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Considerando que en los últimos meses se inició una campaña alarmista de ribetes notoriamente sensacionalistas contra una familia de productos sintéticos agrupados dentro de la familia de bifeniles policlorinados, más conocido por el público como PCB, y relacionados directamente con la refrigeración de transformadores eléctricos de la red pública, FAEC presenta este breve pero esclarecedor informe sobre el asunto.
En las campañas que se ha podido observar en los noticieros de televisión, se destacan la iniciada por Telenoche Investiga, de Canal 13 de Buenos Aires, donde el carácter emocional y sensacionalista prima por sobre el rigor científico y donde brilla por su ausencia un adecuado estudio epidemiológico que ponga las cosas en su adecuada perspectiva.
El segundo caso es un informe similar emitido por el Noticiero 12 (Telenoche 12)del Canal 12 de Córdoba, a las 20:40 horas del 12 de diciembre de 2001. En este informe se nota un enfrentamiento similar: declaraciones de habitantes de Barrio Mercantil, que atribuyen -sin ninguna base científica o epidemiológica- la aparición de cánceres entre los pobladores. Para tener una cabal idea sobre la importancia que los estudios epidemiológicos tienen para determinar la verdad en todos los casos donde existan sospechas sobre alguna substancia cualquiera, lea el muy esclarecedor y divertido Informe Sobre Epidemiologia que se publica en esta misma página web. Hágalo después de haber terminado de leer este breve informe.
El informe de Canal 12 pretendió ser más ecuánime y con mayor seriedad que el de Telenoche Investiga (convertido en el campeón de la desinformación), sin embargo, sus productores y conductores carecen de los conocimientos científicos necesarios sobre el tema "investigación cientifica" y recurrieron a expertos en química y en oncología, sin saber que, desgraciadamente, no son expertos en epidemiología de los PCBs.
Sostenía el informa que se habían consultado a TODOS los expertos en el tema, lo cual no era cierto -no nos consultaron a nosotros que algo sabemos, ni a las Academias de Ciencia, y otras organizaciones cuyas páginas en Internet están rebosantes de la información necesaria, y que están deseosas de aliviar la ignorancia de la gente.
Esto también evidencia la ligereza con que se elaboran estos "informes" que se cubren de livianos ropajes científicos que resultan demasiado transparentes para los que realmente conocen del tema. "El Rey está desnudo!" - y la gente se escandalizó... pero el miedo impidió que sus cerebros funcionaran a temperatura normal. Los sastres tramposos seguirán haciendo su Agosto...
¿Que Son los PCBs?
Los bifeniles policlorinados o PCB (siglas de Polychlorinated biphenyls). Son una familia de más de 200 compuestos químicos, cada uno de los cuales consiste en dos anillos bencénicos y de uno a diez átomos de cloro. Por ello, el contenido de cloro del compuesto puede llegar a ser relativamente elevado (60%) mientras que otros más comúnmente empleados tienen por lo general entre el 10 y el 42% de cloro. Se usaron extensamente en gran variedad de aplicaciones industriales debido a sus propiedades anticombustibles y retardante del fuego. La preocupación por la presencia de PCBs en el ambiente comenzó en los años 60, cuando se descubrió que los PCBs estaban en el suelo y el agua. Las investigaciones confirmaron que algunos congéneres se degradaban muy lentamente en el ambiente, y podían ingresar a la cadena alimentaria.
En 1968, ocurrió un envenenamiento humano de consideración en el oeste del Japón, (llamado el "incidente Yuso", o "enfermedad del aceite"), y se atribuyó en un principio al consumo de aceite de arroz contaminado con PCBs. Aunque subsecuentes análisis comprobaron la presencia de productos de la degradación térmica en el aceite (que se sabe ahora que fueron los responsables de los efectos sobre la salud observados), el incidente Yuso y uno similar en Taiwán ("Yu-Cheng") aumentó la preocupación sobre la seguridad de los PCBs. En los años 70, se restringió la producción comercial de los PCBs en los Estados Unidos y, sin verdaderos estudios epidemiológicos, se prohibieron en 1979.
Los PCBs no provocan efectos agudos en la salud de los animales, excepto a dosis extremadamente elevadas que no se encuentran normalmente en el ambiente. A pesar de ello, varias agencias reguladoras y consejeras, incluyendo a la Agencia de Protección del Ambiente (EPA), han determinado que existe suficiente evidencia para considerar a los PCBs como "cancerígenos animales". Sin embargo, existe una seria corriente de opinión en la comunidad científica que se opone a la determinación del potencial cancerígeno de alguna substancia mediante la alimentación forzada de elevadísimas dosis de la substancia, lo que terminará indefectiblemente por provocar un cáncer en el animal -si es que antes no lo mata por intoxicación aguda.
A consecuencia del incidente en Japón, la EPA ordenó ensayos sobre animales para determinar si los PCBs eran cancerígenos. Los ensayos involucraban la alimentación de ratas con muy elevadas dosis de un PCB de Monsanto llamado Aroclor 1260. Tenía un contenido de 60% de cloro, lo que es relativamente alto. Este compuesto y otros PCB altamente clorados formaban el 12% de los PCBs que se vendían en los Estados Unidos. Los experimentos dieron por resultado tumores cancerosos en el hígado de las ratas.
Esto no constituía prueba de que el comer pescado con vestigios de PCBs podría causar cáncer en los humanos, pero esa fue la interpretación radical que los ecologistas hicieron de los ensayos. Se impulsaron leyes en el Congreso que ordenaban una inmediata prohibición de los PCBs, lo que resultó ser imposible dado el extendido uso en sistemas eléctricos a través de los Estados Unidos y el mundo. La industria tenía primero que encontrar substitutos para el PCB. Mientras tanto, la suposición de que los PCBs imponían un riesgo de cáncer para los humanos fue seriamente cuestionada.
El cuestionamiento nace de los estudios realizados sobre trabajadores expuestos a la inhalación y contacto de la piel a altas dosis de PCBs durante largos períodos de tiempo, que no han podido encontrar un aumento en el riesgo de cáncer. De hecho, los únicos efectos encontrados que pudieron atribuirse a los PCBs, fueron irritación de ojos y de piel.
Miles de trabajadores industriales habían estado en contacto directo a altas concentraciones de PCBs en sus trabajos desde los años 50 hasta fines de los 70. Muchos de ellos usaban de manera rutinaria PCBs para limpiarse las manos de grasa. En 1981, un estudio epidemiológico de OSHA, sobre 2,500 trabajadores la mitad de los cuales habían estado expuestos a los PCBs durante 17 años encontró que el número de muertes por cáncer era un 10% menor que lo que debería esperarse de un grupo con un perfil similar en la población general. No existía ninguna relación entre el largo del tiempo de exposición a los PCBs en el trabajo y el riesgo de morir de cáncer, enfermedad cardiovascular, y manifestaciones neurológicas o por cualquier otra causa. Si pudiesemos sacar alguna conclusión sorprendente del estudio de OSHA, sería que la exposición a los PCB parece disminuir el riesgo de cáncer entre la población!
Un estudio Alemán de 2984 descubrió que ratas a las que se les administraban dosis de PCBs con un contenido extra del 60% de cloro, desarrollaban tumores de hígado a edad avanzada, el mismo resultado obtenido por la EPA. Pero los Alemanes también ensayaron PCBs con un contenido de 42% de cloro y encontraron que las ratas tenían un total de cánceres menor que el grupo de control que no había sido expuesto a ningún PCB. ¿No confirmaría esto los resultados del estudio de OSHA sobre una menor incidencia de cáncer entre los sujertos expuestos a los PCBs? Sólo un un perfecto estudio epidemiológico podría darnos la respuesta.
En 1991, el Instituto para la Evaluación de Riesgos de la Salud (IEHR), reconstruyó cinco de los ensayos de ratas que habían llevado a la prohibición. Descubrió que los PCBs con contenido de cloro menor al 60% "no mostraron elevaciones estadísticamente significantes de tumores" en las ratas. El estudio del IEHR, firmado por un ex administrador de la EPA, John A. Moore, declaraba: "La actual política sobre el cáncer está claramente sobrestimando los riesgos de cáncer asociados con muchas exposiciones a los PCBs en el ambiente" Dijo que las decisiones reguladoras de la EPA "están causando un gran impacto económico para, cuando mucho, lograr una trivial ganancia en la salud pública".
En los episodios mencionados de Yuso y Taiwán, el consumo de aceite de arroz contaminado con PCBs sólo resultó enuna severa forma de acné llamada "cloroacné", fatiga, náuseas, y desórdenes hepáticos. También hubo un aumento de los cánceres de hígado en el incidente Yuso y mortalidad por otras enfermedades hepáticas en el incidente de Taiwán. Los niveles de PCBs en sangre de los trabajadores expuestos a los PCBs eran superiores a las víctimas de Yuso y Taiwán, sin embargo, el grado de toxicidad fue mucho mayor en las víctimas de Yuso y Taiwán. Se cree que esto se debió a la presencia en el aceite de arroz de substancias generadas por la degradación térmica de los PCBs. Estas substancias, los furanos (similares a las dioxinas) y cuarterfeniles son mucho más tóxicas que los PCBs.
Los estudios de personas que comieron pescado contaminados con PCBs mostraron que, mientras que la cantidad de pescado consumido fue correlacionada con los niveles de PCBs en sangre, no hubo significativas diferencias en la salud entre los que consumieron mucho pescado y aquellos con muy baja exposición. Un estudio de 1996 sugirió que una exposición prenatal a los PCBs debido a una ingestión de la madre de pescado contaminado está asociada con efectos en el desarrollo nervioso de los niños.
Sin embargo, esto no es consistente con los estudios que no encontraron ninguna relación entre la exposición materna a los PCBs y el peso de nacimiento y la circunferencia craneal. Los problemas con la metodología de los estudios, específicamente la evaluación de las exposiciones y selección de los grupos de control (para comparación) limitan aún más la interpretación de los resultados de las investigaciones de 1996. Más todavía, dado que las concentraciones de PCBs en la sangre materna eran sólo ligeramente mayores que en la sangre de los sujetos que no reportaron haber comido pescado (y estaban dentro del rango de concentración de PCBs en sangre de los Estados Unidos), deberíamos estar viendo un extendido fenómeno a través de los EEUU si los PCBs realmente pudiese causar daños cerebrales en los niños. No hay absolutamente ninguna evidencia de daño cerebral en lo niños, por lo tanto, no se recomienda alertar a los padres en estos momentos.
Se ha sugerido que substancias químicas como los PCBs en el ambiente pueden imitar a las hormonas naturales del organismo (p.ej.: estrógenos), y que esta "ruptura endócrina" (hormonal) puede llevar a la infertilidad, ciertos tipos de cáncer, y otros desórdenes relacionados con hormonas. Sin embargo, la evidencia de desórdenes hormonales de los PCBs en al ambiente, ya sea en vida silvestre o en los humanos, permanece débil y circunstancial, y se han extraído conclusiones prematuras, basadas en evidencia incompleta e inadecuada. Numerosos investigadores han caracterizado a la hipótesis sobre que los estrógenos ambientales han incrementado el riesgo de cáncer de mama o problemas reproductivos masculinos como no comprobada y no plausible.
Resumiendo: no existe evidencia concluyente que los niveles de fondo de PCBs en la población en general, o aún los altos niveles a los que algunos grupos ocupacionales estuvieron expuestos, hayan dado por resultado efectos agudos, aumento del riesgo de cáncer, "disrupción hormonales" , o amplio deterioro intelectual en niños expuestos "in utero" a los PCBs. De hecho, aún aquellos efectos notados en las poblaciones expuestas a los PCBs p.ej.: cloroacné, no pueden ser ligadas definitivamente a los PCBs, a causa de exposiciones simultáneas a otros agente tóxicos conocidos, tales como los furanos y los cuarterfeniles.
Es importante reconocer que los PCBs comerciales y ambientales consisten en una mezcla de congéneres individuales de los PCBs. Estos congéneres varían en su grado de toxicidad, y la toxicidad de cualquier mezcla depende de la toxicidad de los congéneres individuales. Los estudios de laboratorio sobre los PCBs, se llevan a cabo, mayormente, sobre el producto comercial. Sin embargo, los PCbs ambientales degradados con los que la gente puede tener contacto, pueden diferir en su composición y toxicidad, del compuesto comercial original. Las agencias reguladorea han comenzado a reconocer esto como un importante factor para la evaluación del riesgo a la exposición a los PCBs.
A causa de la prohibición de fabricación de PCBs, disminución de su uso, y esfuerzos para remediar los sitios contaminados, la exposición de la población en general a los PCBs en pescados y otros alimentos se ha reducido de manera significativa, y los niveles de PCbs en sangre también están disminuyendo.
Y ahora sí, vaya y lea lo que debe saber sobre epidemiología, para que ningún informe de la televisión le vuelva a asustar con alarmas sin bases científicas!: Lea el Informe Sobre Epidemiologia y sepa contestar preguntas que nadie en los canales de televisión conoce -ni que tampoco se atreven a poner al aire!.
Eduardo Ferreyra Presidente de FAEC
Fundación Argentina
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