Nadie está libre de culpa en este mundo de pecadores (nosotros tampoco) pero los meteo-rólogos han sido desde casi siempre motivo de la mofa y del escarnio público por sus reso-nantes yerros en las predicciones. Sin embargo, aunque sus yerros han sido muchos y constantes, sus aciertos los superan en número y les permite seguir cobrando sus sueldos en los Servicios Meteorológicos de todos los países del mundo. Eso sí, sus aciertos muy pocas veces han pasado el límite prudente de los tres días. Más allá de los tres días, el futuro se vuelve incierto y sólo asequible mediante el Tarot o el I Ching.
Pero hoy no voy a hablarles de lo ridículo que resulta pretender predecir el clima con 50 o 100 años de anticipación, cuando más allá de la semana ni siquiera el Tarot ni Nostradmus resulta útil. Ya hemos hablado bastante sobre la flagrante inutilidad de los modelos computados del clima con los que el IPCC estuvo manteniendo el sueño y la farsa del calentamiento global catastrófico.
En la parte inferior de todas nuestras páginas figura un pequeño gráfico con un link al sitio web de InfoClima.com, exactamente igual a este:
Se trata una muy útil página con datos del tiempo en Argentina y el resto de mundo, dirigi-da por don Carlos Eschoyez, meteorólogo de larga trayectoria en nuestro medio, y con una larga trayectoria de aciertos y yerros en sus predicciones.
Una anécdota risueña
Recuerdo que durante una Semana de la Aeronáutica Civil en 1975, había un gran festival aéreo en el Aeroclub Alta Gracia, de Córdoba, en donde se habían reunido cientos de avio-nes de todo el país. Ese día estaban programados una serie de eventos de vuelos y una de-mostración de paracaidismo (donde saltaríamos los socios del Club Paracaidistas Córdoba, con sede en el mismo predio del Aeroclub), pero el tiempo parecía no acompañar esa maña-na que se había mostrado con pesadas lloviznas y fuerte cobertura nubosa de baja altura.
Como el evento estaba apoyado por la Fuerza Aérea Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional había montado su puesto de trabajo allí, llevando una máquina de télex (que antiguo!) donde se recibían datos de las diferentes estaciones meteorológicas del país. Todos los paracaidistas y muchos pilotos estábamos reunidos alrededor del télex observan-do cómo don Carlos analizaba los datos y elaboraba sus pronósticos. Lo último de la técnica a nuestro alcance estaba allí.En un momento, como a las 10 de la mañana, don Carlos anuncia que las condiciones de mal tiempo se mantendrían durante todo el día y posiblemente al día siguiente también. Decidió suspender las actividades programadas y así lo hizo saber a las autoridades del Festival. Los paracaidistas presentes protestamos airadamente (sobre todo yo que tenía experiencia en pronosticar el tiempo por el dolor de callos de nuestra cocinera, la manera en que esta-ban los cuernos de la Luna cuando comienza un temporal, si la Luna “se hizo con lluvia”, si los potrillos retozan mucho, o los jejenes abundan, o si las ranas cantan "cruú" en lugar de "croac", y otros secretos aprendidos de los gauchos de la sierra cordobesa).
Sosteníamos los paracaidistas que el “cielo se abriría” entre las 11 y las 12 del mediodía, y la actividad se podría hacer normalmente. Nuestra milenaria sabiduría, herencia de la Pacha-mama, no pudo competir con los avances tecnológicos y la actividad se suspendió, se lleva-ron el télex y el público volvió a sus hogares. ¿Resultado? Como por arte de magia, a las 11:30 AM, el cielo se despejó totalmente y salió un Sol que partía la Tierra. De allí en adelante el tiempo se mantuvo radiante durante el resto del Festival Aeronáutico.
Moraleja: Los paracaidistas son mejores profetas del tiempo que los meteorólogos profe-sionales.
Análisis acertados y otros no tanto
Don Carlos Eschoyez, sin embargo, es un ardiente partidario de la teoría del Calentamiento Global Catastrófico (CGC) y en un editorial que hallamos en la dirección de su sitio web de InfoClima se puede leer su opinión y predicción sobre este invierno de 2005:
“Las tendencias indican que, como consecuencia del aumento promedio de temperatura, producto del calentamiento global, todas las estaciones serán más cálidas. Este invierno, como el anterior, si bien no tendrá muchos días con temperaturas bajo cero, como era tan frecuente 30 años atrás, las marcas bajas permanecerán por más tiempo y el invierno se extenderá casi hasta la mitad de la primavera (recordemos que el pasado invierno se prolongó casi hasta octubre, mes en el que se registraron temperaturas bastante bajas respecto a lo normal para la época).”
“A esto se suma que no habrá demasiados días con heladas fuertes, si bien la tendencia indica un invierno más largo y con lluvias muy pobres. En definitiva, se espera un invierno no muy riguroso aunque de mayor duración promedio.”
Lo que don Carlos se ha olvidado de contarnos es que durante los últimos 35 años hubo un boom de construcción de diques y represas en el suroeste y el noreste de Argentina, y sur-oeste de Brasil, con más de 40 nuevas represas sobre el Río Paraná más la inmensa Itaipú. En el lado Argentino se construyeron las represas de Urugua-í, Corpus y Yaciretá,. En el lado suroeste del país, se construyeron las grandes represas sobre el Río Limay como (1) Chocón-Cerros Colorados, (2) Piedra del Águila, (3) Pichi Picún Leufú, (4) Michichuao, que crearon inmensos espejos de agua cuya evaporación la traen los vientos del sudoeste hasta Córdoba.
Lejos han quedado los años en que Córdoba era el paraíso de los enfermos de asma (Ché Guevara?) o de tuberculosis que abarrotaban los Hospitales Santa María y Deán Funes en el Valle de Punilla. O los años 50 donde desde Agosto (Santa Rosa) a Octubre se hacían procesiones paseando a la Virgen por las calles de la ciudad para rogar por alguna lluviecita que aliviara "la seca"... Las conversaciones de hoy son al estilo, "Qué calor, no?", "Si, pero lo que mata es la humedad", demostrando que la originalidad no abunda, pero también señala que la humedad es cosa seria, y molesta.
Ha sido este aumento de la humedad ambiente del centro del país el responsable de que haya menos heladas severas, dado que el vapor de agua es el principal gas de invernadero, muy por encima del dióxido de carbono que apenas contribuye con el 3,5% de la capacidad de la atmósfera para retener el calor durante la noche.
Pero el aumento de la humedad de por sí no tiene nada que ver con la extensión de la esta-ción invernal. No es motivo para que el invierno se alargue hasta muy entrada la primave-ra. Ni para que los últimos veranos hayan sido más frescos que los anteriores. Fíjese en los registros de temperatura del Observatorio Córdoba (no los pida allí porque le van a cobrar) sino que vaya al sitio web de la NASA/GISS donde los obtendrá gratis. O vaya a la hemero-teca de La Voz del Interior y revise los archivos para obtener las temperaturas máximas y mínimas de la ciudad y provincia. Después dígame cuántos días contó en Enero-Febrero del 2005 con temperaturas por encima de 39º C. Le sobran los dedos de una mano.De manera que don Carlos, siguiendo la postura del IPCC cree que el Calentamiento Global Catastrófico hará que los inviernos sean menos fríos que antes, olvidando (lo mismo que el IPCC) que el vapor de agua juega un rol abusador en el mantenimiento del calor durante la noche, impidiendo que hayan heladas muy severas. Pero de ahí a que el calentamiento global hará que los inviernos sean más largos, me parece uno de esos disparates iguales a querer fabricar cubitos de hielo en el horno de la cocina.
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