El viernes que viene, la fábrica de alarmas exageradas del calentamiento de las Naciones Unidas pondrá la quinta marcha y emitirá el último Informe del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (IPCC).

En realidad, la alarma exagerada vendrá en el Resumen para los Hacedores de Políticas. El informe en sí, que contiene varios cientos de páginas, consistirá en su mayoría de áridos estudios científicos que son mucho menos definitivos acerca de las causas y efectos del cambio climático.

Tenemos que esperar que el resumen –que no es escrito por científicos sino por burócratas polí-ticos y activistas- sea altamente alarmista. Casi es seguro que insistirá en que desde el último in-forme en 2001, la “prueba” de un inminente desastre climático causado por el hombre ha crecido hasta ser un consenso científico y se hizo más fuerte.

La conclusión será que la única solución es una masiva reforma de la sociedad industrializada que deberá ser presidida por burócratas internacionales y ecologistas.

Aún los estudios científicos del informe del IPCC habrán sido “retocados” un poco. En las versio-nes pasadas, los científicos que se rehusaron a tragar toda la ortodoxia de que la Tierra se está yendo al infierno en una canasta cortesía de los 4x4, plantas generadoras de energía y la cultura consumista del mundo desarrollado, han sido expulsados de los comités que escriben y revisan los capítulos individuales del informe del IPCC.

Sus dudas, no importa cuán sustanciales y bien documentadas sean, han sido expusrgadas de los borradores finales.

Sin dudas que usted habrá escuchado que existe un consenso científico internacional sobre que el planeta se está calentando; que el calentamiento es muy probable que sea catastrófico, y que está causado por las emisiones de dióxido de carbono de los humanos. El IPCC muestra la mane-ra en que se ha llegado a este proclamado consenso, no haciendo que todos los científicos estén de acuerdo, sino difamando o ignorando a aquellos cuyas opiniones e investigaciones echan sombras de dudas sobre el dogma.

Eso no es ciencia –es lapidación, el antiguo castigo religioso para los herejes.

Si usted ha visto al película de propaganda de Al Gore, “Una Verdad Incómoda,” usted estará familiarizado son Naomi Oreskes, la científica social de la Universidad de California que afirmó haber encontrado un 100% de acuerdo entre los científicos climáticos. En un muy citado artículo de la revista Science, la Sra. Oreskes afirmó que de los 928 estudios científicos cuyo abstractos ella revisó, ni uno solo había estado en desacuerdo o había expresado dudas a la teoría sobre el calentamiento causado por el hombre.

Sin embargo, no se informó –y porque no refuerza el Catecismo Climático- sobre un informe del científico Británico Benny Peiser, quien encontró que la Señora Oreskes no había revisado casi 11.000 otros estudios climáticos que podían o no haber apoyado sus conclusiones. Y aún entre los mencionados 928 estudios que ella había seleccionado cuidadosamente, sólo el 2% apoyaban totalmente la visión de que la actividad humana está empujando al cambio climático, mientras que muchos otros “en realidad se oponían a esa conclusión,” aunque la Sra. Oreskes afirmaba que si la apoyaba.

¿Recuerda usted algunos titulares del año pasado que decían “Los gases de invernadero ayudarán a que el 2006 sea el año más caluroso jamás registrado"? Lo que no se informaba era que esos registros de temperatura estaban basados en sólo los primeros 11 meses del año. Cuando las temperaturas de Diciembre fueron añadidas al cálculo la semana pasada, el año 2006 terminó siendo el año más frío de los últimos cinco desde el 2001.

Pero eso difícilmente alimenta la histeria pública necesaria para justificar el rehacer toda la eco-nomía mundial de acuerdo a la imagen de los ecologistas.

La edición de Enero del Journal of Geophysical Research Letters contiene un artículo de científicos del Prodman Oceanographic Laboratory, en Liverpool, concluyendo en que “las tasas de cambios del nivel del mar fueron mayores durante la primera parte del siglo 20 en comparación con la última parte del siglo.”

En la década pasada, el hemisferio Sur se calentó a la mitad de la velocidad que el Hemisferio Norte. La cobertura de hielo del Polo Sur está expandiéndose en lugar de derretirse. Desde 2003, la capa superior del Atlántico ha perdido el 25% del calor extra que se había acumulado durante los últimos 30 años. Se descubrió recientemente que la preocupación acerca de que las corrientes marinas del Atlántico se estuviesen frenando era infundada; durante miles de años las corrientes del Atlántico se aceleraron y frenaron del mismo modo que lo hacen ahora. Y el extendido con-senso entre los científicos solares es que el calentamiento de la Tierra es casi enteramente expli-cable por el aumento de la actividad solar que comenzó hace unos 100 años atrás, y que termi-nará hacia el 2020.

Pero no espere usted que nada de eso figure en el informe que emitirá el IPCC. Estas Verdades Incómodas serían malas para la causa internacional de la planificación central.