para calcular los cambios en volu-men para esa parte de la capa de hielo de la Antártida Oriental en escenarios de hasta 10º C de calen-tamiento. Ellos dicen que su modelo es aplicable a toda la capa de hielo Antártico, y llegan a la conclu-sión de que le llevaría unos 20.000 años para que la capa de hielo se estabilice, y a un volumen de hielo similar al que tiene ahora.
(Referencia: . Näslund, J.O., Fastook, J.L and Holmlund, P. 2000. Numerical modeling of the ice sheet in western Dronning Maud Land, East Antarctica: impacts of present, past and future climates. Journal of Glaciology 46: 54-66, http://www.glaciology.net/ag/papers/Grinsted-2003GL017957.pdf)
Y la “expansión de aguas más cálidas” es una situación de “sin cambios”. Las aguas más cálidas se han estado expandiendo por más de 10.000 años y –como lo demuestran las referencias más arriba- las aguas más cálidas siguen expandiéndose a ritmos sin cambio alguno.
Simplemente, no hay razón alguna para suponer que el aumento del nivel del mar será más un proble-ma en este siglo de lo que lo fue en el siglo pasado o cada uno de los siglos pasados.
Yo espero más respuestas a esta patética excusa para el periodismo en las próximas 24 horas, y las compartiré tan pronto como sea posible.
Un saludo cordial,Vea desde donde nos leen
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