http://www.cecs.cl/esp/news/esp_news20_10_03.html
La Nación 20 de Octubre de 2003
Los Campos de Hielo se derriten
Un estudio publicado en Science indica que los mayores adelgazamientos afectaron al Glaciar 12 de Campos de Hielo Sur y al glaciar Jorge Montt.
Según el equipo de chilenos y estadounidenses, la principal causa de la recesión de los glaciares de la Patagonia serían los cambios en el clima, aunque la rapidez de este proceso no puede ser explicado sólo por el calentamiento atmosférico ni por la disminución de las precipitaciones.
Sólo unos pocos glaciares han presentado estabilidad e incluso tres han avanzado: el Perito Moreno, el Trinidad, y el Pío XI. Sin embargo, de continuar la tendencia actual, se espera una importante pérdida de masa y retroceso, que incluso podría significar al mediano plazo la desaparición de los glaciares más pequeños, fenómeno que ya está ocurriendo en otras partes del mundo.
Pero, de manera concreta, ¿qué le pasa al Glaciar Upsala?
Para conocer la respuesta hay que leer algunos de los trabajos científicos en serio, como el que aparece en un sitio web de Japón dedicado a los glaciares, y cuyo abstracto traducimos al Español:
http://glacier.lowtem.hokudai.ac.jp/project/patagonia/patagonia.htm
Adelgazamiento y retroceso del Glaciar Upsala, y una estimación
de los cambios de la ablación anual en el sur de la Patagonia
(R. Naruse, P. Skvarca and Y. Takeuchi)
El Glaciar Upsala, un glaciar de agua dulce en ruptura en el sur de la Patagonia, ha estado retirándose desde 1978, y después de una drástica recesión de cerca de 700 metros/año en 1994, el retroceso parece haberse detenido en 1995.
Un gran índice de adelgazamiento de 11 m/año se obtuvo entre 1990 y 1993, explorando y evaluando elevaciones de la superficie cerca del término del glaciar Upsala. En 1993-1994, el adelgazamiento fue estimado en unos 20 m/año cerca del margen lateral. Se están considerando algunas causas posibles del comportamiento del adelgazamiento.
En el área de ablación del Glaciar Perito Moreno, 50 km al sur del Upsala, se midieron las tasas de ablación durante 110 días en el verano 1993-94, y la temperatura del aire fue registrada diariamente a lo largo del año 1994. Usando un método de grado-día con los datos de la temperatura de la estación meteorológica más cercana, Calafate, se estimó que la ablación durante los últimos 30 años fluctuó, entre 12 + 2 m/año a 16 + 2 m/año en el espesor del hielo, con un promedio de 14 + 2 m/año. Por ello, la anomalía en la temperatura por sí sola no puede explicar el adelgazamiento de 11 m/año del Glaciar Upsala.
Como posible mecanismo del adelgazamiento del hielo, se sugiere que el considerable retroceso debido al desprendimiento de bloques de hielo [calving = desprendimiento de témpanos] pueden haber dado por resultado la reducción de la tensión de compresión longitudinal ejercida por las elevaciones de rocas e islas cerca del frente del glaciar, causando una considerable disminución en el flujo de emergencia del hielo. Así, el hielo podría haberse adelgazado a una tasa cercana a la tasa anual de ablación.
(Annals of Glaciology, Vol. 24, 1997)
En otro estudio publicado en el mismo sitio (Dynamic features of glaciers in Patagonia, por R. Naruse), se repite la afirmación de que la temperatura (el calentamiento global) no es la causante del retroceso del glaciar Upsala entre 1978 y 1994, sino que hay causas más notorias, como ser:
"Se hicieron mediciones de la profundidad del agua en 1994 y 1997 en el lago preglacial, y se encontró un gran "chichón" de unos 250 metros de altura en el lecho del lago cercano al términus del glaciar. A partir de un análisis de continuidad, se reveló que las tensiones normales del "chichón" y las islas cercanas al términus juegan un papel importante en la dinámica del Glaciar Upsala. Un mecanismo posible sería una realimentación como: retroceso frontal - reducción en la tensión de compresión longitudinal - disminución del flujo de emergencia adelgazamiento del hielo retroceso frontal.
(2nd International Symposium on Arctic and Antarctic Issues; Punta Arenas, Chile; November 1998)
Como se ha leído, los científicos no hicieron la más mínima mención a la temperatura.
Glaciares y Temperaturas
Como se ha expuesto ya en otro artículo de este sitio (El Comportamiento de los Glaciares del Mundo Contradice la Teoría del Calentamiento Global), los glaciares de todo el mundo son muy pobres indicadores del calentamiento. Lo más importante para tener en cuenta, es que el tiempo de respuesta de los glaciares varía de acuerdo al tamaño de los mismos, y aún para los más pequeños, este retardo en la respuesta a los cambios de temperatura puede demorarse 100 años o más. Citando una parte del artículo mencionado más arriba:
"Por ejemplo, a una capa de hielo Polar le llevaría de 10.000 a 100.000 años responder a cualquier calentamiento global que ocurriese ahora. A un gran glaciar de montaña le llevaría entre 1.000 y 10.000 años responder al calentamiento actual, (el caso del Glaciar Upsala y los grandes glaciares de la Patagonia Argentina y Chilena) mientras que a un pequeño glaciar de montaña le llevaría entre 100 a 1.000 años responder al cambio. Así, la explicación para el actual retroceso de algunos glaciares es que responden al calentamiento natural que ocurrió, ya sea durante el Período Cálido Medieval del siglo 11, o a un período aun más cálido que ocurrió hace 6.000 años.
La denuncia de Greenpeace responde a un calentamiento ocurrido entre 1000 y 6000 años atrás, lo que demuestra una cosa: Si Greenpeace tiene científicos en serio (como afirma tener), ellos no pueden desconocer los hechos científicos comprobados como los nombrados estudios sobre el Upsala hechos por R. Naruse, P. Skvarca y Y. Takeuchi, por la simple razón de que son demasiado conocidos por todo los glaciólogos. Entonces tenemos que suponer dos cosas
1. Greenpeace no tiene científicos capacitados para asesorarla, o
2. Los científicos que la asesoran, sabiendo de estos estudios, son tan deshonestos como los dirigentes de Greenpeace dime con quien andas y te diré que clase de pícaro eres&
Cualquiera de las dos posibilidades es estremecedora, porque las consecuencias de un accionar basado en la ignorancia o en la deshonestidad es altamente perjudicial para la población, y puede empeorar la precaria situación económica y social de muchas naciones del mundo en involución económica sostenida como Argentina y gran pare de América Latina.
Los Glaciares de la Patagonia Sur
Greenpeace se ha cuidado muy bien en mencionar algunas cosas que son conocidas por los científicos expertos en el tema, como que los grandes glaciares de la Patagonia están en crecimiento, mientras que los medianos y pequeños se retraen o se mantienen estables. Nadie tira piedras contra su propio tejado, ni escupe al cielo& Los diseñadores de campañas de Greenpeace serían demasiado torpes si dijesen la verdad, aunque fuese en alguna parte de su discurso. Nadie les creería que los glaciares se están "derritiendo", como sostiene Greenpeace, si dijesen lo siguiente:
1) "El glaciar Upsala ha retrocedido fuertemente desde 1978 hasta 1995, pero la temperatura no parece tener la culpa, sino que el responsable es la dinámica del glaciar".
2) O dijesen que "El calentamiento global causará horribles catástrofes ambientales, pero eso es la predicción de modelos computados que ni siquiera pueden predecir con alguna precisión la temperatura que habrá dentro de una semana."
3) O sino, "Aunque el Glaciar Upsala ha retrocedido bastante, el Glaciar Pio XI del lado Chileno, al otro lado de la cordillera, está creciendo de una manera increíble gracias a Dios!"
Con esos argumentos, diciendo la verdad, no recaudarían ni un centavo y sabemos que Greenpeace no está hoy en el tema ambiental para proteger al ambiente o "salvar al planeta" sino para recaudar dinero. El eco-business es hoy la madre de todos los fraudes. Y Greenpeace lo practica con muchísima habilidad.
Conclusión
Para comprender algunas cosas que es necesario tenerlas muy claras, veamos el abstracto del estudio de M. Aniya, S. Park, A. S. Dhakal and R. Naruse, "Variaciones de los Glaciares Patagónicos, Sud América, usando Radarsat e imágenes del Landsat" del mismo sitio web mencionado antes:
http://glacier.lowtem.hokudai.ac.jp/project/patagonia/patagonia.htm
Combinando imágenes Radasat tomadas en 1997 con datos del Landsat TM de 1986, se estudió las variaciones de los mayores glaciares del área de Campos de Hielos del sur de la Patagonia (área, 13000 km2). Estos incluyen a los cuatro glaciares más grandes de los campos de hielo, el Pio XI, Viedma, Upsala, y O'Higgings, y tres glaciares de mediano a pequeños, el Ameghino, Perito Moreno, y Tyndall, donde condujimos trabajo de campo desde 1990.
De estos, el Pío XI, el glaciar más grande Sudamérica, mostró un avance neto, ganando un área total de 4,38 km2. Dos imágenes de Radarsat tomadas en Enero y Abril de 1997 revelaron un muy rápido avance del glaciar del tipo "surge" (avance repentino). El glaciar O'Higgings, que se había retirado más de 14 km durante 1945-86, se estabilizó entre 1986 y 1997.
Dos imágenes Radarsat tomadas en Enero y Mayo de 1997 del Glaciar Upsala, el tercero más grande de los glaciares, revelaron que el lago preglacial estaba lleno de témpanos, indicando una actividad de desprendimiento muy activa en un corto período de tiempo, y un retroceso a gran escala en la mitad occidental del glaciar, durante el cual perdió un área de 2,78 km2.
Tales retrocesos a gran escala, acompañados de taponamiento de témpanos se observaron en 1981-82, 1990-93, y 1993-95. Otros glaciares, el Viedma, Tyndall, y Ameghino han continuado retrocediendo con la misma tendencia que antes, perdiendo un área de entre 0,52 a 6,48 km2. El Glaciar Perito Moreno, que había tenido un avance neto entre 1944 y 1986, también perdió una pequeña área en 1986-87; sin embargo, esta es probablemente una fase en la frecuente oscilación de la posición de la embocadura observada desde 1944.
(Presentado al "Canadian Journal of Remote Sensing"; 1999)
Preguntas Sin Respuestas
Mientras que en la misma región de la Patagonia, ya sea del lado Argentino o del Chileno, hay pequeños glaciares que se están retrayendo, existen otros glaciares medianos que están estables, y grandes glaciares que están en franco crecimiento. Esto parece no tener sentido para la gente común, porque está propensa a creer que el calor tiene que, necesariamente, derretir al hielo. Si bien eso es totalmente cierto, lo que falta comprobar es si el calor que se ha registrado en la región es suficiente para "derretir" el hielo. Porque comparado con 40º C bajo cero, -5º C pueden realmente considerarse calor sin embargo no alcanzan para derretir al hielo.
No ha sido así. El retroceso del glaciar Upsala no se debe al derretimiento causado por un (inexistente) calentamiento, sino a condiciones de la dinámica de los glaciares, como nos lo explicaron los glaciólogos un poco más arriba. El retroceso se debe al desprendimiento de trozos de hielo del frente de los glaciares (como ocurre cada cuatro o cinco años en el Perito Moreno), debido a la presión de avance del glaciar. Es lo que los glaciólogos llaman "calving", o "desprendimiento de témpanos". Sucede en la Antártida, a pesar de que se ha estado enfriando durante más de 30 años, y donde la temperatura promedio es de unos 40º C bajo cero. Sucede en el Perito Moreno, sucede en el Upsala, y también sucede en el Pío XI de Chile, y a pesar de ello, el glaciar más grande de América del Sur continúa creciendo de una manera asombrosa.
Señores de Greenpeace: ¿Por qué el Upsala se retrae, mientras que el Pío XI aumenta? ¿Acaso el lado Chileno se ha enfriado y el lado Argentino se ha calentado? Entonces, el calentamiento es global ¿o simplemente local? ¿Por qué el Upsala se retrae mientras que el Perito Moreno, a sólo 50 km de distancia, se mantiene sin variantes? 50 kilómetros ¿hacen mucha diferencia para el calentamiento? Entonces, ¿por qué un calentamiento en el Hemisferio Norte afecta a los glaciares en el Hemisferio Sur? O no tiene nada que ver. ¿Hace más frío en el Perito Moreno? ¿SÍ o NO? Estoy seguro de que los "científicos" de Greenpeace no pueden darnos una respuesta a estas preguntas. Porque no creo que ni siquiera se atrevan a reconocer que tienen la obligación de responder a esas preguntas.
Greenpeace está engañando al público, y las autoridades deberían de tomar cartas en el asunto de una buena vez, y exigir que las declaraciones y alertas - sobre las que la organización basa sus campañas de recaudación de dinero dulce estén fundadas sobre bases científicas sólidas y sin discusión posible.
La actividad comercial de Greenpeace tiene que ser controlada severamente. Argentina tiene que seguir el ejemplo de Noruega, Canadá y los Estados Unidos, que han quitado a Greenpeace la condición de "organización sin fines de lucro", y "organización caritativa" de "bien público", obligándola a pagar impuestos sobre sus recaudaciones y actividades comerciales. Su nueva condición de organización "comercial" significa, además, que las donaciones que le hacen sus adherentes no pueden ser deducidas de los impuestos.
Pero más que el aspecto impositivo, las autoridades Argentinas tienen que poner el ojo en la actividad anti-Argentina que Greenpeace Argentina lleva adelante, oponiéndose a todo tipo de adelanto tecnológico y desarrollo industrial que pudiese redundar en beneficio de la sociedad Argentina. Sus acciones están destinadas a entorpecer y retrasar todo lo posible la industrialización y el desarrollo del país, como el notorio caso de su oposición al tratado nuclear con Australia y el desarrollo de la tecnología nuclear de avanzada que posee una empresa estatal Argentina.
Los dirigentes de otros países más "alertas", que se han dado cuenta del juego de la organización abanderada de la Paranoia Verde, han comenzado a recortarle las alas, empezando por donde más le duele: la billetera. Es hora de que en Argentina tomemos al toro por los cuernos y decidamos si queremos progresar y salir adelante, o si vamos a seguir permitiendo que Greenpeace continúe saboteando todas los intentos de llevar adelante actividades productivas para bien del país y beneficio de sus pobladores.
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Juan Casavelos, de Greenpeace, propone el absurdo de siempre. Impulsar la energía eólica, aún sabiendo que es económicamente inviable, motivo por el cual el gobierno de Dinamarca ha cancelado todos los subsidios a la industria de la energía eólica, provocando la caída del valor de las acciones de las fábricas de generadores, equipos y molinos de viento, lo que causará una segura e inexorable muerte de esa tecnología en Dinamarca la pionera y líder mundial en energía eólica. Como dicen los chicos del secundario: "Ya era&"
Por su parte, el Dr. Jorge Ravassa, del CONICET, aprovecha la oportunidad para llevar agua a su propio molino, solicitando más dinero para las investigacio-nes científicas de las que él obtiene el pan para la mesa familiar. Nada malo hay en ello. Pero el dinero para la investigación debe ser usado con precaución, para realmente saber qué está pasando y por qué, y no para intentar "demostrar" una teoría que ya tiene sus conclusiones escritas antes de cono-cerse los resultados de las investigaciones.
Pero el CONICET haría bien en comprobar las decla-raciones del Dr. Ravassa, y cotejarlas con los estudios realizados en el glaciar Upsala por otros más desta-cados glaciólogos (ver más adelante), y considerar si el dinero ya invertido en los estudios de Ravassa no ha sido malgastado. Pero sobre todo, si el dinero que Ravassa sugiere invertir no sería mejor invertirlo en otro tipo de investigación científica más útil para el país.
Juan Casavelos, de la organización no gubernamental, dijo a Clarín: "A nivel nacional, reclamamos que el Gobierno impulse la generación de energías renovables, como la eólica, para reemplazar el uso de petróleo, gas y carbón, que aumentó la emisión de dióxido de carbono". Jorge Rabassa, un investigador del Conicet que acompañó a los ambientalistas en su campaña en la Patagonia en enero, dijo que "hacen falta fondos para investigar con detalles la influencia de la actividad humana en el estado de los glaciares".
A nivel internacional, Greenpeace exige que se ponga en vigencia el Protocolo de Kyoto, acordado en 1997 y ya ratificado por 119 países (la Argentina, entre otros), que persigue bajar las emisiones de seis gases de invernadero. "Queremos que los Estados Unidos lo ratifiquen", acotó Casavelos "También Rusia se niega a ratificarlo."
Más allá de los reclamos, el alerta de Greenpeace también señaló el retroceso de los glaciares en la región de Cuyo, registrado por expertos del Conicet en Mendoza. Recordó que el Panel de Cambio Climático de Naciones Unidas pronosticó que los glaciares pueden desaparecer en 20 años y pondrían en riesgo las actividades productivas.
Primero: Greenpeace no descubrió ni registró nada. Sólo leyó un artículo científico en Science que hablaba del tema. El retroceso del glaciar Upsala ha sido registrado desde hace años por los científicos del World Monitoring Service, con sede en Suiza, cuyos científicos lo han atribuido a causas dinámicas, no relacionadas con las temperaturas atmosféricas.
Sus partes de prensa pretenden siempre mostrar a Greenpeace como alerta a las posibles catástrofes ambientales, y presentar a sus miembros como heroicos Sir Galahads en rescate de la bella doncella Lady Gaia, Madre Natura. Dan risa... y asco.