Un artículo de The Greening Earth SocietyLa Perspectiva Geológica de Largo Plazo
Esta respuesta al contenido del ACIA (Arctic Climate Impact Assessment, o Evaluación del Impacto climático del Ártico) concierne a las alarmistas y altamente cuestionables conclusiones sobre el clima del Ártico y su variabilidad. Hay muy serios problemas con esta declaración que aparece en su Overview, o "Vistazo General":[El Arctic Climate Impact Assessment] es el la evaluación más grande, completa e integral del cambio del clima en el Ártico. El Ártico está experimentando algunos de los cambios de clima más rápidos y severos de la Tierra. Se proyecta que por lo menos la mitad del hielo del verano del Ártico se derretirá para el fin de este siglo [como resultado del aumento del CO2 en la atmósfera], junto con una significativa porción de la capa de hielo de Groenlandia, ya que se proyecta que la región se caliente un 4-7º C adicional (7 a 13ºF) para el 2100.Comenzaremos con el reclamo del ACIA de que el Ártico "está experimentando uno de los cam-bios de clima más severos y rápidos de la Tierra." Esta declaración hace foco exclusivamente en lo que está sucediendo hoy. Se hace necesaria una perspectiva más amplia para poder evaluar con más precisión la manera en que el actual cambio climático se presenta frente a los cambios de clima del pasado. Hu et al. (2000), suministran "el primer registro cuantitativo de las tempe-raturas que se extiende continuamente por los últimos 2000 años en Alaska." Ellos dicen:Nuestra reconstrucción [de la temperatura superficial del agua] en el lago Fare-well indicó que aunque el Siglo 20, representado por los tres ejemplos de más arriba, estuvo entre los los períodos más cálidos de los dos últimos milenios, dos períodos anteriores pueden haber sido comparativamente tan cálidos (0-300 DC y 850-1200 DC). … Tanto el pronunciado mínimo de rempeatura centrado en el año 600 DC y la culminación del enfriamiento de la pequeña Edad de Hielo hacia 1700 DC en la región del lago Farewell, coinciden con extensos avances glaciales en las costas del sur y en el Brooks Range de Alaska. Los eventos fríos alrededor del año 600 DC podrían haber causado también la desaparición de la cultura Kachemak en el noroeste del golfo de Alaska en este tiempo.En un segundo ejemplo, Shiyatov (2003) encuentra que, mientras que grandes desplazamientos de la línea superior de árboles (mayormente poblados por el alerce siberiano Larix sibirica) fueron detectados en las montañas Urales Polares en los últimos 1150 años, el cambio durante el Siglo 20 no ha sido particularmente excepcional o alarmante (ver la Figura 1)
Figura 1: Grandes desplazamientos del límite superior de la línea de árboles en la región de los Urales Polares (66°N-67°N, 65°E-66°E), muy posiblemente como resultado de condiciones ambientales y climáticas Nótese cómo, aunque los termómetros instrumentales registran aproximadamente 1º C de calentamiento de la temperatura Junio-Julio en el Siglo 20, el límite de la línea de árboles no sugiere nada excepcional o desusado en realción al cambio ocurrido durante los últimos 1150 años. [Adaptado de Shiyatov, 2003]
Una mayor cobertura de las condiciones del Ártico publicadas en el sitio web de Paleocli-matología del NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) (www.ngdc.noaa.gov/paleo/globalwarming/images/polarbigb.gif) como un grueso mapa de temperatura sugiere que las temperaturas de verano en el hemisferio oriental del Ártico hace 6000 años podrían haber sido entre 2º y 6º C más cálidos que el presente. Además, Kaufam y otros 29 co-autores (2004) hallan clara evidencia de condiciones más cálidas que el presente durante el Holoceno en 120 de los 140 sitios que identificaron a lo largo del hemisfero occidental del Ártico (ver la Figura 2). Ellos estiman que en 16 de los sitios de tierra firme, en donde hay dis-ponible información cuantitativa, las temperaturas locales de verano durante el Máximo Térmico del Holoceno eran de unos 1,6 +0,8º C más altas que el promedio del siglo 20.
Kaufamn et al estiman la historia de la cobertura del hielo marino en el Archipiélago Ártico Cana-diense examinando la distribución de más de 1000 restos de huesos de orcas, ballenas y morsas, y concluyen que:
"Los cachalotes "bowheads" del Atlántico alcanzaron su máxima abundancia en los canales del Archipiélago Ártico oriental y central desde 11.5 a 8.5 miles de años atrás (ka), pero fueron excluidos de las áreas a lo largo del noreste de la Isla Baffin. El "bow-head" del Pacífico alcanzó su máxima abundancia en los canales del Ártico occidental que conectan al Mar de Beaufort al mismo tiempo. Durante ese intervalo, las ballenas se extendieron a áreas mucho más allá de su actual rango, y luego se retiraron abrup-tamente hacia 8.5 ka antes de hoy. El rango de la ballena "bowhead" puede haberse expandido a medida de que la exportación de hielo del Archipiélago fue acentuada por la abundancia de agua derretida de los hielos durante el intervalo de rápida recesión glacial. DE manera alternativa, sólo el mayor calor del verano podría tomar cuenta de la reducida cobertura de hielo del verano. Las concentraciones de sodio de la sal del mar en Penny ice Cap y la Capa de Hielo de Groenlandia están en sus mayores niveles en el hielo del Holoceno temprano (11,5 a 9,0 ka antes que hoy), consistente con una mínima cobertura del hielo marino. ... Los rangos de la ballena "bowhead" se reexpandieron durante el Holoceno medio (6-3 ka atrás) pero el rango no alcanzó la extensión del Holoceno temprano."
Figura 2: Mapa del Ártico Occidental. Los puntos numerados representan los 140 sitios examinados por Kaufman et al. (2004). Kaufan encuentra evidencia que sugieren "condiciones más cálidas que ahora" en 120 de estos lugares, durante el Holoceno. [Adaptado de Kaufman et al., 2004]
Estos tres ejemplos apuntan claramente en dirección de condiciones más duras y extremas en el Ártico durante el pasado, y destacan la manera en que varios hábitat Árticos respondieron a los rápidos cambios en el clima y a los más graduales cambios ambientales.
¿Y qué hay de la segunda afirmación del ACIA concerniente al proyectado derretimiento de la mitad del hielo de verano? Nuevamente, una más amplia perspectiva, usando información paleoclimática nos ayudará:
Figura 3: Anomalías medias de 10 años, relativas a las medias de 1750-2000, de las exten-siones de hielo oceánico de los mares Nórdicos de Abril (panel izquierdo) y Agosto (panel derecho) [Adaptado de una presentación de conferencia del estudio de Torgny Vinje del Instituto Plar Noruego]
La Figura 3 muestra la media de 10 años de las anomalías de la extensión del hielo oceánico alrededor del Mar del Norte en Abril (primavera) y Agosto (verano) desde 1750 hasta 2000. El autor de la series de tiempos es el Dr. Torgny Vinje, del Instituto Polar Noruego. Vinje hizo notar recientemente:
"La actual reducción en la extensión del hielo en el sector Europeo del Ártico está en continuación del proceso que comenzó en el siglo 18, anterior a la principal época industrial. Se nota que la mínima extensión del hielo en Agosto en los años 1930 [el panel de la derecha en la Figura 3] se compara con el previo mínimo ob-servado en los 1870s."..."La máxima temperatura durante los 1930s corresponde a la mínima extensión observada en el Mar Nórdico en ese tiempo. Sin embargo, mientras se observa temperaturas máximas extremas durante los 1990s, la extensión del hielo todavía no alcanzó su extrema mínima extensión."La porción del registro que se extiende desde 1884 hasta 1998 fue publicado primero por Vinje en 2001 (con datos que se extienden ahora hasta 1750, y mostrados en el panel de la izquierda en la Figura 3). el registro de Abril muestra que el hielo del mar alrededor de esta región del Atlántico Norte ha disminuido en un 33% durante los último 135 años. Vinje presenta como la más posible explicación para el retroceso del hielo a la recuperación de la Tierra del período frío de la Pequeña Edad de Hielo (1300 a aproximadamente 1900 AD), porque no hay ligazón concebible con los gases antropogénicos iniciando y manteniendo esas extensiones de recesión del hielo tan temprano como 1800-1850.. Vinje (2001) escribe:Casi la mitad de esta [treinta y tres por ciento] reducción tuvo lugar antes de 1900, es decir, antes del calentamiento del Ártico, que tuvo lugar durante las tres primeras décadas del Siglo 20 ... La serie de tiempos indica que estamos en un estado continuo de recuperación de los efectos fríos de la pequeña Edad de Hielo durante la cual una expansión máxima (Abril) del hielo marino fue observada hacia 1800, tanto en el Mar de Islandia ... y en el Mar de Barents. La reducción media anual de la extensión del hielo de Abril se está desacelerando por un factor de 3 entre 1880 y 1980.Una colección de 700 a 1.000 años de información geoquímica de alta resolución, recogida por Grumet et al (2001) de la Capa de Hielo Penny (PIC, por Penny Ice Cap) en la Isla Baffin, no revela ninguna extensión de hielo excepcional alrededor de esta parte crítica del Ártico occidental durante los últimos 50 año:"El registro PIC de la cobertura de hielo de primavera ilustra que, a pesar de tem-peraturas más cálidas durante mediados del siglo, las condiciones del hielo en la región de la Bahía Baffin/Mar del Labrador, por lo menos durante los últimos 50 años, están dentro de la variabilidad de la "Pequeña Edad de Hielo". Nuestras observaciones del registro PIC son consistentes con un aumento de la extensión del hielo marino en la región Bahía Baffin/Mar del Labrado en los últimos 30 años (Chapman y Walsh, 1993), y temperaturas más frías del aire de superficie en esta región. (Hansen et al. 1996)."Claramente, es imposible hacer creíbles y objetivas afirmaciones para el escenario alarmista del ACIA, concerniente a extensos derretimientos de la Capa de Hielo de Groenlandia.
La Figura 4 muestra una de las muchas razones por las que el profetizado calentamiento de 4º a 7º C del Ártico hacia el 2100, hecho por el ACIA, es cuestionable y tiene que ser seriamente objetado.
Figura 4. Cambios de temperatura que resultan de dos ligeramente diferentes esquemas para la parametrización de su eficiencia en la transferencia de calor dentro de entorno de la capa atmosférica. Nótense las drásticas diferencias entre ellas. Para Groenlandia, una discrepancia de temperatura de 2º a 10º C aparece dependiendo de un esquema de parametrización "débil versus más fuerte" mezclado del calor. [Adaptado de Viterbo et al., 1999]
La Figura 4 muestra la extrema sensibilidad del cambio de la temperatura de superifice en invierno a escala local y regional, y la manera en que un modelo representa la física de la capa fronteriza — la capa de aire turbulento de pocos cientos de metros de espesor entre la superficie y la tropósfera libre. Esta capa fronteriza es crítica para la manera en que el calor y la humedad son intercambiados entre la superficie y la tropósfera libre, especialmente durante el invierno y la primavera sobre Groenlandia. La Figura 4 muestra cómo con un muy ligero cambio o "sintoniza-do" en la manera en que el calor es intercambiado o mezclado, la predicción de un modelo puede variar entre 2º y 10º C. Tal grado de incerteza hace surgir serias preguntas sobre la habilidad de los modelos "ultra-perfectos" para hacer predicciones razonables del calentamiento, para no mencionar predecir un calentamiento de 3º a 7º C para el Ártico que podría derretir la Capa de Hielo de Groenlandia!
Se ha sabido desde hace mucho que la Capa de Hielo de Groenlandia probablemente se originó hace unos 2 a 4 millones de años. Los registros geológicos indican que el hielo de Groenlandia es la única capa de hielo del hemisferio Norte que ha sobrevivido al último período cálido Intergla-cial de hace 130 a 150 mil años atrás (de manera gruesa, el período cálido Eemiense identificado usando registros terrestres de Europa).
Durante el último interglacial se observaron dramáticos cambios climáticos y ambientales alrede-dor de la región del Atlántico Norte. Una cerrada cúpula de bosques de altas copas de árboles de madera dura cubrían gran parte de Europa durante el perído de calor pico. Pero, hace 115.000 años la vegetación abierta reemplazó esos bosques en el noroeste de Europa.
A pesar de unas más bien extremas condiciones climáticas y variaciones durante el último interglacial, la Capa de hielo de Groenlandia no se derritió. Durante el persistente calor del Eemiense interglacial, los registros climáticos de la región Atlántico Norte/Groenlandia no indican señales de un debilitamiento o cancelación de la circulación termohalina del Atlántico Norte. Esto es notable dado la muy clara posibilidad de un excesivo aporte de agua dulce al Océano Atlántico Norte causado por el aumento de las lluvias y el derretimiento del hielo costero de Groenlandia, durante el último período cálido Interglacial alrededor de 130.000 a 115.000 años atrás.
No puede justificarse la sombría y Apocalíptica profecía del ACIA sobre el clima Ártico y los cambios que podríamos anticipar para el próximo siglo. Las mejores evidencias cientí-ficas disponibles no apoyan tales reclamos. Para peor, la propuesta prescripción del ACIA — "corregir los males" tomando medidas para reducir la emisión de gases antropogénicos — se revela como una postura política y no como una legítima conclusión científica.
Como comenta el profesor Marcel Leroux, de la Universidad Jean Moulin de Lyon, Francia: "El escenario del calentamiento global es hoy aseverado, pero no demostrado. Pero, a conse-cuencia de us contenido 'moral' uno debe estar a favor o en contra de él, una elección que sin dudas carece de sentido desde el punto de vista científico. ¿En cuáles dominios la convicción reemplaza al conocimiento? Una reformulación del asunto del calentamiento global se hace entonces urgente, y debe ser, con todo cuidado y sin concesiones, dedicado estrictamente a la climatología." (p. 298 of Leroux 2003)
Referencias:
- Arctic Climate Impact Assessment (ACIA) Overview Report, 2004. Impacts of a Warming Arctic: Arctic Climate Impact Assessment (Cambridge University Press). [available online at http://amap.no/acia/]
- Grumet et al., 2001. Variability of sea-ice extent in Baffin Bay over the last millennium. Climatic Change, 49, 129-145.
- Hu et al., 2000. Pronounced climatic variations in Alaska during the last two millennia. Proceedings of the National Academy of Sciences, 98, 10552-10556.
- Kaufman et al., 2004. Holocene thermal maximum in the western Arctic (0-180°W). Quaternary Science Reviews, 23, 529-560.
Leroux, 2003. “Global Warming”: Myth or reality? Energy and Environment, 14 (nos. 2&3), 297-322.
- Shiyatov, 2003. Rates of change in the upper treeline ecotone in the Polar Ural Mountains. PAGES News, 11 (no.1), 8-10.
Vinje, 2001. Anomalies and trends of sea-ice extent and atmospheric circulation in the Nordic Seas during the period 1864-1998. Journal of Climate, 14, 255-267.
- Viterbo et al., 1999. The representation of soil moisture freezing and its impact on the stable boundary layer. Quarterly Journal of the Royal Meteorological Society, 125, 2401-2426.
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